Una máquina olímpica creada para ganar oro


Juliet Macur /Lago Qiandao, China


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Cuando Igor Grinko, ex entrenador soviético con un currículo impresionante, aceptó hacerse cargo del equipo de remo chino hace cuatro a los, funcionarios olímpicos describieron sus expectativas con una simple ecuación: Un oro equivale a mil platas.


“¿Plata? Eso no significa nada aquí; bien se podría quedar en último lugar”, dijo Grinko. “Entrenadores como yo, llegamos, les ayudamos a obtener medallas de oro o somos despedidos”.


En anticipación del debut de China como anfitrión olímpico, funcionarios aquí han aprovechado la oportunidad para probar que su país es una potencia mundial en los deportes. El remo es el núcleo del plan de China para ganar, por primera vez, más medallas de oro que cualquier otra nación en las Olimpiadas.


Grinko, de 62 años, le llamó una prioridad para los chinos enfocarse en deportes como el remo que ofrecen muchas medallas de oro, a diferencia del basquetbol o el futbol soccer. Los Juegos de Verano en Beijing incluyen 14 competencias de remo, 14 oportunidades para que China gane oro y se pruebe a sí misma en su propio terreno.


China ha gastado millones de dólares — quizá miles de millones — en personal e infraestructura para acelerar el crecimiento en deportes ricos en medallas en los cuales ha tenido poco éxito. Alrededor de 20 prominentes extranjeros, incluido Grinko, han sido contratados para entrenar a equipos nacionales en varios deportes, y más están entrenando en provincias que alimentan a esos equipos.


“Están haciendo algunas locuras para ganar medallas de oro, y creen que ganarán muchas”, dijo Grinko, quien también fue entrenador del equipo nacional de Estados Unidos de 1991 a 2000. “¿Estados Unidos? ¿Rusia? ¿Algunos otros países? No hay problema para derrotarlos. Este es u pensamiento”.


Grinko, un hombre de cabello cano y ojos azul acero maestro de chistes cursis que fracasan totalmente con los chinos, es también conocido por su régimen de entrenamiento brutal. Su palabra favorita es sufrir, dijo con una risa tonta. En los nueve años antes de que Grinko se uniera al equipo estadounidense, sus remeros soviéticos ganaron 14 medallas olímpicas y de campeonatos mundiales, incluidas ocho de oro.


Aquí, es el líder inflexible del magnífico complejo atlético de 10 millones de dólares financiado por el gobierno en la ribera de lo que se llama el Lago de las Mil Islas.


China ha ganado cuatro medallas en remo, ninguna de oro, desde sus primeras Olimpiadas en 1932. Pero repentinamente, en un deporte poco conocido para la mayoría de los chinos, los remeros se han convertido en un equipo a derrotar en los Juegos de Beijing. China ha calificado más embarcaciones que todos salvo cuatro de los 57 países en la lista de participantes de remo olímpico hasta ahora.


Desde 2006, los remeros chinos han ganado 18 medallas de oro en campeonatos mundiales y eventos de Copa Mundial, más del doble que el número de victorias en los tres años anteriores. En una regata de Copa Mundial el año pasado en Amsterdam, China asombró a algunos equipos importantes al llevarse a casa 10 medallas. Ganó cinco de oro en los 14 eventos disputados en las Olimpiadas.


Algunos rivales dicen que albergaron sospechas porque los remeros mejoraron demasiado rápido, y porque durante los últimos 20 años, los atletas chinos habían sido atrapados en extensos escándalos de dopaje. Después de Amsterdam, el teléfono celular de Grinko empezó a sonar. “Tu equipo debe estar dopado”, recordó Grinko que le dijeron ex colegas de remo. “¿Qué tipo de drogas están tomando?”


Mike Teti, el entrenador del equipo de remo varonil de Estados Unidos, dijo: “Sabemos que están haciendo trampa, pero no hay nada que podamos hacer al respecto”.


Pero Cui Dalin, viceministro de la Administración General del Deporte de China, insistió en que el equipo anfitrión estaría “limpio, muy limpio”.


Hace ocho años, cuando China competía por ser la sede de las Olimpiadas, funcionarios empezaron un esfuerzo financiado por el gobierno llamado Proyecto 119 para mejorar el desempeño en los deportes acaparadores de medallas de atletismo, natación, remo, canotaje/kayak y velerismo, en los cuales los chinos han sido débiles.

 

El plan recibió el nombre por las 119 medallas de oro concedidas en esos deportes en ese tiempo. Los comités olímpicos de otras naciones también intentan ganar medallas asignando recursos extras a ciertos deportes. Pero ninguno ha sido tan elaborado, bien financiado y abrumador como el plan de China.


“No hay secretos ni misterios aquí”, dijo Grinko con un fuerte acento ruso. “Están haciendo esto como los germanorientales lo hicieron en los años 70 y 80”.


China nunca se ha acercado a al primer sitio en el medallero en los Juegos de Verano, una corona que Estados Unidos ha usado desde 1996. En 2004, 2004 Estados Unidos tuvo 102 medallas, seguido por Rusia con 92 y China con 63.


El oro cuenta una historia diferente. China quedó en segundo sitio con 32, cuatro medallas detrás de Estados Unidos.


Ese escaso margen ha sido el catalizador de esta campaña en busca del oro, dijeron funcionarios chinos.


Con una población de  mil 300 millones de habitantes —alrededor de cuatro veces más que Estados Unidos—, China tiene una base de miles con la coordinación, resistencia y energía necesarias para el remo. Antes del Proyecto 119, alrededor de 380 remeros de tiempo completo entrenaban con apoyo del gobierno. Hoy, hay unos mil 200.


Liu Aijie, vicepresidente de la Administración de Deportes Acuáticos, dijo que era un deber para China ganar su primera medalla de oro olímpica en remo en casa.


“Me consternaría que no ganaran al menos algunas medallas”, dijo Ed Hewitt, ex remero del equipo nacional estadounidense que dirige el sirio Web Row2K.com. Pero ocho años no es tiempo suficiente para crear un programa dominante, dijo.


Incluso algunos oros sería monumental. Los países con mejor desempeño en remo en los Juegos de 2004 fueron Rumania con tres y Alemania con dos.


Con una copa de vino tinto en la mano, Igor Grinko estaba de pie en un balcón afuera de su habitación, por encima de este lago extenso y claro. Se maravilló de lo que los chinos habían construido. Gigantescos aros olímpicos están pegados a un muelle aquí, un recordatorio de lo que está en juego.


El complejo alberga a unos 70 remeros y alrededor de 10 entrenadores, más de 100 embarcaciones, una cafetería, una clínica médica y un laboratorio. Hay un servicio de internet de mala calidad y no hay televisión. Los teléfonos celulares son la vía de enlace con los familiares y amigos distantes.


Remeros y entrenadores estadounidenses dijeron que era difícil ignorar el reciente ascenso chino. “Han surgido de la nada y siguen mejorando”, dijo Megan Dirkmaat del equipo de Estados Unidos.


Tom Terhaar, la entrenadora del equipo femenil, dijo: “Son como robots con todos los recursos que pudieran pedir. ¿Eso me asusta? Claro que sí”.


Cuando Grinko llegó aquí en 2004, las prácticas eran monótonas e improductivas. Llamó a los remeros “más soldados que atletas” y “lentos, como elefantes, pero fuertes”. El entrenamiento era primitivo y punitivo. Grinko recordó haber visto a un entrenador patear a una mujer en la pierna por no entrenar lo suficientemente duro.


“Lo primero que les dije fue: 'No toquen a mis remeros nunca más”', dijo Grinko.


Pronto se convirtió en un actor integral en este mundo que lo tiene todo. Incluso en los días festivos, los remeros permanecen con su familia sustituta. Es demasiado lejos y demasiado costoso incluso para Zheng Chuanqi, hijo de cultivadores de trigo campesinos, ir a casa en la vecina provincia de Anhui, a siete horas de distancia en autobús.


“En ocasiones se siente soledad y tristeza después de tantos años de entrenamiento alejado de la familia”, dijo Zheng, con los músculos cincelados por nueve años de remo.


El y sus compañeros de equipo, que son aproximadamente de 20 a 26, han remado de tiempo completo, siete días a la semana, durante un promedio de siete años. Este deporte agotador involucra a todos los músculos. Una práctica dura significa dolor: piernas que queman, brazos entumidos, pulmones adoloridos. Grinko ahora le da los domingos de descanso.


Los entrenadores usan pruebas para determinar cuán altos, fuertes y rápidos serán los niños, y los colocan en deportes adecuados. Muchos atletas que fallaron en otros deportes de resistencia terminaron en el remo, les gustara o no.


El remo es simple de aprender, “no tan difícil como la gimnasia”, dijo Grinko. El enseña una mejor técnica y a mejorar la eficiencia. Motivar a los atletas es más difícil.


“Este es su trabajo, y no tienen más opción que quedarse”, dijo. “Esto no es su pasión. Es sólo un negocio”.


Nada, dijo Grinko, impedirá que su equipo obtenga la victoria en Beijing. China ha calificado para nueve de los 14 eventos de remo olímpico. La regata calificatoria final es este mes en Polonia.


“Me dicen que China debe mostrar un buen rostro en las Olimpiadas”, dijo Grinko. “Nada de dopaje, sólo medallas de oro”.

 

 

 


 
 
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