El gobernador saca su lado misógino


Para Mario Marín las mujeres deben de ser el pilar de la familia para atender a los niños


Durante el Segundo Foro Regional de Mujeres Emprendedoras, organizado por la Canacintra Puebla, Blanca Laura Villeda Martínez, Blanca Alcalá Ruiz y la actriz Regina Torné recibieron un reconocimiento de manos del mandatario


Efraín Núñez Calderón

 

El gobernador Mario Marín Torres llamó a erradicar la violencia contra las mujeres pues aseguró que a todos nos conviene que la “mujer esté bien, sana y pueda atender a la familia y los hijos”. En medio de un escándalo durante más de dos años por la violación de garantías individuales de la periodista Lydia Cacho, el mandatario aseguró que es convicción plena de su persona y su gobierno velar por le bienestar de la mujer.


Durante el Segundo Foro Regional de Mujeres Emprendedoras, organizado por la Canacintra Puebla, Blanca Laura Villeda Martínez —horas después de que el gobernador le dio a conocer que dejará la PGJ—, la presidenta municipal Blanca Alcalá y la actriz Regina Torné, entre otras, recibieron un reconocimiento de manos del mandatario.


En su discurso, Marín Torres insistió en buscar reivindicarse con las mujeres a raíz del caso Cacho. En la opinión del mandatario, la mujer emprendedora es la que se da el tiempo de realizar actividades empresariales después de atender a los hijos y al “señor” de la casa:


“La mujer se ha convertido en el pilar más importante de la familia, cuando hablo de la familia hablo de la sociedad. Cuando un hombre falta ahí sigue la mujer al frente, sosteniendo a los hijos. La mujer hace todo, arregla a los niños, los alimenta, está pendiente de ellos, de sus tareas, atiende al señor, se encarga de la administración de la casa y todavía se da tiempo a emprender, a ir a trabajar”.


Destacó la creación del Sistema Estatal para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, una decisión de su gobierno, en cumplimiento a la Ley Federal de una vida Libre de Violencia contra las Mujeres. Incluso aseguró que tiene la convicción de hacer cumplir esta tarea:


“Nos conviene a todos como sociedad que la mujer esté bien, sana, educada porque si ella es la que forma el hogar y lo sostiene, entre mejor tengamos a la mujer será para bien de la familia. Si la alejamos de la violencia vamos a hacer que las mujeres tengan ese amor para sus hijos, capacidad de trabajar, sensibilidad para que haga tantas cosas”.


Subrayó una serie de virtudes de las mujeres emprendedoras como el concepto previsor y racionalista de la mujer empresaria, lo cual le permite convertir en éxito un alto porcentaje de inversiones productivas: “El ingreso de la mujer en condiciones de equidad en los procesos productivos, políticos y administrativos es condición para que la sociedad concrete su sueño visionario para ser realmente civilizada. Si la sociedad no acelera el crecimiento técnico y científico de la mujer para dar paso a su incorporación productiva, entonces estaremos retardando gravemente nuestras expectativas de desarrollo social”, apuntó.


Una EVA para Villeda


Apenas sonreía tenuemente. Entre sus manos sostenía una estatuilla plateada que la exaltaba como Emprendedora Valiente y Activa (EVA). Al recibirla agradeció a quienes la acompañaban en el presídium, el gobernador fue el último. Sólo le ofreció un beso en la mejilla.


La procuradora de hierro se despedía así de su jefe. Ambos fueron dos de los principales protagonistas del escándalo Marín-Cacho. Los dos fueron investigados por violar las garantías individuales de una mujer.


Ahí estaban otra vez juntos. En el que pudo haber sido su último día como funcionaria marinista, Villeda mostró más efusividad con Charles Mtanous, líder de Canacintra.


Con él sí intercambió puntos de vista, risas, añoranzas. Con el gobernador el trato fue más frío, contrario a lo que sucedió cuando el propio mandatario la presentó como procuradora, exaltando sus virtudes como jueza, “la jueza de hierro”.


Esta vez los halagos del gobernador fueron para Blanca Alcalá: “la primera presidenta municipal de Puebla” subrayó en su discurso. De Villeda Martínez no dijo nada. La expresión de la funcionaria evidenciaba que tampoco esperó que lo hiciera.


Allí estaba tan altiva como siempre, con la mirada profunda, sin inmutarse, con tranquilidad aparente. Su salida abrupta del Centro de Convenciones, perseguida por los medios de comunicación, se dio en medio de un silencio total, con bajo perfil, asemejando a los días en que arribó a la PGJ.


La respuesta a los cuestionamientos por la consignación de los policías judiciales acusados del asesinato de un empresario, bien pudo ser la contestación a la pregunta de las razones de su salida de la Procuraduría: “sin comentarios”.  

 


 
 
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