Acusan que le hacen los “mandados al presidente municipal”

Taxistas de la cooperativa de Servicios y Transportes Públicos de Pahuatlán hablaron sobre el contubernio que existe entre el diputado local Carlos Lechuga Castelán y la SCT, “con el fin de extorsionar a los transportistas irregulares de esa cabecera”

Heriberto Hernández Castillo / Leticia Ánimas / Corresponsales / Pahuatlán, Puebla

Miembros de una organización de taxistas irregulares se quejaron de maltrato de agentes de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes SCT, ya que los extorsionan y lo hacen “por órdenes del diputado local Carlos Lechuga Castelán y el presidente municipal de Pahuatlán, José Luis Aparicio”.

Taxistas de la cooperativa denominada Servicios y Transportes Públicos de Pahuatlán, hablaron sobre el contubernio que existe entre el diputado local Carlos Lechuga Castelán, el alcalde de Pahuatlán, José Luis Aparicio, y la SCT, “con el fin de extorsionar a los transportistas irregulares de esa cabecera”.

Dijeron que se trata de una medida “cochina de parte de Carlos Lechuga y del presidente, porque nosotros anduvimos con ellos y con el gobernador promoviendo el voto para todos y ahora se organizan para extorsionarnos. No estamos seguros pero creo que la presidencia municipal le paga sus gastos a los agentes de la SCT para cuando vienen a fregarnos”.

Recordaron que en la Semana Santa de este año, para dejarlos trabajar la cuota fue de 100 pesos “y a los que se les antojaba le hacían unas multas de dos a tres mil pesos. Les argumentaban que no estaban en la lista. Por las cuentas que hicimos, en esa semana se llevaron unos 150 mil pesos de extorsiones, nos decían.”

Los denunciantes dijeron que más adelante, Carlos Lechuga, con la intención de lavar sus culpas, les ofreció que iba a hablar con el gobernador, pero después comentó por ahí “que las placas serían para sus compadres”.

Comentaron que en el hostigamiento y extorsión tal parece que están de acuerdo las autoridades del estado de Hidalgo, porque en San Pedro, ya en la salida para Tulancingo, hay una patrulla de la Policía Estatal que para a los autos que tiene en una lista, “que seguramente se les pasan el diputado y el presidente municipal para que nos registren y también dejemos mordida, siendo que los taxis de Hidalgo bajan a Pahuatlán, cargan pasaje y nadie les dice nada”.

Los trabajadores del volante señalaron que en Pahuatlán hay mucho trabajo, “lo que pasa es que no quieren sacar todas su placas, una, para encarecer el precio y poder vender otras placas y lo malo es que el gobierno del estado no quiere liberar más juegos de placas para nosotros, pero a ellos sí”. 

En la actualidad hay tres sitios de taxis: el Del Valle, el  Pahuatlán y el Zaragoza; cada uno con unidades funcionando, “cuando en realidad deben ser como 18 taxis en total”, comentaron que la tarifa que cobran los taxis regulares es de 200 pesos y ellos 150 pesos, pero cuando los sacan del servicio, los regulares incrementan el precio considerablemente.

Para los taxistas que no tienen placas, su servicio “es un bien para la gente”, a diferencia del número de taxis que hay funcionando (los regulares), los taxis irregulares suman 60.