Poder y Política
Manuel Cuadras
14/07/2009
El que a mal árbol se arrima…
El día de ayer fue un mal día para el marinismo, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) por fin les ganó una partida. Con la votación de los ministros, en la cual se determinó que las elecciones del próximo año deberían realizarse en julio y no en noviembre, el proyecto sucesorio del gobernador se vio seriamente afectado.
Recapitulemos un poco: El Congreso de la Unión aprobó la Reforma Electoral a finales de 2007. A partir de ello, las legislaturas de los estados deberían modificar sus calendarios electorales, a fin de que la elección para renovar gobernador, ayuntamientos y diputados fuese el primer domingo del mes de julio (del año que corresponda) todo, en aras de empatar los comicios locales con los federales.
La reforma estipulaba que, los estados que hubiesen tenido elecciones durante el año que se aprobó la reforma (caso Puebla 2007), el plazo para hacer las modificaciones empezaría a correr al día siguiente de finalizado el proceso electoral. Fue en ese momento cuando aparecieron las “brillantes” ocurrencias de los legisladores poblanos. Primero se les ocurrió hacer tiempo diciendo que, como en Puebla hubo una elección extraordinaria (municipio de Felipe Ángeles), el proceso electoral terminó en agosto y no en febrero (2008), sin embargo, bastó con que el Consejero Electoral del IFE, Alfredo Figueroa les corrigiera la plana a los diputados locales, para evidenciar su ignorancia y echar abajo su intentona de ganar tiempo a lo chino. El argumento fue sólido: De acuerdo a un criterio emitido por la SCJN (ante un caso similar), se entiende por proceso electoral a la suma del proceso electoral ordinario y los procesos extraordinarios que se pudieran presentar.
Posteriormente, y cuando todo parecía indicar que no tendrían más remedio que sujetarse a los términos y tiempos de la reforma, los diputados del PRI en el Congreso local diseñaron un nuevo argumento legaloide para echar abajo tal disposición. El “argumento” fue incluir un TRANSITORIO que decía que por única ocasión la elección para gobernador se realizará en el mes de Noviembre de 2010 y que el nuevo calendario comenzaría a aplicar para la elección de 2013.
Para justificar su jugarreta inventaron de todo: que la reforma generaba ingobernabilidad, que no les daba tiempo, vaya, incluso se aventaron la puntada de decir que como Julio era un mes de intensas lluvias, eso inhibía la participación ciudadana (sic).
El motivo real (siempre lo dijimos) era el celo del gobernador de cohabitar con un gobernador electo desde julio, así como la necesidad de contar con más tiempo para inyectarle vitaminas a la escuálida campaña del delfín.
Con el revés sufrido ayer, el proyecto sucesorio de Marín se ve descarrilado. De entrada, tres de sus peones que tenía en mente impulsar para coronar, hoy parecen estar congelados sin poder avanzar, y todos con un enemigo común: el tiempo. A Zavala no le alcanza el tiempo para crecer; a Blanca no le alcanza el tiempo para lograr una salida digna; y a Agüera no le da tiempo de operar simultáneamente su reelección y una eventual candidatura por el PRI.
Por supuesto que las plumas marinistas dirán que “todo estaba fríamente calculado” y que la resolución beneficia al gobernador y a su delfín, ¿por qué entonces buscaron a toda costa prolongar la elección hasta noviembre? Lo cierto es que, el único beneficiado de la burbuja marinista ante este fallo tiene nombre y apellido: Alejandro Armenta Mier. El que diga que no, se aferra a seguir construyendo braguetas en el aire…
*Más sobre el árbol caído
El lamentable accidente del domingo antepasado en que perdió la vida una menor, puso al descubierto muchas cosas, por ejemplo: el bodrio que inventó la presidenta municipal bajo el nombre de “Agencia de Protección al Ambiente”; los negocios ocultos del Ayuntamiento; el proteccionismo de Blanca Alcalá hacia sus (pocos) funcionarios “de confianza”; y la política del “no pasa nada” asumida por “BLANCA PILATOS”. Pero vayamos por partes.
Blanca Alcalá se niega a aceptar su responsabilidad en los hechos ocurridos y en vez de ello ha optado por cortar algunas cabezas de funcionarios menores. Alguien debería recordarle que la ciudadanía votó por ella para presidenta municipal y no por esos funcionarios menores, luego entonces, la responsable de los aciertos, errores, y en general TODOS los actos del Ayuntamiento, es justamente la presidenta municipal.
La Constitución General de la República (art. 115), la propia del estado (art. 105) y la Ley Orgánica Municipal (art. 91), son muy claras al señalar que la autoridad encargada de representar al Ayuntamiento y responsable de ejecutar sus resoluciones es el presidente municipal, ¿entonces? ¿Por qué no se asume como tal? ¿No es muy cómoda la posición que ha asumido de: “soy la presidenta para recibir los premios, pero me deslindo de las cosas malas que sucedan…”?
El día de hoy habrá sesión de Cabildo y se espera que se discuta y analice el tema para llegar al verdadero fondo. ¿Aceptarán citar a TODOS los involucrados? ¿Cuál será la posición de la presidenta municipal? ¿De frente a la ciudadanía, o hará uso de su aplanadora priista? ¿Seguirá protegiendo a sus funcionarios ineptos (Protección Civil)? Veremos, el tema da para mucho más y las irregularidades apenas empiezan a salir…
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