Priistas inician ofensiva contra Othón Bailleres


Rocío García Olmedo y Arriaga arrastran a la oposición del Congreso a darle la espalda a su líder de bancada y del Congreso; sólo el PAN tenía justificación de su salida


Legisladores del tricolor, PAN, PT, Convergencia y Panal abandonaron la firma de convenio entre los tres poderes de la entidad, debido a que no tuvieron sillas en primera fila, pero nunca le reclamaron a la Secretaría de Gobernación, la encargada de organizar el evento


Selene Ríos Andraca / Olivia López Pescador

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Los diputados priistas Rocío García Olmedo y Luis Alberto Arriaga iniciaron una ofensiva en contra del líder del Congreso, José Othón Bailleres Carriles, por órdenes del secretario de Gobernación, Mario Montero Serrano, quien busca apropiarse de la Gran Comisión como lo hizo con la Inspectora.


Ayer, argumentando un mínimo de dignidad García Olmedo y Arriaga Lila, acompañados de diputados de oposición, abandonaron escandalosamente la firma del “Acuerdo entre los tres poderes de coordinación e instalación de la Comisión Ejecutiva para la Actualización y Modernización de la Procuración y Administración de Justicia del estado”, referente a la reforma judicial y las adaptaciones a las leyes locales.


García y Arriaga aprovecharon la molestia de la bancada de Acción Nacional, misma que ya estaba por salirse del acto protocolar celebrado en el Centro de Convenciones, para vulnerar el cuestionado liderazgo de José Othón Bailleres.


El problema de los diputados del PRI, Nueva Alianza, Convergencia y Partido del Trabajo, fue la ubicación de los legisladores del lado izquierdo del salón, y la falta de lugares en primera fila. Pero fue la Secretaría de Gobernación la encargada de la logística del evento.


La bancada del blanquiazul, encabezada por Eduardo Rivera Pérez, acordó abandonar el acto protocolar, debido a que el convenio no incluía las observaciones realizadas por los panistas, aún cuando fueron enviadas a la Gran Comisión desde el viernes por la tarde.


Eduardo Rivera explicó que su bancada hizo algunas observaciones al convenio para que fueran incluidas en el documento final, sin embargo, a las 11 de la mañana ningún diputado de Acción Nacional tenía el documento en mano y fue después de esa hora, cuando en un anexo se incluyeron las puntualizaciones del albiazul.


En esos momentos, Luis Alberto Arriaga se molestó porque los diputados no tenían “asientos preferenciales” en primera fila y le hizo extensivo su reclamo a la diputada de Convergencia Carolina O’Farril.


O’Farril se molestó porque no estaban en la parte central del Salón La Luz, sino del lado izquierdo, y ni siquiera en primera fila, por lo que comenzó a reclamar en voz alta y aprovechó para quejarse de que ella tampoco tenía una copia del convenio que estaban por firmar.


Rocío García se sumó a los quejosos y por “solidaridad” decidieron abandonar el acto. Le pidió a los panistas que se esperaran para “salir juntos” del salón La Luz.


Los diputados que abandonaron el salón fueron: los priistas Rocío García Olmedo, Luis Alberto Arriaga y Mario Méndez; los panistas Eduardo Rivera, Enrique Guevara, Leonor Popócatl, Luana Amador y Patricia Hidalgo; Gustavo Espinosa, de Nueva Alianza; Manuel Fernández, del PT y Carolina O’Farril de Convergencia.


En la víspera de la salida, Carolina O’Farril se acercó al gobernador a reclamarle el trato “indigno” que le otorgaban al Poder Legislativo, cuando es éste el que será el encargado de analizar y aprobar la reforma judicial, así como de hacer las adaptaciones a las leyes locales.


“No se vale, no se vale (…) este evento es con la anuencia con la Gran Comisión, ahí estuvimos de acuerdo en que por primera ocasión se coordinen las acciones (…) tal parece que nosotros, ni como partidos, ni como fracciones parlamentarias, nos pusieron en un lugar ahí aventado, o sea como si no existiéramos, por lo que definitivamente no estamos de acuerdo con esto”, dijo O’Farril.


Tras el reclamo, “el mandatario solamente volteó a ver a Pepe Bailleres”, narró la legisladora.


Aunque la organización del acto estuvo en manos del Poder Ejecutivo y recayó en la Secretaría de Gobernación, a cargo de Montero Serrano. Fue Gobernación la encargada de la logística y del pago, así como de la ubicación de los invitados.


Eduardo Rivera Pérez explicó su salida: “Es un acto de congruencia y comparto con Luis Alberto y con varios compañeros de Convergencia, Nueva Alianza, del PRI, en este sentido de que una vez más el Congreso del estado está a un lado (…) me parece que si hay una firma de convenio entre los tres poderes, los diputados y hablo por los diputados del PRI, Panal, PT, del PAN, que son los representantes del estado de Puebla, al igual que el gobernador, merecen un trato justo, equitativo, respeto a la firma del convenio.”


Rivera Pérez insistió en que éste es un problema de “formas”, porque el Poder Legislativo no puede estar en la “orilla” del escenario político de Puebla, sino que debe estar en la misma importancia que los otros poderes.

 


 
 
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