Dos ejecuciones en Izúcar de Matamoros

Hay alarma entre la población

Staff Diario CAMBIO / Izúcar de Matamoros

Al más puro estilo Sinaloa, dos personas fueron ejecutadas en las inmediaciones de Izúcar de Matamoros; el hecho causó conmoción entre los habitantes pues este tipo de sucesos que solamente se presentaban en el norte del país, son cada vez más comunes en la población y entre personas de nivel económico bajo, por lo que hay alarma entre los izucarenses.

El primer hecho tuvo lugar frente a la gasera Flama Gas en las inmediaciones del municipio de Izúcar y Tepeojuma donde se encontró el cuerpo sin vida de Bernardo Castillo Rodríguez, de 20 años de edad, originario de Tepeojuma, quien se encontraba en una camioneta Ford Ranger, color azul con placas RU 44-186 del estado de Oaxaca y quien presentaba impactos de bala a la altura del cuello.

El móvil del suceso se desconoce pues la gente que pasaba por el camino donde fue encontrado el cuerpo, reconoció el vehículo y comentó que trabajaba en el campo, sin embargo extraoficialmente se rumoró que era un secuestro, pues Bernardo Castillo se encontraba esposado y con un pañuelo en el cuello, por lo que no se descarta que el hecho tiene que ver con la delincuencia organizada.

Cuando paramédicos y elementos de la Policía municipal arribaron al lugar, el joven de ocupación campesino ya había fallecido por lo que se pidió la presencia del agente del Ministerio Público Samuel Vera Manjarrez, para realizar el levantamiento del cadáver.

El segundo reporte se presentó minutos más tarde en la colonia Lomas de Alchichica, donde se encontró el cuerpo sin vida de Víctor Manuel Guízar Palacios de 22 años de edad, quien presentaba dos impactos de arma de fuego a la altura de la espalda.

Tanto la Policía municipal y protección civil llegó al lugar de los hechos y comentaron que la ejecución tenía un buen rato, pues la sangre que manaba de las perforaciones estaba coagulada.

Al lugar de los hechos acudió el agente del Ministerio Público en turno para hacer las diligencias correspondientes, al igual que en la primera ejecución, se desconoce el móvil y las pistas del o los posibles culpables.

Estos hechos son el parteaguas que marcan la presencia de la delincuencia organizada, pues Izúcar es un paso obligado de gente que viene del sur del país, por lo cual tampoco se descarta que por el municipio circulen drogas, armas y otro tipo de delitos que son ocultos o ignorados por las autoridades, pues en sus declaraciones siempre dicen “no pasa nada”.

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