Poder y Política

Manuel Cuadras

15/10/2009

Las tres verdades del marinismo


El periodista sudamericano Damián Pertile, escribió en 1997 un artículo titulado: La verdad mediática, jurídica y real, para denotar el excesivo control que tiene el poder Ejecutivo de Argentina sobre los demás poderes (tanto formales como reales).


En dicho artículo, expone que ante un hecho conflictivo o polémico para el estado, existen tres tipos de verdades: La jurídica, concebida como el desenlace de un proceso judicial en que priva la interpretación “razonada”, a partir de los procedimientos, pruebas y contrapruebas “legalmente” fundamentadas. La mediática, según la cual, cuando todos los medios de información comentan que algo es verdad, eso se impone como “verdad. Esto se basa en una premisa: “repetir es demostrar”. Bajo esa lógica, se puede imponer una verdad mediática. “Pero más allá de estas pretensiones de verdad, la jurídica y la mediática —afirma el columnista— subyace La verdad real; o sea, la verdad con mayúsculas, que es simplemente lo que en realidad aconteció”.


—Continúa el columnista— “¿qué grado de legitimidad tendrá la verdad jurídica si no coincide con la opinión pública? La verdad real, no necesariamente puede coincidir con la verdad jurídica, y quizás menos aún con la verdad mediática”.

 

Hasta aquí la valiosísima cita. ¿Le resulta familiar? ¿Conoce usted algún estado totalitario que pretenda confundir a la opinión pública utilizando la verdad jurídica y la verdad mediática? Puebla es un buen ejemplo.


Quizá el caso más representativo sea el penoso escándalo del gobernador Marín con la periodista Lydia Cacho. La historia y sus antecedentes todos los conocemos. Hoy, a casi dos años de distancia, ¿cómo podríamos resumir aquel bochornoso asunto? ¿Es Marín inocente como lo declaró la Suprema Corte de Justicia de la Nación (verdad jurídica)? ¿Fue una campaña negra orquestada desde Los Pinos en contra de Marín, como lo resumieron los medios locales de comunicación (verdad mediática)? ¿Marín abusó de su poder para detener a una periodista y ayudar a un amigo suyo (verdad real)?


A pesar de los acuerdos extra judiciales a los que se pudo haber llegado para exonerar al gobernador, y a pesar de la defensa (u omisión) que realizaron muchos medios de comunicación a favor de Marín, la percepción ciudadana dista mucho de las primeras dos “verdades”. El resultado del juicio legal que enfrentó el marinismo fue la exoneración jurídica de su líder; el resultado del juicio popular (al que todavía se enfrentan) será la cadena perpetua en el repudio de miles de poblanos. Son los riesgos de confrontar las verdades oficiales con la verdad real.


En el caso del call center de Zavala ocurre lo mismo. A pesar de los innumerables esfuerzos por acallar (aplastar) la verdad real, los ciudadanos ya han emitido su veredicto y la sentencia está a punto de llegar. Ante la contundencia de las pruebas presentadas, ¿alguien podría seguir afirmando que Zavala es inocente? Vayamos ahora al aspecto legal.


Existe una teoría dentro de la filosofía del derecho llamada Teoría de la Causa eficaz, según la cual, es necesario conocer todas las condiciones (tanto cuantitativas como cualitativas) que propiciaron la causa de un delito, es decir, no solamente analizar las causas del delito sino las condiciones que lo rodean. Dicho en otras palabras: analizar el modo, tiempo, lugar y circunstancias.


Como muchos saben, las pruebas reinas dentro de un juicio para poder sentenciar a un presunto responsable son, la confesional y la flagrancia. Para poner un ejemplo burdo: una persona “x” que confiese haber matado a alguien, o bien, que “x” haya sido sorprendida in fraganti disparando el arma contra la persona “y”. Pero como no en todos los casos existe la flagrancia, ni todos los sospechosos se declaran culpables (confesos), la Teoría de la Causa eficaz indica que si “x” tuvo el tiempo y el modo, además de haber estado en el lugar y contar con las circunstancias para matar a la persona “y”, es suficiente para declararlo culpable, es decir, no es necesaria su confesión, ni mucho menos haberlo encontrado en flagrancia (disparando el arma). Por eso, la definición de “presunto culpable” en la Teoría de la Causa Eficaz es por demás ejemplar: Se entiende por presunto culpable, la persona respecto de quien existan suficientes elementos de prueba para determinar prima facie (a primera instancia) que ha cometido o participado en un delito. ¿Leyó bien la parte que dice “suficientes elementos”?


Aterrizándolo al caso de Zavala y su call center, no es necesario que Zavala se declare confeso de haber contratado a la empresa By Power Media, ni tampoco haberlo sorprendido in fraganti firmando el contrato con la empresa, de acuerdo a la multicitada teoría, Zavala cuenta con los elementos suficientes para suponer que utilizó la Sedeso para promocionarse a través de By Power Media, ¿cuáles son esos elementos?


1. Zavala ha declarado su aspiración de buscar la gubernatura.
2. Ha participado en reuniones de pre candidatos (en horario de oficina).
3. La empresa By Power Media está inscrita en el padrón de proveedores de la Secretaría de Desarrollo Social.
4. Existen miles de poblanos que aseguran haber recibido llamadas promocionando las “virtudes” de López Zavala.
5. Existe una grabación en la cual se demuestra el uso de la estructura gubernamental de Sedeso para promoción personal de Zavala.
6. (La más importante): Existe una grabación en la cual el representante de la empresa Confiesa, que realizó las llamadas por encargo de la Secretaría de Desarrollo Social.


¿Se necesitan más pruebas? A juicio de los ciudadanos no, pero para López Zavala las pruebas son insuficientes, o para decirlo en sus propias palabras: “Yo no tengo tiempo para esta denuncia; además, es una sola denuncia (sic) que no tiene argumentos porque yo no contraté a la empresa y el director de ésta mandó una carta señalando que ni me conoce…”

 

Lo mismo sucede con los medios de comunicación controlados, de acuerdo a “su verdad” todo es parte de una guerra sucia en contra de López Zavala. Sólo falta conocer la verdad jurídica para saber si nuevamente las verdades oficiales se opondrán a la verdad real que todos los poblanos conocemos. Veremos…

 



 
 

 

 
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