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El PRD contra el Yunque




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Nos parece muy bien que los camaradas del PRD, con Eric Cotoñeto y el regidor Arturo Loyola a la cabeza, se nieguen a coaligarse con el partido de la derecha, el PAN, si éste lanza como candidato a la presidencia municipal de Puebla a un miembro de la ultraderecha del grupo llamado Yunque.  

 

Sólo que los perredistas poblanos no tienen nada que ofrecer al PAN, porque si bien este partido está pasando por los momentos más difíciles de su historia reciente, tiene más que el PRD en Puebla, que prácticamente está deshecho.

 

 

El PRD, pues, tiene necesidad de aliarse con algún partido y no es la primera vez que lo hace con el que representa a la derecha tradicional mexicana, pero debe hacerlo sin condiciones porque no puede ofrecer gran cosa.

 

 

Además, el precandidato del panismo con mayores posibilidades es sin duda Antonio Gali Fayad, que podría decirse que sería un candidato ciudadano pues en realidad no tiene partido, es un profesional de la construcción sin ubicación política precisa.

 

 

Tiene ventajas sobre otros por su simpatía personal. Se trata de un tipo carismático, agradable, atento con toda clase de personas y que además tiene una “gracia”, como dirían las señoras: canta como profesional y lo hace a la menor provocación.

 

 

Tal vez sea el que mejor conozca los problemas físicos que confronta la ciudad pues ha estado metido en el tema municipal en los últimos años.

 

 

Su hijo mayor, Antonio Gali López, es diputado local del PRD y acaba de presentar su segundo informe en un acto muy lucidor que contó con la presencia de doña Erika Alonso de Moreno Valle, esposa del gobernador del estado. De modo que puede decirse que los Gali forman parte, de alguna manera, de la familia perredista poblana.

 

 

El PAN ha aceptado a Gali como uno de sus precandidatos con mayores posibilidades de triunfo y los perredistas no tienen a ninguno que pudiera representarlos con alguna posibilidad de hacer un papel decoroso en las elecciones, pues no les quedará más remedio que unirse al PAN, sobre todo que el Consejo Político Nacional perredista está a punto de pactar la alianza con el Partido Acción Nacional.

 

 

Pero aún hay más…

 

 

Se dice en la prensa de la ciudad de México que Guadalupe Acosta Naranjo y el exgobernador panista de Guanajuato, de apellido Oliva, un ultraderechista y yunquista, por cierto, están a punto de pactar la alianza PAN-PRD para las elecciones locales de varios estados, entre ellos Puebla.

 

 

Si eso ocurre, ¿qué podrían hacer los señores Cotoñeto y Loyola si al PAN se le ocurriera designar en Puebla a un candidato yunquista? Absolutamente nada.

 

 

El PRD, como el PRI, como el PAN y como todos los partidos de la llama “chiquillería” se rigen por decisiones cupulares, son centralistas como lo ha sido el país siempre.

 

 

Los mexicanos estuvimos sujetos al yugo español durante 300 años de coloniaje y nos impusieron la costumbre de “callar y obedecer”, y los perredistas no son la excepción: callan y obedecen. Si no, ¿por qué el grupo que controla al PRD en Puebla lleva 15 años en el poder sin que ese poder disminuya pese a que la mayoría de los grupos o tribus que conforman ese partido en repetidas ocasiones hayan exigido democracia en la elección de sus dirigentes?

 

 

Los perredistas de la cúpula poblana pueden estar tranquilos. Como se ven las cosas, el candidato a la presidencia municipal no será un yunquista, un ultrarreaccionario, sino todo lo contrario.

 

 

Si llegara a ganar la elección para ser presidente municipal de la capital, sería por su carisma, su simpatía personal y no por el apoyo de dos partidos, PAN y PRD, que no son en este momento una fuerza electoral temible. Sus triunfos o fracasos dependerán en mucho de sus candidatos y no de los partidos que representen.

 

 

Siguen los pronunciamientos por Agüera

 

 

Los pronunciamientos de agrupaciones priistas o adheridas al PRI a favor de Enrique Agüera Ibáñez para la presidencia municipal de Puebla siguen haciéndose.

 

 

Ayer, un día después de que cuatro de los aspirantes, entre ellos en rector de la BUAP, se reunieran con el presidente del PRI, Pablo Fernández del Campo, con el fin de llevar a cabo una lucha civilizada que no propicie rompimientos, dirigentes de agrupaciones de comerciantes, grupos laicos y mujeres, ofrecieron un desayuno de prensa en el que pidieron al PRI que el candidato al cargo de presidente municipal de Puebla sea el actual rector de la BUAP, Enrique Agüera.

 

 

Se ha dicho que las agrupaciones que han venido “destapando” al rector no son importantes, pero lo cierto es que han provocado una corriente de opinión favorable a quien dirige desde hace algunos años la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.

 

 

Agüera Ibáñez ha tenido un rectorado exitoso, culminando los proyectos de excelencia académica con un gran prestigio para la máxima casa de estudios de la entidad, colocándola en un buen sitio entre las universidades públicas del país.

 

 

Falleció la madre de Paco Fraile

 

 

El delegado del Instituto Mexicano del Seguro Social en Puebla, Francisco Fraile García, suspendió su cuarto informe al frente de la institución, programado para ayer, debido a que su señora madre, doña María Teresa Amelia García viuda de Fraile, falleció el pasado lunes.

 

 

Paco Fraile, como se le conoce, es un político poblano que ha militado en el Partido Acción Nacional desde hace varios años.

 

 

Ha sido candidato a gobernador, ha ocupado diversos puestos dentro de la estructura de su partido, ha sido regidor del Ayuntamiento de Puebla, diputado local, diputado federal y senador de la República.

 

 

Actualmente es delegado del IMSS en la entidad, cargo que pronto deberá entregar a quien sea designado por la dirección general de la institución.

 

 

Enviamos nuestro sentido pésame tanto a Paco como a su familia, esperando que pronto encuentren resignación.

 

 

Piden atención especial a Olintla

 

 

Un grupo de trabajadores sociales que en algún tiempo estuvieron en la región totonaca de la Sierra Norte, nos dicen que se hace necesario que las autoridades estatales atiendan el problema surgido en Olintla porque podría desbordarse entre otras comunidades de la zona.

 

 

Los indígenas totonacas de la región tienen mucho apego a su tierra, pues de ella viven cultivando maíz y café. Las fuentes de agua de las que se abastecen son cuidadas con esmero, pues son parte de su subsistencia.

 

 

Si ellos sienten una amenaza para la tierra y el agua, de lo que viven, se van a oponer a cualquier acción de las autoridades y eso puede resultar peligroso.

 

 

Es necesario, nos dicen, escucharlos, atender sus peticiones y manejar el problema con mucha delicadeza, sobre todo porque ellos tienen desconfianza, primero porque han sido engañados casi siempre, y luego porque no dominan el español y requieren de traductores serios y honestos.

 

 

 

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