Entrega Comuna 90 de las 200 bases prometidas al sindicato

Con esto, la administración de Alcalá encuentra la fórmula para calmar a Israel Pacheco

Los regidores panistas se opusieron a la aprobación de Cabildo al señalar que no hay un estudio del impacto financiero

Carlos Alcaraz Ramírez

El Ayuntamiento capitalino encontró la forma de reconciliarse con el sindicato de burócratas encabezado por Israel Pacheco, en rebeldía desde el principio de la administración: entregarle 90 nuevas bases mediante aprobación del Cabildo en su sesión de ayer, con la oposición de los regidores panistas, quienes demandaron un estudio del impacto financiero de la prebenda a Pacheco Velázquez.

Luego de los múltiples desencuentros entre Blanca Alcalá y Pacheco Velázquez desde el inicio de la administración, entre los que se cuenta el plantón de los sindicalizados al festejo por el Día del Empleado Municipal en agosto pasado, el Cabildo capitalino concedió 90 de las 200 bases prometidas por la alcaldesa al dirigente sindical.

Los regidores panistas destacaron que el otorgamiento de bases no debe ser un logro sindical, sino personal de cada trabajador que las recibe, y se manifestaron en contra de que sea el sindicato el que proponga las personas que las ocuparán puesto que, argumentaron, no todos los trabajadores del Ayuntamiento están sindicalizados, y también los que no lo están tienen derecho a recibir las bases.

El regidor panista Pablo Montiel Solana, enfáticamente, se opuso a que el Ayuntamiento cumpla con el compromiso signado por la alcaldesa de otorgar las 200 bases al sindicato para que éste las distribuya porque, sostuvo, de esta forma se daría más poder a quienes “chantajean” al gobierno municipal en cada negociación salarial exigiendo aumentos “de más de dos dígitos”.

Su compañero de partido Miguel Ángel Dessavre, sin mencionar el nombre de Israel Pacheco, lo llamó “el señor feudal”, y arremetió contra el dictamen presentado por la Comisión de Patrimonio y Hacienda Municipal.

Tanto Montiel Solana como Dessavre Álvarez insistieron en la necesidad de que se realice un estudio del impacto que la medida tendrá en las finanzas de ésta y de las futuras administraciones municipales, puesto que no se ha hecho tal análisis, y solicitaron que el dictamen regresara a la Comisión de Patrimonio y Hacienda.

Sin embargo, los panistas subrayaron que no se oponen a que se otorguen bases, sólo a que éstas sean entregadas al sindicato de Israel Pacheco.

Mientras tanto, la priista Guillermina Hernández Castro sostuvo que el Ayuntamiento está obligado a cumplir con el compromiso signado por la alcaldesa y el sindicato de otorgarle a la agrupación 200 bases.

Luego de un debate por momentos ríspido, en el que incluso Hernández Castro criticó a los patrones que se enriquecen a costa de los derechos laborales de los trabajadores y señaló que “algunos integrantes” del Cabildo pertenecen a este grupo, los priistas y los perredistas aprobaron el dictamen.

Al comienzo de la sesión, la alcaldesa leyó un pronunciamiento mediante el cual condenó “los dolorosos hechos de violencia acontecidos en Morelia, que al lastimar al pueblo michoacano, hieren a la nación”, y mediante el que el Ayuntamiento “se une a los esfuerzos del gobierno de la República y del estatal, y respalda el interés del pueblo de México por fortalecer la seguridad”.

Dicho documento, además, refirió que el Cabildo acordó mejorar el esquema y actualizar la integración y el funcionamiento del Consejo de Seguridad Pública, organismo que aún no ha sido creado.

Cuando se trataban los asuntos generales de la sesión, el regidor Pablo Montiel Solana acusó al Cabildo de hacer una sesión ilegal, puesto que ya rebasaba las tres horas de duración y en ningún momento hubo algún regidor que solicitara la ampliación de ésta hasta el desahogo de todos los puntos del orden del día.

El debate con respecto a este punto se prolongó alrededor de media hora, y al final de éste, los regidores autorizaron continuar la sesión.

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