Arriba un espía a la Subsecretaría de Asuntos Jurídicos  
        Estará en la administración estatal con Carlos Arredondo 
	     Gracias a la información política y al espionaje se ganó la confianza de los secretarios de Gobernación: Carlos Arredondo, Rómulo Arredondo, Javier López Zavala y Mario Montero Serrano  
         Selene Ríos Andraca 
            
            
          A la Subsecretaría Jurídica de Gobernación arribó el  espía eficaz del sexenio marinista: Jorge Francisco Díaz Gil, quien logró  granjearse la confianza de Carlos Arredondo, Rómulo Arredondo, Javier López  Zavala y Mario Montero Serrano, con base en la venta de información de enemigos  políticos y empresariales.  
           
            La confianza del ex secretario de Gobernación Javier  López Zavala, se la ganó después de que Jorge Francisco Díaz, hasta ayer titular  de la Coordinación  de Análisis Consultivo de la   Segob, contactara a Eduardo Montoya Liévano, ex presiadiario  encomendado a espiar las actividades del ex alcalde capitalino Enrique Doger  Guerrero.  
           
            El punto fuerte de Jorge Francisco Gil, nuevo  subsecretario de Asuntos Jurídicos —vacante que dejó Armando Toxqui— es la  información política que recopilaba a través de sus amigos José Ventura  Rodríguez Verdín, ex director de la Policía   Estatal; Hugo Isaac Arzola, director de la Policía Judicial y Alfonso  González, alias “El Gussy” titular de la Subsecretaría de  Enlace Institucional y Participación Ciudadana. 
           
            Otro punto fuerte del subsecretario de Asuntos  Jurídicos fue su labor durante la campaña de Mario Marín Torres en 2004. A pesar de fungir  como jefe de Asesores de Gobernación durante el sexenio melquiadista, él fue el  coordinador de la famosa “marea roja”, encargada de la operación electoral a  favor del PRI en la elección del 14 de noviembre de aquel año. 
           
            Fuentes del gobierno marinista consultadas por Cambio narraron la historia de Díaz Gil,  sus puntos fuertes en las administraciones que ha laborado, sus pasos oscuros  por la   Procuraduría General de Justicia y su consolidación como  espía político en la   Secretaría de Gobernación.  
           
            Aunque está a punto de concluir su doctorado en  Derecho, Jorge Francisco Díaz carece de tacto político para tratar conflictos  sociales. Un ejemplo claro de su ineptitud fue el caso de Sergio Tosscani  Ávila, propietario del canal 32 International  Chanel News, quien fue acusado de defraudar a la familia que le rentaba el  edificio, por deberle a sus empleados y arrebatarles terrenos a ejidatarios de  Tonanzintla.  
           
            El caso Tosscani se le entregó a Díaz Gil para que lo  solucionara, empero, conforme pasaron los días el escándalo se incrementó y el  entonces secretario de Gobernación, Javier López Zavala dio la orden para que la Policía Estatal embargara al  defraudador.  
           
            Pese a que demostró en varias ocasiones su falta de  tacto para solucionar conflictos sociales, Javier López Zavala planeó en algún  momento entregarle la Subsecertaría   Jurídica cuando se agravó su relación con Armando Toxqui.  
            
          Díaz Gil, sus  días negros en la PGJ 
           
            Jorge Francisco arribó a la administración pública  durante el sexenio de Melquiades Morales Flores. Fue Carlos Arredondo el que lo  invitó a sumarse a su equipo cuando fungió como titular de la Procuraduría General  de Justicia.  
           
            Arredondo lo nombró titular del Instituto de  Capacitación de la   Procuraduría y cuando ambos se fueron juntos a la Secretaría de  Gobernación, el primero como titular y el segundo como jefe de asesores. 
           
            Iniciada la administración marinista, el gobernador  desapareció los cargos de asesores del organigrama gubernamental y fue  entonces, cuando tomó el cargo de titular de la Coordinación de  Análisis Consultivo de Gobernación.  
            
          Los amigos de  Gil Díaz 
            
          Hugo Isaac Arzola, director de la Policía Judicial  Estatal, es uno de los hombres más cercanos al nuevo subsecretario. De acuerdo  a las fuentes consultadas de la   PGJ, Arzola no da un paso sin el consejo de su amigo.  
           
            Arzola le entrega información trascendente sobre el  personaje político en boga o bien sobre los problemas de los políticos  incómodos de la administración.  
           
            Rodríguez Verdín es otra de las fuentes de nuestro  personaje. Él le ha entregado la información más relevante que ha manejado al  interior de Gobernación.  
            
          El espía de  Doger 
           
            La confianza de Zavala se la ganó muy rápido, gracias  al contacto con Montoya Liévano, quien se encargó de vigilar cada uno de los  movimientos del polémico ex alcalde capitalino, Doger Guerrero.  
           
            Cambio publicó el 19 de julio de 2007 un  reportaje en torno a la contratación por parte del Gobierno del estado de  Eduardo Montoya Liévano, ex procurador de Chiapas y ex presidiario e  investigado por presuntos vínculos con el narcotráfico, el cual —según las  fuentes consultadas— tiene como encargo principal estar al pendiente de las  actividades públicas y privadas del presidente municipal Enrique Doger  Guerrero.  
           
            En esta información revelada por fuentes del Gobierno  del estado, se aborda también la existencia de Gaspar Bences García, señalado  por haber sido contratado por el secretario de Gobernación, Javier López  Zavala, como el encargado de realizar un seguimiento personalizado a las  actividades del alcalde capitalino Enrique Doger Guerrero. 
            
          La anécdota  chistosa 
           
            Durante el sexenio de Melquiades Morales, Jorge  Francisco Díaz, entonces jefe de asesores, vivió una de las escenas más cómicas  de la clase política. 
           
            De acuerdo a las fuentes consultadas, Díaz Gil se  encontraba en una negociación con el líder de Antorcha Campesina, Juan Celis  Aguirre, quien había convocado a una toma de Casa Aguayo que ya se había  prolongado durante tres días. 
           
            Era la madrugada del tercer día, cuando Díaz Gil en  plena negociación se quedó dormido. Un empleado de Gobernación comenzó a moverlo  para que despertara. 
           
            Alterado, Díaz Gil despertó preguntando: “¿De cuánto va  a ser? ¿De cuánto va a ser?” 
            “Tranquilo, señor, estamos negociando apenas”,  respondió su subalterno.  
            
          Subsecretario  y karateka 
           
          Amigos del subsecretario narraron a Cambio que Jorge Francisco es un asiduo  deportista y especialista en el arte marcial kung fu. 
           
        “A veces queda de comer con su hermana que vive en  Atlixco, manda a su familia en carro y él se va corriendo.” 
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