Le cierran la boca a García Ramírez

Se cambia nuevamente el formato de las comparecencias y los funcionarios tendrán 10 minutos para una introducción

Los tres funcionarios marinistas que más conflictos tuvieron en el 2008 comparecerán en privado: García Ramírez de Obras Públicas; Valentín Meneses, de SCT y Antonio Marín de Salud

Selene Ríos Andraca

La LVII Legislatura determinó esconder a los secretarios más incómodos y con mayores escándalos para el marinismo en las comparecencias, con el objetivo de que los cuestionamientos de la oposición no sean públicos y por ello, Javier García Ramírez, de Obras Públicas; Antonio Marín López, de Salud y Valentín Meneses, de Comunicaciones y Transportes, comparecerán a puerta cerrada ante las Comisiones de sus propias áreas.

Además, la Gran Comisión del Congreso local modificó otra vez el formato de las comparecencias, ya que la semana pasada había acordado eliminar los 10 minutos del mensaje final, pero ayer, por unanimidad, los integrantes decidieron que los miembros del gabinete tendrán 10 minutos al inicio de su exposición para resumir los avances de sus respectivas dependencias.

El nuevo formato de las comparecencias eliminó el modelo cómodo que tenían los funcionarios, pues ahora, los diputados tendrán más tiempo para los cuestionamientos y los funcionarios deberán responder en un tiempo de 10 minutos, además de que ambas partes tienen derecho a la réplica.

Cada fracción podrá realizar dos preguntas, con el objetivo de agilizar las comparecencias, que regularmente tardaban hasta cuatro horas por funcionario. Y al igual que el año pasado serán dos comparecencias por día, una se realizará en el Pleno y la otra, tres horas y media más tarde en comisiones, dependiendo de la dependencia que se presente.

A diferencia del año pasado, en la que dejaron a los funcionarios con las áreas más complicadas de la administración o representativas de alguno de los cinco ejes de gobierno que marca el Plan Estatal de Desarrollo, esta vez escondieron a funcionarios que en el último año han desatado polémicas y escándalos.

Evidentemente uno de los más protegidos de la comparecencia será Javier García Ramírez, a quien en comparecencias anteriores lo han acorralado al grado que el año pasado tuvo que confesar ante el Pleno que en Puebla “Los hospitales eran inoperantes, pero de lujo”, al justificar los serios retrasos de sus obras.

En el 2008, García Ramírez otra vez vivió en el ojo del huracán por los severos retrasos en infraestructura carretera y obra pública, en casos como la modernización de la Valsequillo-Puebla, el Centro Expositor y La Célula. Así como la exorbitante inversión para la ampliación de la vía Atlixcáyotl, valuada en más de 600 millones de pesos.

Aunado a los retrasos y sobrecostos en hospitales, García Ramírez incrementó los costos en más del 50 por ciento a las obras sexenales del recinto fiscalizador y el Centro Expositor, pues al inicio de la edificación de La Célula se había valuado en 200 millones de pesos y el gasto creció a casi 500 millones de pesos. El Centro Expositor pasó de costar 800 millones a más de mil 300 millones de pesos, en tan sólo un año.

El escándalo de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes se originó cuando el gobernador sin previa licitación, sin aprobación del Congreso y sin ninguna ley que le respalde, entregó una concesión del Libramiento Norte por 30 años a la empresa española OHL.

Además que las empresas subcontratadas por la compañía europea provocaron una serie de conflictos entre pobladores de la zona conurbada de Puebla, por donde pasará la vialidad.

En el sector de Salud, el escándalo sucedió cuando a mediados de año Roberto Morales Flores presentó su renuncia a la Secretaría de Salud y además de sus declaraciones, al interior de la dependencia comenzó una lucha por la titularidad de la misma.

El entonces subsecretario de Salud, Ricardo Villa Issa luchó la titularidad con el apoyo de su hermano, también subsecretario pero de Finanzas, para ganar adeptos, sin embargo, el mandatario designó a Antonio Marín López y Villa Issa confrontó al nuevo titular con el sindicato del sector para minar su imagen.

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