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La Presunta Izquierda

Rubén Moreno Medina

La caída panista y el despunte del PRI.

Suelen decir que en política todo puede suceder, además de que todo puede cambiar de la noche a la mañana, por eso los dirigentes del PRI  andan felices por el vuelco que ha dado la campaña electoral en favor de sus candidatos, pero sobretodo por los resultados de Blanca Alcalá, es decir la continuidad del gobierno priista en la principal capital del estado, si otra cosa no sucede el próximo 11 de noviembre, seguirá en manos ahora de una mujer.

Más allá de las frases, la actual coyuntura favorable al Revolucionario Institucional tiene variadas y diferentes lecturas, de ningún modo se trata de un golpe de suerte. El despunte del PRI en estos momentos, simplemente se debe a la caída estrepitosa de las estrategias de su principal adversario: el PAN.

 Por lo tanto cualquiera de los dos partidos- PRI, PAN- que asegure en estos momentos tener la victoria en la mano, cometerá un error político y electoral, por un lado puede generar un clima de hastió y abstención entre el electorado y por el otro el triunfalismo los puede llevar a cometer  errores.

Lo cierto es que en Puebla, ninguna fuerza partidaria podrá tener el carro completo en ayuntamientos y diputaciones locales.

Los partidos que hoy se disputan el poder y compiten de manera cerrada, así como los demás que participan en esta contienda electoral, tienen que alentar la participación ciudadana, llamar a votar para el 11 de noviembre, de esta forma legitimaran sus triunfos.

Así mismo nadie puede asegurar en estos momentos, con argumentos serios que los institutos partidarios están realizando verdaderas campañas electorales, en igualdad de condiciones y equitativas para conquistar y convencer a los ciudadanos de los proyectos que enarbolan.

Por otro lado fueron varias  las circunstancias que poco a poco se fueron acomodando en las elecciones, unas de carácter nacional y otras de tipo local, para que el Partido Revolucionario Institucional (PRI)  dejara su condición de perdedor en la capital poblana y repuntara con fuerza.

Los errores panistas: Las campañas del PAN,  son una tragedia política en el estado, no lograron la presencia y la unidad requerida en las diferentes  regiones del estado.  Sus procesos pudieron ser adecentados, pero en la competencia legal, sus candidatos no han tenido la capacidad para poder derrotar a su principal adversario. Tampoco existió una campaña general y una estrategia electoral que les permita penetrar en municipios y distritos en donde no tienen nada.

En la capital algo paso, que los panistas y el círculo cercano de su candidato nunca  lo dirán. Antonio Sánchez Díaz de Rivera fue una mala decisión  del PAN estatal, dejaron que se impusiera el “yunke”, se confiaron  de sobra, pensaron que la marca de su partido era el mejor blindaje político, nunca supieron que Sánchez Díaz de Rivera es incontrolable verbalmente y que los panistas poblanos no han aprendido de elecciones, de organizar campañas y mucho menos de luchar por el poder.

Su campaña de medios es torpe, no han podido meter ningún tema importante en la agenda local, tampoco han  lanzado  algún mensaje u oferta de gran impacto, sus spots  sobre el “gober” fueron mal calculados y en nada les favoreció.

No hay dirigencia local, municipal y los principales dirigentes de sus corrientes internas brillan por su ausencia.

Anticipan judicializar las elecciones, provocando con esto  su propia derrota y fortalecen al IEE.

Los capitales económicos de la iniciativa privada poco a poco empiezan a emigrar hacía otra candidatura.

Minimizaron la candidatura de la abanderada del PRI, su actitud contestaría no obtuvo resultados positivos.

Sin partido, candidato, organización y recursos económicos, difícilmente podrán remontar su crisis política. Los tiempos se han reducido y sus espacios de maniobra son limitados.

 Circunstancias nacionales: La presencia de un Presidente de la República fuerte se ha debilitado, la credibilidad de la opinión pública a favor de Felipe Calderón Hinojosa ha bajado en la percepción de la gente, los grandes problemas sin resolver son responsabilidad del  PAN,  los aumentos  y la inflación en los productos básicos son achacados al PAN,  los escándalos del expresidentes Vicente Fox en la opinión pública nacional también los  golpea con fuerza.

En su disputa por la dirección nacional del PAN, también se define el futuro de dicho partido, los calderonistas buscan debilitar, derrotar, minimizar y marginar a los grupos de presión  como: el Yunke.  Ellos mismo lo han dicho, al gobierno de Felipe Calderón y a quiénes pronto serán los dirigentes nacionales del blanquiazul, no les interesa que dicho grupo de presión gane espacios y pueda crecer al interior de Acción Nacional, en consecuencia la capital poblana no  les importa.

Los dirigentes nacionales del PAN  se prepararan con todo, para disputar en serio  la verdadera guerra, que será en unos años más por la gubernatura de Puebla, para entonces tendrán  otros cuadros  políticos, para arrebatarle el poder al PRI.

Pensaron que el triunfo de Felipe Calderón Hinojosa en Puebla, en las elecciones del 2006, había posicionado y hecho crecer al PAN. Se equivocaron su triunfo se debió a otras condiciones políticas.

Su dirección nacional, los líderes panistas y algunos Senadores han dejado solos a los candidatos del blanquiazul.

El triunfalismo del PRI: El Partido Revolucionario Institucional, se ha posicionado entre los electores, por los errores del PAN  y de los demás partidos, pero su credibilidad y confianza entre los ciudadanos sigue siendo la misma.

Son muchos  los factores sociales, económicos y políticos en términos nacionales y locales,  que los están beneficiando electoralmente, lo que no sucede con la izquierda. El PRI  recoge ahora los disgustos, enojos y enconos  de la gente, que esta molesta por la actual crisis económica.

Sus candidatos y proyectos no son los que están generando las condiciones para que el 11 de noviembre posiblemente ganen las elecciones en la mayoría de ayuntamientos y diputaciones locales. Sólo algunas y algunos están contribuyendo para lograr sus objetivos.

La crisis y debilidad de los demás partidos, generan desconfianza entre la sociedad, por eso están optando de nueva cuenta en las elecciones locales por el Revolucionario Institucional.

Muchos anunciaran que son los ganadores, los reacomodos de las fuerzas priistas empezaran a darse.

El aparato de poder y partidario también  sigue jugando un papel fundamental en los comicios, amarra acuerdos y se blinda nacionalmente para mantenerse en el gobierno.

El debacle de la izquierda: Fragmentados, divididos, enfrentados y sin visión política, han perdido la visión política en estos momentos, dejaron pasar  sus propias circunstancias de poder convertirse en una fuerza electoral importante y una alternativa viable para todos. Ahora nuevamente quedaran como una fuerza marginal y sin opciones posibles para el equilibrio de fuerzas en Puebla.