Retrasan entrega de plazas a jueces titulares del TSJ

“Yo no dictamino nada, lo hace el pleno del Tribunal”, asegura Rojas Bruschetta

De acuerdo a la Ley Orgánica del Poder Judicial de Puebla la elección de este tipo de puestos se da solamente en un examen de oposición ante el pleno de magistrados

Edmundo Velázquez

Al descubrirse el amañado proceso para la designación de cuatro plazas para jueces titulares, se retrasó una semana más la entrega de resultados. Al respecto, la magistrada Elba Rojas Bruschetta aseguró que ella no será quien decida a los nuevos jueces titulares sino que será un fallo que tomen los magistrados del Tribunal reunidos en el pleno el próximo.

Cambio recibió quejas de parte de jueces interinos, quienes aseguraron que el método de selección para otorgar plazas estaba ya viciado y sería favorecedor para los jueces Sandra Perea y Miguel Chávez, la primera esposa del magistrado Alfredo Mendoza y el segundo cuñado de Mario Montero.

Entre las quejas además se evidenció que la selección sería hecha por Rojas Bruschetta, quien ayer en entrevista concedida en su despacho de la Primera Sala Penal, aseguró que “ella no dictaminará nada” y que solamente llevó a cabo el procedimiento debido a que fue instruida por el pleno del Tribunal.

“Yo no dictaminé nada. (…) Es una propuesta que de acuerdo a las instrucciones que yo recibí del pleno, éste fue el que me facultó para someter a consideración del mismo los lineamientos bajo los cuales el pleno decidirá  a quien corresponde la titularidad”, comentó Rojas. 

Cabe recordar que en el Poder Judicial del estado laboran comúnmente jueces interinos hasta que son nombrados titulares de la plaza. Éstos entran en auxilio cuando algún togado deja su espacio o pide licencia por algún motivo.

De acuerdo a la Ley Orgánica del Poder Judicial de Puebla la elección de este tipo de puestos se da solamente en un examen de oposición ante el pleno de magistrados. Aunque, de acuerdo a las versiones extraoficiales, la propuesta de que las plazas se diera a través de un trabajo de investigación nació del magistrado Alfredo Mendoza, esposo de una de las aspirantes.

Al respecto la magistrada insistió que en el procedimiento no hay “mano negra”:

“Absolutamente el pleno no ha determinado todavía a quiénes corresponden las plazas. Los resultados no se han dado y estamos a la espera de que el próximo pleno, para que ahí probablemente pudiera ser. Pero es decisión del pleno”, subrayó Rojas.

—¿Porqué cree que haya esta desconfianza en los jueces participantes?— se le preguntó a la también titular del Instituto de Estudios Judiciales.

—Yo creo que es individual, cada quien tiene la posibilidad infinita de creer lo que quiera creer o de opinar lo que quiera opinar (…) Yo no tengo ningún problema, porque solamente yo me atengo a lo que el pleno me instruyó.

—¿La Junta de Administración es la que delega estos asuntos al Instituto de Estudios Judiciales?

—La Junta de Administración delega al pleno directamente. Es el pleno el que lo dice. Al pleno se le entrega y el pleno es el que lo dice. Sí se modifica o no, pues es el pleno.

La magistrada también apuntó que las medidas que se les pidieron a los jueces dentro de sus trabajos de investigación no son de tipo escolar o muy básicas, sino universales y que en cualquier documento de este formato exige los requerimientos básicos.

“Es un trabajo profesional. En cualquier universidad o para cualquier trabajo se pide eso. Se pide una investigación profesional”, comentó Rojas.

—¿No está por demás pedirlo cuando los jueces ya son profesionales?— preguntó el reportero.

—Pues si es así, no creo que les preocupe. Son lineamientos universales, de forma. Y no de fondo, porque ellos deciden el fondo de su investigación.

La magistrada Rojas finalizó asegurando que el proceso de selección de plazas se encuentra totalmente fundado en la Ley Orgánica del Poder Judicial.

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