Poder y Política


Manuel Cuadras

07/05/2009

LA CRUDA DESPUÉS DE LA INFLUENZA


Después del megapuente denominado “de la contingencia” parece que todo vuelve a la normalidad. Lo peor ya pasó, y no me refiero a lo que dicen los datos oficiales que aseguran que “ya se ha controlado el problema”. NO, esos (los datos oficiales) al final resultaron ser como la Carabina de Ambrosio, me refiero a que la gente poco a poco recobra la tranquilidad; la psicosis parece diluirse y la paranoia se evapora para quedar únicamente como un mal recuerdo anecdótico.


Así es, conforme pasa el tiempo la gente comienza a despertar del letargo producido por un largísimo fin de semana, en que no se habló de otra cosa que de la famosa influenza. Me da la impresión que en ese “despertar” el mexicano (y no pretendo parafrasear a Octavio Paz) experimenta una especie de cruda ante tanta información etílica ingerida.


¿Cómo es la cruda de un mexicano? Después de beber en exceso, al día siguiente su cuerpo genera una reacción de rechazo ante la sola idea de imaginar consumir una copa de las que el día anterior se tomó sin medida (comúnmente le llaman “asco”). Algo similar ocurre en este caso: después de consumir toda clase de mails, spots, anuncios, boletines, folletos, ruedas de prensa, demás información embriagante y alucinógena referente a la influenza, el día de hoy amaneció con una sensación de rechazo ante todo lo que tenga que ver con lo que consumió el fin de semana. ¿A cuántas personas ha escuchado decir: “Ya estoy hasta la madre con esto de la influenza”? (Contabilíceme también a mí).

 

Así que, le propongo un ejercicio. Ante la cruda que vivimos la mayoría de los mexicanos por el tema de la influenza, le propongo hacer lo que hace precisamente la mayoría de los mexicanos ante una cruda post festum: recordar sólo las cosas agradables del día anterior.


He aquí las cosas más patéticas, ridículas, extravagantes, etcétera, que a todos nos robaron una sonrisa (en algunos casos carcajadas), en medio del ambiente tenso y confuso que generaron las autoridades mexicanas. Lo mismo gobernadores, conductores, funcionarios, candidatos, políticos, doctores, periodistas y el mismísimo presidente Calderón se encuentra en esta lista. Veamos.

 

1. “Oiga, yo tengo mucha comezón en la nariz, ¿eso también es un síntoma de influenza…?”, “No, por supuesto que no, sólo aféitese los pelillos de la nariz.” (Pregunta y respuesta “al aire” en el noticiero de Carlos Loret de Mola).

 

2. “¡Qué Influenza ni qué ocho cuartos…! (Andrés Manuel López Obrador justificándose ante los reporteros por organizar un mitin en Tabasco).

 

3. “Esto de la influenza es en serio, no es cuento…” (Mario Marín en una plática ante estudiantes)

 

4. “¿No te parece que está mal aprovecharse de la contingencia para promocionar a un partido político?”, “Pues sí, la verdad si lo veo mal, pero a nosotros nos mandaron a volantear…” (Pregunta y respuesta de un reportero a un joven priista repartiendo folletos anti-influenza).

 

5. “Mario Marín es un auténtico líder preocupado por lo que ocurre con la población que gobierna. Es por eso que tomó las medidas que consideró pertinentes, para evitar que Puebla se vea inmersa en una emergencia epidemiológica...” (Distinguido y connotado columnista local, siempre identificado por sus comentarios críticos e imparciales).

 

6. “Los cubre bocas no sirven de nada…” (Secretario de Salud. Por cierto, tenía razón).

 

7. “Creo que lo importante es que habría que ser cuidadosos (sic), que se trata de una actividad al aire libre y no de una multitud, lo importante es que el estado y la ciudad sigan su ritmo sin que esto desvirtúe (sic). Lo que implica congregaciones o situaciones con materia de esparcimiento etcétera y ponga en un momento dado en riesgo estas situaciones (sic), mucho les rogaría que ojalá y todos contribuyéramos a que en momentos tan complejos no desvirtuáramos muchas de las situaciones (sic)”. (Blanca Alcalá en un brindis de inauguración de una vialidad).

 

8. Ayer el secretario general dijo que no habría ninguna inauguración de obras, ¿Por qué se cambió esa decisión?


—Bueno ya insistí en que la ciudad no puede detenerse, pero estamos siendo cuidadosos.
—¿Entonces si no se inauguran las obras no se pueden usar?
(Ibídem)

 

9. “Cualquiera que haya estado en una cancha sabe lo que es la calentura…” (Héctor Reynoso, jugador de las chivas, tras haberle tosido y escupido en la cara a un jugador chileno que lo insultó durante todo el partido llamándole: “infectado”).


10. “Hemos defendido a toda la humanidad de la propagación de este virus…” (Súper Calderón en su discurso del 5 de Mayo).

 

La lista es más extensa, por cuestiones de espacio hasta ahí dejaremos el Top Ten de las declaraciones más chuscas con respecto a la influenza.

 

*El discurso del 5 de Mayo.


Al día de hoy, ¿hay alguien que siga pensando que el Gobierno federal NO maximizó el problema como parte de una estrategia electoral? Basta con revisar el discurso del presidente Calderón en su visita a Puebla. Normalmente, este tipo de discursos eran aprovechados por el presidente en turno para resaltar la soberanía nacional y darle el “espaldarazo” tradicional al Ejército. En esta ocasión no fue así. Calderón se olvidó por un momento del romance que vive con el Ejército. Para Calderón pesaron más las 26 muertes “a causa de la influenza”, que las 8 mil que ha habido en México a causa del narco. Ni un párrafo, ni un renglón, ni una mención para el Ejército en este 5 de Mayo. Pero por el contrario, Calderón y su súper gabinete han salvado a la humanidad del fin del mundo, ni Superman lo hubiese logrado. Eso es algo que los mexicanos se lo tendremos que agradecer el próximo 5 de Julio.

 

*Una felicitación.


Desde aquí una sincera felicitación a un alto servidor público por la dicha que lo envuelve en estos días. Se trata de un poderoso y exitosísimo político que en próximos días será padre de unos lindos gemelitos. Es dueño de un Hotel Boutique en Playa del Carmen. Se da el lujo de viajar con boletos de avión de primera clase con un costo promedio de 75 mil pesos c/u. Recientemente compró una casa en la playa en la hermosísima costa de Miami. Y por si esto fuera poco, como es un papá muy generoso, le concede el gusto (capricho) de pagarle a su hijita clases de canto privadas con el mismo profesor de canto de Enrique Iglesias. ¡¡Vaya dicha!! Eso es disfrutar de la vida, ¿Se puede pedir algo más? Yo creo que no, ya más sería ostentoso ¿no cree?


¡¡¡Felicidades!!!

 



 
 

 

 
Todos los Columnistas