Ese sonido de falsas explosiones en General Motors


Bill Vlasic / Detroit


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El futuro toca a la puerta de nuevo

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Como un vehículo utilitario deportivo (SUV, por sus siglas en inglés), gran consumidor de gasolina que llega arrastrándose a la bomba, General Motors necesita llenarse rápidamente de efectivo.


Pese a una amplia reestructuración desde 2006, el mayor fabricante de automóviles de Estados Unidos podría pronto tener que recaudar nuevo capital operativo para compensar una pronunciada declinación en las ventas de vehículos estadounidenses. Inversionistas preocupados por las perspectivas de la compañía, incluida la posibilidad de una bancarrota, han hecho bajar las acciones de GM a alrededor de 10 dólares, su punto más bajo en más de 50 años.


Ejecutivos de GM restan importancia en privado a la idea de que algún día pudieran verse obligados a buscar la protección del Capítulo 11, pero está creciendo la presión en Wall Street para que la compañía recaude efectivo en los mercados de capital y de deuda.


“El rápido cambio en el medio ambiente externo, especialmente los precios del combustible y la demanda, ha superado al cronograma de reestructuración más agresivo de GM”, dijo John Casesa, socio administrativo de la firma de consultoría Casesa Shapiro Group en Nueva York. “GM necesita capital para terminar el trabajo”.


GM tien 23 mil 900 millones de dólares en efectivo a la mano, junto con líneas de crédito por otros 7 mil millones de dólares.


Rick Wagoner, presidente de GM, ha declinado comentar los planes de financiamiento del fabricante de autos desde que anunció una serie de cierres de plantas el mes pasado.


Las matemáticas simples sugieren que el fabricante de autos tiene suficiente efectivo para todo 2009, si son precisas las estimaciones de los analistas de que GM está gastando mil millones de dólares más cada mes de lo que está recibiendo. Pero el colchón de efectivo de GM parece lejos de ser cómodo dada la extraordinaria declinación en las ventas de autos.


Los crecientes precios de la gasolina y una economía débil hicieron bajar en 10 por ciento las ventas de vehículos nuevos en el primer semestre del año. GM tuvo un desempeño peor que el mercado en general, con una declinación de 16 por ciento en sus ventas hasta junio.


Y el mercado para las grandes camionetas pickups y vehículos utilitarios deportivos (SUVs), que según analistas generan una utilidad de hasta 10 mil dólares cada uno sobre modelos como la Chevrolet Suburban y la Cadillac Escalade, descendió en 25 por ciento conforme los consumidores huían hacia modelos más eficientes en el uso del combustible.


GM así como sus rivales Ford Motor y Chrysler, han puesto en inactividad a miles de trabajadores y cerrado plantas que producían SUVs y pickups. Pero cerrar plantas no ayudará a la hoja de balance de GM.


Un analista de la industria, Himanshu Patel de JPMorgan Chase, pronostica que GM utilizará 18 mil millones de dólares combinados en efectivo este año y el siguiente. Aunque descarta los temores de bancarrota, Patel dijo en una nota de investigación que las “preocupaciones de liquidez” requerirán que GM pida préstamos hasta 10 mil millones de dólares antes del final de este año.


“GM está utilizando efectivo muy rápidamente, pero aún tiene muchos activos libres de gravamen que pueden servir de garantía en préstamos”, dijo.

 


El fabricante de autos está dispuesto a recortar más puestos de oficina y está retrasando algunos programas de producto para conservar fondos. GM también ha puesto a la venta su marca Hummer, y podría considerar eliminar, reducir o vender marcas marginales como Saturn y Pontiac.


Reducir puestos de trabajo o deshacerse de marcar reducirá costos, pero esas acciones no reemplazarán a los ingresos perdidos en el desplome del mercado de vehículos.


“Los cierres de plantas, la eliminación o ventas de algunas líneas de productos, y más recortes de empleos de oficina sólo refrenarán la agonía”, dijo Louis Lataif, decano de la Escuela de Administración de la Universidad de Boston y ex ejecutivo de Ford. “Estas acciones no pueden restablecer la lucratividad”.


Patel y otros analistas predicen que el mercado de vehículos en general se recuperará en 2010. Para entonces GM espera lanzar nuevos autos de pasajeros que pudieran estabilizar su participación de mercado.


Sin embargo, GM necesitará capital para asegurar su supervivencia hasta que se recupere el mercado. La compañía también necesita acallar los temores entre los inversionistas y, con suerte, revivir su precio accionario.


GM tiene pocos activos considerables que vender, pero la compañía pudiera emitir nuevas acciones para recaudar dinero. Una posibilidad sería una “oferta de derechos” que da a los accionistas actuales la primera oportunidad de comprar nuevas acciones, según dos personas con conocimiento de los planes de GM.


Otra opción sería buscar fondos entre inversionistas privados a cambio de acciones preferentes en sus crecientes operaciones internacionales como garantía colateral.


Recaudar más efectivo permitiría a GM continuar su crítico trabajo de desarrollo sobre vehículos como el Chevrolet Volt, su prometedor auto eléctrico que debe ir a producción a fines de 2010.


Analistas también han planteado la posibilidad de que GM pida al sindicato United Automobile Workers que retrase el financiamiento que hará la compañía de un nuevo fideicomiso de atención médica para trabajadores retirados.


GM presionó fuerte para la creación del fideicomiso en negociaciones contractuales el año pasado porque eliminaría las cuentas de atención médica actuales de su hoja de balance.


Pero con la disminución de sus reservas de efectivo, el fabricante de autos podría verse duramente presionado para presentar el financiamiento para el fideicomiso. El sindicato, por su parte, podría necesitar sopesar si GM pudiera financiar la atención médica de los retirados si la compañía se declarara en bancarrota. Ni GM ni el sindicato han estado dispuestos a comentar la posibilidad.


Ford parece mejor posicionado que GM para soportar la baja en las ventas. Tiene una mayor reserva de efectivo de alrededor de 29,000 millones de dólares, resultado de un histórico ofrecimiento de deuda hace dos años en el cual Ford prometió casi todos sus activos como garantía colateral. La compañía también está utilizando menos efectivo cada mes, según analistas.


Ford también tiene un importante inversionista, el financiero multimillonario Kirk Kerkorian, que ha indicado su disposición a prestar dinero al fabricante de autos para financiar sus operaciones.


Hace justo dos años, Kerkorian era un gran accionista en GM, antes de una discusión con la administración.

 

 


 
 
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