Rechaza Conaculta que la Mega sea mega


Precisa Hegewisch que el recinto no busca competir con bibliotecas latinoamericanas


Oscar Cid de León / Agencia Reforma

 

La Biblioteca Vasconcelos, concebida como el proyecto cultural más importante del sexenio pasado, no persigue el objetivo de conformar un acervo que aspire competir con los centros bibliotecarios más importantes de Latinoamérica, precisó en entrevista Álvaro Hegewisch, Secretario Técnico B del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta).


"Ahorita lo que se busca es que el inmueble quede como se proyectó, que cuente con todas las instalaciones de manera adecuada, que cumpla con los requisitos de obra civil y que dé un servicio seguro a la población.


"No podemos ir más allá de lo que se proyectó en términos arquitectónicos", refirió el funcionario.


La llamada Megabiblioteca, conformada por 450 mil volúmenes, cuenta con una estructura arquitectónica que posee una capacidad máxima para albergar 1.5 millones de ejemplares, cifra que, de alcanzarse, aún quedaría muy por debajo de la Biblioteca Nacional de Brasil, por ejemplo, que con sus 8.5 millones de libros representa la mayor de Latinoamérica (REFORMA 09/06/08).


"Aquí es importante mencionar que el objetivo de la Biblioteca Vasconcelos no fue generar un gran acervo", subrayó.

 

¿Cómo es posible que la Mega no se haya proyectado bajo ese objetivo?


Yo no podría hablarte al respecto, porque finalmente no formé parte de esa proyección, o de cómo se generó la proyección de esta Biblioteca.


Pero sí creo que, por lo evidente, y por lo que puedo saber, no es una biblioteca en la que se busque tener un gran acervo bibliográfico, sino que sea un cerebro digital (de la Red Nacional de Bibliotecas Públicas).

 

O sea que la Mega no es mega...


¿Por qué le dicen la Mega, eh? Pues no, tú lo has dicho, tiene una capacidad de acervo que no es mega.

 

¿Cuál entonces es la misión?


Está pensada como un cerebro de la Red de Bibliotecas, como un lugar de consulta no especializado, digamos, sino como una biblioteca como muchas en el mundo: un espacio cultural, no una biblioteca con servicios altamente especializados.


Lo que nosotros estamos procurando es que se cumpla con la condición de ser un centro que logre la digitalización de contenidos, y que ahí se tenga accesibilidad tecnológica a toda la red de bibliotecas, que funcione como cerebro.

 

En este último renglón, precisó Hegewisch, es donde la Vasconcelos tiene grandes posibilidades.


"Esa sería una de las misiones, porque finalmente son varias. También es atender a un público diverso que pueda tener un acceso de manera fácil a distintos acervos, y transformarla en un centro cultural para el fomento a la lectura".


Pero la mal llamada Mega tendrá que esperar todavía para convertirse en el "cerebro" referido, pues aún no hay una fecha de reapertura, reconoció.


Con un costo total de mil 300 millones de pesos, la Vasconcelos se encuentra cerrada desde marzo de 2007 por problemas estructurales.


"Esperemos que (la reapertura) se dé a finales del año, pero todo dependerá de las entregas de los trabajos (...) Por ahora estamos en una supervisión puntual para que no se den mayores retrasos".


Sobre su dirección, que quedó acéfala tras la renuncia de Ignacio Padilla en agosto, señaló que ya se estudia un sucesor. Mientras tanto, Federico Hernández Pacheco, en su calidad de titular de la Red Nacional de Bibliotecas Públicas, es quien encabeza el proyecto.


Este último declaró el pasado lunes a REFORMA una opinión que contrasta con lo vertido por Hegewisch, pues consideró que la Vasconcelos sí buscaba ubicarse como una de las bibliotecas más importantes de Latinoamérica a nivel acervo.

 


 
 
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