Sector Salud, a punto del colapso


Pésima operación de hospitales públicos, resultado de la pugna Morales-Eusa


El Hospital General de la Zona Norte registra un desabasto significativo de medicamentos, falta de especialistas y enfermeras. En el Hospital General de Agua Santa, las carencias y las condiciones insalubres de trabajo culminaron en un paro de labores


Efraín Núñez Calderón

 

 

Los servicios de Salud en el estado están a punto de colapsar debido a que la pugna entre Roberto Morales Flores, titular de la dependencia y la dupla Eusa-Villa Issa ha provocado la reducción de la operatividad de los hospitales poblanos por debajo del 50 por ciento. Inaugurado desde el año pasado, el Hospital General de la Zona Norte registra un desabasto significativo de medicamentos, falta de especialistas y enfermeras. Más aún, hasta el momento se desconoce hasta cuándo llegará la tecnología que prometió el gobernador Mario Marín cuando inauguró, casi en obra negra, la segunda etapa de dicho nosocomio.


Aunado a la crisis que se vive en el Hospital General de Agua Santa, donde las carencias y las condiciones insalubres de trabajo culminaron en un paro parcial de labores la semana pasada, en el Hospital General de Tepeaca “Blandina Torres de Marín”, aún existen áreas que están en construcción a pesar de haber sido inaugurado por el gobierno del estado con bombo y platillos.


No es todo, ya que este centro de salud sólo cuenta con una ambulancia para atender emergencias en toda la región, lo cual se suma al desabasto de medicinas y a la falta de médicos y enfermeras.


En una visita realizada por cambio al “hospital de ricos para pobres” —General de la Zona Norte— cuya segunda etapa tuvo un costo de más de 700 millones de pesos, se pudo constatar la molestia de los pacientes y sus familiares, pues tienen que realizar estudios clínicos en laboratorios privados, además de que el hospital no cuenta con banco de sangre.
Peor aún, ya que por la falta de especialistas y de equipo de primera, buena parte de las cirugías y los enfermos son canalizados al Hospital General de Agua Santa, donde el personal médico no se da abasto.


La mayor parte de los pacientes desconoce que la Secretaría de Salud debe proporcionar los medicamentos sin costo alguno. Pero no sólo eso, ya que ante el desabasto de medicinas tienen que ir a buscarlos a farmacias que se encuentran alejadas del nosocomio.


Una usuaria que omitió dar su nombre por miedo a represalias, denunció que su esposo, enfermo de insuficiencia renal, estuvo a punto de desangrarse debido a que en el hospital no hay banco de sangre, por lo que se vio en la necesidad de ir hasta Agua Santa en una emergencia para poder reanimar a su familiar:


“Operaron a mi esposo pero no quedó bien, hemos estado aquí una semana, ya casi gastamos 10 mil pesos en toda la atención que se le ha dado. Nos han pedido medicamentos que no los encuentras aquí (…) Yo me pregunto para qué tanto lujo sino te atienden bien. Con todo lo que hemos gastado mejor lo hubiésemos internado en un sanatorio particular, ahí sí lo atienden bien (…) No sé cuando lo vayan a operar otra vez, ya estoy desesperada”, dijo con el rostro desencajado.

 

“Más policías
que doctores”


Entre los pacientes del Hospital del Norte —construido por uno de los empresarios consentidos del sexenio, Óscar García— hay una molestia generalizada. Y es que no existen los suficientes médicos para brindar un servicio de calidad.
Un grupo de personas sentadas en la sala de espera —en donde pasan las noches durmiendo en el suelo apenas con unas cobijas— se quejan por el excesivo número de policías auxiliares, custodiando las entradas principales del hospital: “hay más policías que doctores”, expresa uno de ellos con dejo de molestia.


Oriundo de San Andrés Cholula, este hombre de aproximadamente 40 años, familiar de un enfermo de diabetes señala que aunque hasta el momento han atendido bien a su papá, por las noches sólo hay un médico y una enfermera para atender a casi todos los pacientes del nosocomio.


Una señora sentada junto a él se incorpora a la plática y cuenta que a su familiar le han tenido que realizar estudios de “cultivo y bacterias”, laboratorios con los que no cuenta el hospital por lo que tuvo que buscar un servicio privado y oneroso por poder realizarlos.


Todos coinciden en que al hospital le falta mucho para brindar el servicio a toda su capacidad. Pues aunque el área de hospitalización y urgencias funcionan, aún con un número reducido de médicos, el área de cirugía, consulta externa y laboratorios no están al 100 por ciento.


Hasta el momento no ha llegado el equipo sofisticado que estaba anunciado para este hospital cuyo costo de construcción se compara a las lujosas unidades hospitalarias del grupo Ángeles de Olegario Vázquez Raña.


Cambio publicó a principios de 2008, que fue la constructora Diseños Arquitectónicos de Puebla de Óscar García, la firma que realizó la construcción de la primera etapa de este hospital, que tuvo un costo 194 millones 943 mil pesos, mientras que la segunda etapa le fue asignada a la constructoras Urban Fix, SA de CV.


A pesar de que la segunda etapa fue inaugurada el 14 de enero de este año, la primera etapa estuvo lista en enero de 2007, por lo que no se justifica que aún no opere al 100 por ciento toda la unidad hospitalaria.


Hay que decir que ambas etapas fueron construidas por Óscar García, quien incumplió los términos de la licitación ya que el hospital tuvo que ser terminado el 31 de diciembre de 2007 en sus dos etapas, sin embargo, cuando lo inauguró Mario Marín, aún había áreas en obra negra y no se había contratado la luz eléctrica.

 

En Tepeaca,
hospital inconcluso


En el hospital General de Tepeaca “Blandina Torres de Marín” —nombrado así por la madre del gobernador Mario Marín— se registran dos problemáticas: operatividad y obras inconclusas. El primer factor se debe a que las diferencias entre Roberto Morales y funcionarios de primer nivel en la Secretaría de Salud, ha propiciado que no liberen los recursos necesarios para que los nosocomios dependientes de esta secretaría funcionen cabalmente.


Sin embargo, la obra inconclusa es una responsabilidad que le compete únicamente a Javier García Ramírez, secretario de Desarrollo Urbano y Obras Públicas, así como al constructor Óscar García, ya que a través de Diseños Arquitectónicos e Ingeniería de Puebla fue el encargado de la construcción de este hospital que debió haberse concluido el 15 de octubre de 2007.


Cambio constató que el hospital no puede operar al 100 por ciento, pues aún se construye una de sus áreas. Es decir, el hospital fue inaugurado inconcluso y de nueva cuenta la empresa ganadora de la licitación incumplió con los términos de la convocatoria con 10 meses de atraso.


Dicho nosocomio tuvo un costo de 126 millones 555 mil pesos, según el apartado de licitaciones de la Seduop, sin embargo, se desconoce a cuánto asciende el precio inicial con el retraso injustificado en su terminación.

 

Falta personal


En entrevista, Miguel Ángel Carvajal, médico encargado del turno sabatino reconoció que el Hospital General de Tepeaca carece del personal médico suficiente para poder ofrecer los servicios al 100 por ciento.


Dicha carencia generalizada en la mayor parte de los hospitales del sector salud en Puebla se debe a que Leopoldo Roberto Eusa Dobbie, director de Operación e Infraestructura, así como Ricardo Villa Issa, coordinador de los Servicios de Salud en el estado, no están liberando los recursos necesarios para cubrir estos requerimientos, con el fin de “ahorcar” a Roberto Morales Flores, secretario de Salud, afirmaron fuentes de la dependencia.


Carvajal confirma que esta falta de recursos ha provocado falta de medicamentos sofisticados en Tepeaca, aunque dijo que de las medicinas comunes están debidamente surtidos.


Sin embargo, sólo cuentan con una ambulancia en dicha unidad hospitalaria para atender a los enfermos y todo tipo de urgencia que se requiera en una región tan grande como la de Tepeaca.


En entrevista, los pacientes se quejaron de que por la carencia de médicos suficientes un médico y una enfermera están a cargo hasta de 5 o 6 pacientes en un mismo cuarto, por lo que consideran que no tienen la atención requerida.


Una mujer de más de 30 años que fue atendida por un legrado, manifestó que en el Hospital General de Tepexi no le cobran las consultas, sin embargo, tuvo que acudir al de Tepeaca por la cercanía, aunque por la operación tuvo que cubrir un costo de más de 3 mil pesos, los cuales pagó con esfuerzos pues su esposo es campesino.

 

 

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