Huesca remueve a sacerdote exorcista

Acusan pobladores de que realizaba estas prácticas en Atoyatempan

Además, vecinos de la zona acusan a Severino Méndez Hernández de abusar sexualmente de jóvenes de la comunidad

Olivia López Pescador

El arzobispo de Puebla Rosendo Huesca y Pacheco determinó remover el día de ayer de su cargo al párroco de Atoyatempan, Severiano Méndez Hernández, porque presuntamente practicaba exorcismos en su comunidad durante la realización de unos retiros. Mientras se efectúan las investigaciones exhaustivas, otro religioso habrá de brindar la atención pastoral en dicha comunidad.

Bajo el lema de “No más exorcismos en la parroquia”, vecinos de la zona acudieron ante la curia arzobispal a exigir la salida de este sacerdote quien, además de practicar exorcismos, se presume que ha abusado de algunas jovencitas y no ha dado cuentas claras de los recursos económicos de la parroquia.

Ante estas situaciones, el presbítero Rafael Amador Tapia, vicario general de la diócesis, fue el encargado de atender las demandas de los inconformes.

“El señor arzobispo jamás ha autorizado dichas prácticas o retiros donde se llevan a cabo presuntos exorcismos; segundo, en vista de que una parte de la comunidad se siente lastimada y desorientada por la actitud de su párroco, se ha tomado la decisión de separarlo de dicha parroquia. La atención pastoral de los fieles estará a cargo de los párrocos vecinos. Tercero, a la brevedad posible se designará un nuevo párroco para atender a la comunidad de Atoyatempan. Cuarto, el Arzobispado de Puebla llevará a cabo una investigación exhaustiva a fin de tomar las medidas necesarias para que estas prácticas no se repitan en nuestra arquidiócesis”, relató el vocero de la arquidióceis, Eugenio Lira.

Verónica Ortiz Méndez, vecina del municipio de Atoyatempan, refiere que a pesar de que hay rumores de que el padre ha tenido relaciones sexuales con algunas jovencitas, ninguno de los pobladores ha presentado ninguna denuncia.

Durante los supuestos exorcismos, el padre Severiano Méndez Hernández bañaba a las niñas y éstas se convulsionaban. El pasado sábado, cuando llegaron a la iglesia, el padre comenzó a ungir con un aceite a niños y jóvenes, y éstos empezaron a desmayarse cuando les ponía aceite en frente y orejas, relataron algunos de los inconformes.

“Ante estos daños a la salud, acudimos a la parte médica, y en Puebla, en el hospital de la Beneficencia Española, el doctor que atendió dijo que se trataba de una psicosis colectiva, y no quiso dar más explicaciones”, añadió Verónica Ortiz. Sin embargo, el sacerdote no está solo, ya que el presbítero Victoriano Ramírez Carvajal está realizando los supuestos exorcismos en los retiros de “liberación”, por estas circunstancias un joven tardó tres días en reaccionar y ante tal situación, Méndez Hernández dijo que no se espantaran, que la Virgen se había manifestado. Hubo un caso de una jovencita que manifestó tanta desesperación que intentó aventarse al canal del agua porque mencionaba que la seguían los demonios.

Otra de las inconformes reveló que Méndez Hernández no quiere dejar la Iglesia por cuestiones económicas, porque hay mucho dinero de por medio, ya que son más de 400 mil pesos que han recaudado por concepto de la fiesta del pueblo. Desde hace cuatro años que está al frente de este templo, nunca ha dado ningún informe del dinero que se tiene en caja, no sólo por parte de la iglesia, sino también por parte del consejo integrado por Elfego Galindo y Arturo Ortiz (quien funge como secretario).

Luego de reconocer que no es la primera vez que platican con el presbítero Rafael Amador Tapia, vicario general de la diócesis , señalaron que después de las denuncias que han venido haciendo los habitantes de Atoyatempan, el pasado 8 de agosto parece que le llamaron la atención al padre Severiano; sin embargo, parece que el regaño sólo le duró cuatro días, porque regresó de un retiro de Zacatecas, sigue realizando acciones prohibidas y ya hasta convocó para el próximo miércoles a otro retiro.

Durante la mañana del día de ayer, el mayordomo Gumaro Téllez advertía que de no obtener una respuesta favorable de la autoridad eclesiástica, tomarían el templo, no sólo por los casos de exorcismo, sino porque había acoso sexual en contra de algunas jovencitas; sin embargo el asunto no pasó a mayores, porque fueron atendidos por el vicario y obtuvieron una respuesta.

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