Sí son mis bardas: Fernández del Campo


Las mandó a hacer desde octubre para “acercar a la gente” a su casa de gestión


El legislador priista y presidente de la Gran Comisión asegura que sus bardas promocionales no violentan la ley electoral debido a que no promueve sus logros o acciones obtenidos en el Congreso.


Selene Ríos Andraca

 

 

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El diputado priista Pablo Fernández del Campo Espinosa confesó que las bardas ubicadas en el distrito cuatro local y 12 federal que promocionan su nombre, su logotipo y su eslogan de campaña son de su autoría y las justificó bajo la necesidad de promocionar su casa de gestión, aunque adujo que no viola el artículo 134 constitucional.


Ayer Cambio exhibió una serie de bardas de Pablo Fernández del Campo, en las que el diputado local promociona su nombre, logotipo y el eslogan que utilizó en la campaña de 2007, violentando de manera flagrante el artículo 134 de la Constitución mexicana que establece la prohibición de las promociones personales de parte de servidores y funcionarios públicos.


También reveló que las bardas las mandó pintar a principios de octubre, justo cuando determinó mudar su casa de gestión a la colonia Insurgentes, donde considera que se encuentra el mayor número de habitantes del cuarto distrito con más necesidades.


“Las bardas las puse a principios de octubre. Lo que pasa es que la casa de gestión, que existe desde mi primer día de diputado, había dos, una en el Mirador y otra, y la pasamos a una parte más popular del distrito para que estén en contacto con nosotros”.
Pablo Fernández es presidente de la Comisión de Gobernación del Congreso local, la cual es la encargada de realizar en primera instancia las adecuaciones de la Constitución local y del Código de Instituciones y Procesos Electorales (Coipep) con la reformada Constitución mexicana en materia electoral y sin embargo, es uno de los principales impulsores para retardar la reforma electoral en Puebla.


En entrevista para Cambio, Fernández del Campo rechazó que tenga alguna intención de formar parte de la lista de candidatos del PRI a diputado federal, debido a que su única aspiración política es terminar su trabajo como diputado local.


Según el legislador, el objetivo de sus bardas es acercarse a los ciudadanos que votaron por él en el proceso electoral de 2007: “Es una forma de estar en contacto con las personas que depositaron la confianza en un servidor, es una casa de gestión para que se les ayude a hacer cualquier tipo de trámite administrativo, o de programas del Gobierno estatal o municipal, la gestión en el amplio  sentido de la palabra. El objetivo es comunicar e informar sobre la dirección de la casa de campaña y del espacio en internet.”


Es preciso resaltar que el 134 constitucional establece: “La propaganda, bajo cualquier modalidad de comunicación social, que difundan como tales, los poderes públicos, los órganos autónomos, las dependencias y entidades de la administración pública y cualquier otro ente de los tres órdenes de gobierno, deberá tener carácter institucional y fines informativos, educativos o de orientación social. En ningún caso esta propaganda incluirá nombres, imágenes, voces o símbolos que impliquen promoción personalizada de cualquier servidor público.”


Aunque se le insistió en que sus bardas incluyen nombre y símbolo como promoción “personalizada”, Fernández del Campo aseguró que antes de invertir sus propios recursos en la pinta de las mismas, fue asesorado por abogados especialistas en la materia para mantenerse al margen de la ley.


“El logotipo de campaña era rojo y ahora es verde. El 134 no se refiere a lo que nos encontramos, sino para dar a conocer logros o acciones del funcionario, pero nosotros estamos dando a conocer la ubicación de la casa de campaña. Mis bardas las valoramos jurídicamente, minuciosamente, antes de hacerlas para hacerlas acorde a la ley.”


Aunque el 134 establece que sólo es permitida la promoción institucional con fines informativos, educativos o sociales, Fernández del Campo asegura que ese artículo prohíbe que los funcionarios y servidores públicos utilicen programas o logros para destacarse electoralmente.


“El 134 habla de las acciones que se den a conocer, habla de programas de gobierno no pueden ser personalizados. Ahí sí se prohíbe, pero aquí no es el caso, sino de una casa de distrito, de gestión para que vayan a visitarnos, es una forma de estar en contacto con ellos.”


—¿Tienes intenciones de buscar la diputación federal? —se le preguntó a Fernández del Campo.
—Actualmente estoy comprometido con el Congreso y hay mucho trabajo por delante.
—¿Te dejaremos de ver por el Congreso a partir de enero, vas a renunciar?, porque los aspirantes a una candidatura federal tendrán que dejar su puesto en esa fecha.
—Pues será en enero de 2011.
—¿Te veremos por aquí hasta que concluya la legislatura?
—Pues esa es mi intención.
—¿Y qué podría modificar esa intención?
—La muerte, las circunstancias, apostar por el futuro es especular.

 

 

 

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