Apenas inicia mi conspiración: Lydia Cacho

 

Son más de dos mil personas en la plaza de armas escuchando a Lydia Cacho, oyendo con atención cómo aunque el máximo tribunal de justicia ha decidido exonerar a Mario Marín, Lydia Cacho no se rinde: “Esto aún no se termina”, revira.



Selene Ríos Andraca

 

Es el regreso de Lydia Cacho a la ciudad de Puebla. Ya sin escolta y sin judiciales torturándola. Es el retorno de la periodista que puso de cabeza al gobierno marinista y enterró las aspiraciones políticas de Mario Marín Torres. Es Lydia Cacho en la plaza de armas de la capital poblana, ante unas dos mil personas advirtiéndole al gobernador: “Mi conspiración apenas inicia”.


Este sábado, más de dos mil personas abarrotaron el zócalo para estar en la presentación del último libro de Lydia Cacho, Memorias de una Infamia, en el que la periodista narra por primera vez desde su detención en diciembre de 2005, las 20 horas de traslado desde Cancún, Quintana Roo hasta el Centro de Rehabilitación Social San Miguel, en la capital poblana.


Conmovida por el recibimiento de los poblanos y los elogios vertidos por sus colegas Carmen Aristegui y Sanjuana Martínez, Lydia Cacho aseguró que no existe manera alguna para que Mario Marín logre acallarla: “Les van a faltar balas para matarme”.


En un discurso lleno de agradecimientos para los reporteros poblanos, para sus incondicionales en Puebla, Lydia Cacho lanzó una amenaza para el gobierno marinista: “Esto no se ha terminado, apenas comienza la exposición de Marín con las redes de pederastia”.


Y dijo más, que ese día, que ese sábado 5 de abril —exactamente dos años después de su primera visita como una heroína— comenzó la conspiración contra Mario Marín: “Que el gobernador sepa que hoy comienza, que está comenzando una conspiración contra él de todos nosotros, porque estamos fusionando nuestras respiraciones para no quedarnos callados.”


Las periodistas Carmen Aristegui y Sanjuana Martínez se burlaron de Mario Marín por su fallido intento de boicotear la presentación del libro: “Tenemos un gobernador en Puebla que se dedica a quitar espectaculares de Lydia Cacho para colocar uno de cosas para bebés.”


Aristegui y el jurista Lorenzo Córdova hicieron un recuento de la sesión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación del 29 de noviembre de 2007, cuando seis ministros decidieron darle carpetazo al caso Marín-Cacho. Recordaron las palabras del ministro Sergio Salvador Aguirre Anguiano: “¿De qué se queja la señora? (…) Fue una violación a sus garantías pero no grave.”

 

No podíamos esperar
menos de Marín: Cacho

 

En rueda de prensa previa a la presentación del libro, Lydia Cacho mandó el primer mensaje para Mario Marín: “Quiero decir que Marín se equivoca si cree que bajando un letrero nos va a callar”.


Policías estatales retiraron el espectacular que anunciaba la presentación de Memorias de una infamia, colocado en la 11 Sur casi esquina con la avenida Reforma, bajo el risible argumento de que “era peligroso”, explicó la defensora de derechos humanos de mujeres y niñas maltratadas.


“Debo decir que no podíamos esperar menos de Marín. Teníamos la publicidad posible, casi una semana antes de la presentación, la policía llegó en la noche a la casa que renta su azotea para el espectacular que anunciaba la presentación del libro, la Policía desarmó el espectacular, argumentando que era peligroso y aunque hubo una queja de la señora, los policías no la escucharon.”


Cacho aseguró que con la determinación de la Suprema Corte de Justicia, algunos medios locales decidieron darle la espalda a ella para quedarse del lado del poder, aunque durante dos años llevaron su caso en sus respectivas páginas.
“Con la determinación de la Corte, algunos de los directivos de los medios poblanos han elegido quedarse del lado del poder. Durante dos años, reporteras y reporteros no dejaron el caso, no me dejaron sola. Yo vengo a darles las gracias, vengo a cerrar un ciclo y a iniciar una conspiración (…) La prensa internacional debe conocer la situación que viven las reporteras y los reporteros poblanos.”


—Decía usted que hay dos medios en Puebla que llevaron su caso y que lo bajaron porque recibieron dinero. ¿A qué se medios se refiere?
—Esa pregunta fue parte de la conversación off the record con este colega. Parece que no hay nadie de aquí que no sepa qué medios lograron ganar con mi caso y qué medios se han sostenido éticamente con mi caso, eso ya es de ética personal.


Sonriendo, Cacho reiteró que hay un grupo de abogados internacionalistas que se encuentran preparando su caso para llevarlo a la Corte Interamericana de Derechos Humanos.


“En este momento estamos trabajando con un grupo de abogados, ellos explicarán cómo están preparando el caso en los tribunales internacionales. Me emociona muchísimo, esto no se ha terminado, apenas comienza la exposición de Marín con las redes de pederastia.”


—Lydia, a raíz de tu situación se ha intensificado la represión contra los medios independientes, sobre todo la económica.
—Sabemos cómo es Mario Marín. El tema financiero es complejo, siempre he sido reportera, nunca propietaria. Los medios son negocios que viven parcial o totalmente del dinero del erario, hay maridajes que complican el trabajo de los reporteros— atajó la periodista.

 


 
 
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