El buscador Chrome de Google podría ser la herramienta del futuro


David Pogue


Notas Relevantes

Dos Colombias: una en guerra y la otra en paz

Notas Anteriores

¿Realmente necesita el mundo otro buscador en la red?


Google cree que sí. Chrome, su buscador nuevo, se desarrolló en secreto y se dio a conocer al mundo el 2 de septiembre. La versión para Windows está disponible en una descarga en google.com/chrome; las versiones para Mac y Linux se llevarán algo más de tiempo.


Google argumenta que los buscadores actuales se diseñaron hace muchos años, antes de tantos desarrollos que caracterizan a la red de hoy en día: videos por todas partes, timos y programas espías, virus que merodean incluso en los sitios legítimos, juegos y programas ambiciosos, como el procesador de palabras Docs del propio Google. Como lo expresa en su blog: "Nos dimos cuenta de que la red había evolucionado de ser principalmente páginas simples de texto a aplicaciones ricas e interactivas, y que necesitábamos replantearnos totalmente el buscador”.


Lo que logra esta primera versión de Chrome no es tan grandioso. Sin embargo, es un comienzo de primera clase.


Sin barra de estatus ni de menú, y con una sola barra de herramientas (para marcadores), Chrome es minimalista en extremo.


Algunos podrían incluso llamarlo básico. Esta versión inicial está etiquetada como "beta", lo que significa que aún está a prueba. Cierto, Google clasifica casi todo como "beta", como Gmail que, a pesar de tener cuatro años, aún es "beta".


Sin embargo, en esta ocasión, es serio. Por ejemplo, no hay forma ahora de enviarle a alguien una página en la red por correo electrónico, no tiene modo de pantalla completa, no hay forma de ampliar la página (en lugar de sólo el texto), y no tiene una pantalla para organizar los marcadores. Google dice que estas funciones están en primer lugar en su lista de cosas por hacer.


No obstante, Chrome está lleno de opciones verdaderamente inteligentes, cuya inspiración pareciera provenir de otros buscadores, o que se las fusilaron de ellos, dependiendo del grado de cinismo que se tenga.


Veamos la barra de direcciones. Al empezar a teclear, de inmediato aparece abajo un menú de sugerencias —una lista seleccionada no sólo de las páginas que se visitaron con anterioridad, sino también los marcadores, sugerencias de búsqueda y páginas populares en la red que no se han visitado. Eso funciona desde la primera vez que se usa, ya que Chrome autoimporta los marcadores, el historial e incluso las contraseñas del antiguo buscador. (Véanse también: las barras de direcciones similares en Firefox y Explorador de Internet 8, también en fase beta de prueba.)


Si alguna vez se ha hecho una búsqueda en Amazon, eBay o algún otro sitio popular, lo que se puede esperar es otro atajo increíble. Se puede sólo teclear la primera letra en la barra de direcciones y presionar el tabulador. Si se hace eso con, por ejemplo, la "A", la barra cambia a "Buscar amazon.com", permitiendo hacer la búsqueda en el sitio sin tener que entrar primero. Se ahorra uno un gran paso.


Como página de inicio, Chrome despliega imágenes de nueve minipáginas de la red que representan los sitios que se han visitado con mayor frecuencia. (Véase también: la opción Speed Dial del buscador Opera.) En esta página de inicio, también se enlistan varios de los sitios más visitados recientemente y busca, lo que lo hace ser un punto de inicio natural que ahorra tiempo. (Si se prefiere, se puede seleccionar una más estándar presionando el comando Opciones, escondido en uno de los dos íconos del menú.) El comando "Crear atajos para las aplicaciones" (también escondido en esos menús) crea un ícono en el escritorio. Cuando se hace un clic en él, se abre el sitio correspondiente sin la barra de direcciones ni los botones —en otras palabras, ahora funciona exactamente como un programa regular del escritorio. Para servicios como Gmail o el software para los blogs, esta función diluye aún más la línea entre los programas en línea y fuera de ella.


Bajar archivos es realmente fácil. Aparece un botón de estatus en la parte inferior de la ventana del buscador —no hay ventanas de descargas que se interpongan. Se hace un clic en ese botón para abrir el archivo descargado, sin tener que preocuparse por la carpeta a la que fue a parar.


No obstante, si se le cree a Google, lo mejor está en el funcionamiento. Por ejemplo, Google seleccionó, como el software para el procesamiento de páginas en la red que subyace, la misma "máquina de bosquejo tridimensional" del buscador Safari de Apple.


Como resultado, Chrome es rápido —más que el Explorador de Internet, aunque no tanto como Firefox o Safari. Ya que Chrome apenas salió este mes, no he tenido tiempo de probarlo en las 40 mil millones de páginas de la red en internet (me di por vencido más o menos a la hora de cenar). Sin embargo, fueron muy pocas las que dieron problemas. Por ejemplo, NBCOlympics.com no lo reconoció y, por tanto, se negó a pasar los videos, pero eso va a cambiar; hoy en día nadie pasa por alto a Google.


También, como parte del funcionamiento, está lo que Google considera algunas de las opciones más importantes —el mejoramiento en la seguridad. Google dice que cada tabulador funciona en su propio "sandbox", de tal manera que si hay un software maligno del tipo spyware operando en un sitio en la red, no tiene acceso al resto de la computadora, ni siquiera a los demás tabuladores. Afirma que se trata de una protección muchísimo más fuerte que la que ofrece el Explorador de Internet 8, en especial el de Windows XP. (El Explorador de Internet 8 aporta su mejor protección sólo en Windows Vista.)


También en la categoría de la seguridad: algo llamado modo Incógnito, en el que no se guardan cookies, contraseñas o archivos cache, y no queda ningún rastro de la actividad en el historial del buscador. (Véanse también: Safari, Internet Explorer 8) Google sugiere alegremente que se puede usar el modo Incógnito "para planear sorpresas como regalos o cumpleaños", pero no engaña a nadie; los bitacoristas lo llaman el "modo porno".


Para más detalles técnicos muy especializados sobre la seguridad de Chrome, Google creó lo que podría ser la función más innovadora de todas: una historieta extremadamente encantadora —sí, una historieta— que explica el buscador y sus funciones.


La especulación ya es rampante en línea. ¿Podrá imponerse Chrome? ¿Qué pasará con las relaciones empresariales de Google con sus competidores?


Y, sobre todo: ¿Qué pretende Google?


¿Está tratando de construir una plataforma para operar el software del futuro, y con ello minimizar a Windows y otros sistemas operativos?


Sí. Google incluso se tomó la molestia de hacer una versión nueva de Javascript, el lenguaje de programación que subyace en muchos programas en línea semejantes. Según pruebas de velocidad en línea de Javascript, la versión de Google es dos veces más rápida que el Explorador de Internet 7.


¿Asegurará Google que sus propios servicios funcionarán mejor en Chrome que en otros buscadores? ¿Es esto parte de una gran conspiración de Google?


No y no. Chrome es una fuente abierta, lo que significa que su código está disponible para que todo el mundo lo inspeccione o mejore, incluso sus rivales. Es un giro enorme y muy prometedor que debería callar a los teóricos de la conspiración.


Por ahora, es mejor pensar en Chrome exactamente como lo que pretende ser: una alternativa prometedora, moderna, nada presuntuosa y muy segura, a los buscadores actuales. Usted debería hacer exactamente lo que estarán haciendo las personas de Microsoft, Apple y Firefox: probarlo y mantenerlo a la vista.


Porque, de cuando en cuando, el enfoque nuevo de Google termina por dominar a sus otrora competidores más grandes (Véanse también: AltaVista, Lycos, Ask ... ).

 

 

Copyright 2008 / Todos los derechos reservados para M.N Cambio /


 
 
Todos los Columnistas