En el nuevo marco político del país, se abren nuevos rumbos con la participación de las mujeres y de los jóvenes que buscan resolver los rezagos del país.
El viejo esquema en el que solamente los hombres y la gente madura podían dirigir a un partido político y al país, ya es parte del pasado.
¡Qué buena decisión de la vida moderna! La pluralidad, la incorporación y oportunidades por igual para viejos, jóvenes y mujeres.
Pero tampoco hay que echar las campanas a vuelo —aunque tengan la sonoridad de nuestra campana María de la catedral— porque en esta vida ya nos debemos quitar la mentalidad de que todo es gratuito.
Nada de eso, los norteamericanos, por cierto, tienen una expresión justo para estos casos: “es demasiado bonito para ser verdad”.
Lo anterior por la celebración de la llegada a la gubernatura de Nuevo León del señor Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”, porque tal parece que surgió como el musgo, por la humedad, y hay que recordar que tiene un origen y una carrera que inició en el PRI.
Precisado esto, hay que ver que su llegada al poder, al igual que la aspiración de las mujeres y los hombres inteligentes que tienen proyecto, propuesta y aspiran a un auténtico cambio, no se da por casualidad, sino que es el producto de luchas enfrentadas a lo largo de años de guerras y burlas.
Con esta apertura superamos historias y dichos de otras épocas en las que desgraciadamente se decía de algunas damas que llegaban a la Cámara de Diputados que habían alcanzado el privilegio después de pasar por la recámara de un influyente, dicho que pesó y que además se exigió que no se podía generalizar.
Este domingo 14 de junio, por medio de las redes sociales, Margarita Zavala nosdio a conocer su decisión de buscar la Presidencia de la República para el 2018. Creo que objetivamente no se le puede cuestionar porque ha demostrado ser una excelente profesional del derecho, activista política que le ha permitido ganar elecciones, madre de familia y esposa de alguien que llegó a la Presidencia, lo que la obligó a ella a guardar sus inquietudes políticas personales para otro tiempo.
¡Bien por Margarita!
Qué diferente postura toma, en comparación a aquellas mujeres políticas que pidieron el 50 por ciento de posiciones al lado de los hombres para contender y ganar diputaciones, senadurías y presidencias municipales. ¿Con qué cara han vociferado la igualdad de géneros?
Margarita Zavalano pide dádivas, canonjías o cuotas. Toma la decisión y comienza un recorrido duro y lleno de abrojos, pues la vida no es nada fácil.
Indudablemente que tendrá que enfrentar esta carrera con el lastre de lo negativo que sumó el gobierno de su esposo, y de un partido político que ha caído en el más grabe de los principios de la política: de sólo cuates y tribus.
Aunque Margarita ha subrayado su postura ciudadana e independiente, debemos tener presente que la independencia en la vida política no existe, porque todos vivimos inmersos en el famoso dicho latino, “doy para que me des”.