Expertos reviven debate sobre teléfonos celulares y cáncer


Tara Parker-Pope /Nueva York


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¿Qué saben los neurocirujanos sobre la seguridad de los teléfonos celulares que el resto de nosotros no sepamos?


Este mes, tres prominentes neurocirujanos dijeron al entrevistador de CNN Larry King que no sostenían teléfonos celulares al lado de sus oídos. "Pienso que la práctica segura es usar un audífono para mantener a la antena de microondas alejada del cerebro", dijo el doctor Keith Black, cirugano del Centro Médico Cedars-Sinaí en Los Angeles.


El doctor Vini Khurana, profesor asociado de neurocirugía en la Universidad Nacional Australiana que es un crítico abierto de los teléfonos celulares, dijo: "Lo uso en el modo de altavoz. No lo sostengo junto a mi oído".


Y el corresponsal médico en jefe de CNN, el doctor Sanjay Gupta, neurocirujano en el Hospital de la Universidad Emory, dijo que como Black usaba un audífono.


Las declaraciones de los médicos han ayudado a reencender el debate largo tiempo contenido sobre los teléfonos celulares y el cáncer.


Ese supuesto vínculo ha sido desestimado en gran medida por muchos expertos. La teoría de que los teléfonos celulares causan tumores cerebrales "desafía la credulidad", dijo el doctor Eugene Flamm, presidente de neurocirugía del Centro Médico Montefiore en Nueva York.


Según la Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), tres grandes estudios epidemiológicos desde 2000 no han mostrado efectos dañinos. CTIA -- la Asociación Inalámbrica, la principal agrupación de la industria, dijo en una declaración: "La abrumadora mayoría de los estudios que han sido publicados en revistas científicas en todo el mundo muestran que los teléfonos inalámbricos no presentan un riesgo de salud".


La FDA señala, sin embargo, que el periodo promedio de uso teléfonico en los estudios que cita era de alrededor de tres años, así que la investigación no responde a las preguntas sobre las exposiciones a largo plazo. Los críticos dicen que muchos estudios son defectuosos por esa razón, y también porque no distinguen entre el uso esporádico y el uso continúo.


Los teléfonos celulares emiten radiación no ionizante, ondas de energía que son demasiado débiles para romper enlaces químicos o desencadenar el daño al ADN que se sabe causa cáncer. No hay un mecanismo biológico conocido que explique cómo la radiación no ionizante pudiera causar cáncer.


Pero investigadores que han planteado dudas dicen que simplemente porque la ciencia no pueda explicar el mecanismo no significa que no exista. Las inquietudes se han centrado en el calor genrado por los teléfonos celulares y el hecho de que las frecuencias de radio son absorbidas en su mayor parte por la cabeza y el cuello. En estudios recientes que sugieren riesgo, los tumores tienden a ocurrir del mismo lado de la cabeza donde el paciente típicamente sostiene el teléfono.


Como la mayoría de la investigación sobre el tema, los estudios son de observación, y muestran sólo una asociación entre el uso del teléfono celular y el cáncer, no una relación causal. El más importante de estos estudios es llamado Interphone, un vasto esfuerzo de investigación en 13 países, incluidos Canadá, Israel y varios en Europa.


Parte de la investigación sugiere un vínculo entre el uso del teléfono celular y tres tipos de tumores: glioma; cáncer de la parótida, una glánduda salival cerca de la oreja; y neuroma acústico, un tumor que esencialmente ocurre donde el oído se encuentra con el cerebro. Todos estos tipos de cáncer son raros, así que aun cuando el uso del teléfono celular incremente el riesgo, este riesgo sigue siendo muy bajo.


El año pasado, The American Journal of Epidemiology publicó datos de Israel que encontraron un riesgo 58 por ciento más alto de tumores de la glándula parótida entre usuarios de teléfono celular intensivos. También el año pasado, un análisis sueco de 16 estudios en la publicación Occupational and Environmental Medicine mostró una duplicación del riesgo de neuroma acústico y glioma después de 10 años de uso intenso del teléfono celular.


"Lo que estamos viendo son sugerencias en estudios epidemiológicos que han observado a personas que usan teléfonos durante 10 años o más", dice Louis Slesin, editor de Microwave News, una publicación de la industria que da seguimiento a la investigación. "Hay algunas conclusiones muy desconcertantes que sugieren un problema, aunque es demasiado pronto para tener una opinión concluyente".


Algunos médicos dicen que la verdadera preocupación no son los usuarios de teléfonos celulares mayores, que empezaron a usar los teléfonos siendo adultos, sino los niños que están empezando a usar teléfonos hoy y enfrentan toda una vida de exposición.


"Cada vez más niños están usando teléfonos celulares", dijo el doctor Paul J. Rosch, profesor clínico de medicina y siquiatría del Colegio Médico de Nueva York. "Quizá se vean mucho más afectados. Sus cerebros están creciendo rápidamente y sus cráneos son más delgados".


Para las personas a las que les preocupa cualquier posible riesgo, una solución simple es usar audífonos. Por supuesto, esa opción no siempre es conveniente, y algunos críticos han planteado inquietudes sobre los dispositivos inalámbricos como el Bluetooth que esencialmente colocan un transmisor en la oreja.


El temor es que aun cuando el riesgo individual de usar un teléfono celular sea bajo, con 3,000 millones de usuarios mundialmente, incluso un riesgo minúsculo se traduciría en una importante preocupación de salud pública.


"No podemos decir con certeza alguna que los teléfonos celulares sean seguros o no seguros", dijo Black en CNN. "Mi preocupación es que con el uso extendido de los teléfonos celulares, el peor escenario sería que tengamos el estudio definitivo dentro de 10 años, y encontremos que hay una correlación".

 

 

 


 
 
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