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Las alianzas entre PAN y PRD




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Es un hecho que habrá alianza en Puebla entre el PAN y el PRD. El del Sol Azteca ha puesto como condición que el candidato a la presidencia municipal de la capital no sea yunquista, es decir, que no pertenezca a la corriente de ultraderecha panista, encuadrada en la organización del Yunque.  

 

Para aparentar una decisión democrática en la designación del candidato panista, el partido blanquiazul ha ideado una estrategia que sirva para dejar contentos a todos los grupos y dé la impresión ante la opinión pública que en el partido conservador creado en 1939 por don Manuel Gómez Morín sí hay democracia interna.

 

 

Se ha escogido a cuatro precandidatos para participar en dos encuestas que servirán para tomar la decisión: el grupo de panistas ultras propone a Franco Rodríguez Álvarez, exdirigente del Consejo Coordinador Empresarial de Puebla, y a Pablo Rodríguez Regordosa, secretario de Economía del estado; el grupo liberal del PAN propone a Antonio Gali Fayad y a Jorge Aguilar Chedraui.

 

 

Una de las empresas encuestadoras será contratada por el Yunque y la otra por el grupo de Tony Gali.

 

 

Al final, el candidato será el que tenga las mayores simpatías entre el respetable, y los tres precandidatos perdedores se sumarán a la campaña del triunfador. Será una muestra de unidad entre los panistas, a quienes les ha ido como en feria desde el pasado julio.

 

 

A continuación publicamos un interesante trabajo realizado por una reportera del periódico digital Sin Embargo donde se analiza la importancia que tiene para los partidos de la izquierda y la derecha, aliarse para participar en las elecciones locales.

 

 

Dicen algunos perredistas que el objetivo es ganarle al PRI a como de lugar, es decir, los partidos políticos, carentes de ideología, de proyectos, de sensibilidad social, quieren el poder por el poder mismo y no les importa aliarse con Chana o con Juana. Su objetivo no es resolver los graves problemas económicos y sociales de la población sino tener poder para resolver problemas personales o de grupo. Vea esto.

 

 

El Partido Acción Nacional (PAN) y el de la Revolución Democrática (PRD) repetirán este año la fórmula que les ayudó a ganar gubernaturas, espacios en Congresos locales y municipios en 2010 en los estados donde contendieron en alianza. En este año, su objetivo será otra vez ganarle terreno al PRI, ahora en 14 estados en donde habrá procesos electorales. “No importa cómo ni con quién, lo importante es ganar”, dijo Armando Contreras Luna, secretario de Alianzas y Relaciones Políticas Nacionales del Partido de la Revolución Democrática (PRD) para explicar el sentido del frente amplio opositor, estrategia que se aplicó en 2010 con alianzas en 10 estados y que será la misma para 2013 donde se elegirán mil 347 presidentes municipales, 441 diputados y una gubernatura en 14 entidades del país.

 

 

El Sol Azteca anunció que ya está confirmada la alianza con el PAN en Baja California, el único estado donde se elegirá gobernador este año, y que es casi segura en Zacatecas, Oaxaca, Sinaloa, Tlaxcala y Coahuila. Contreras Luna reconoció que el partido no puede solo, pues en las elecciones de 2010, en donde contendió sin aliarse con ninguna otra fuerza política, cayó en las preferencias electorales, mientras que en Oaxaca, Puebla, Sinaloa, Durango, Hidalgo, Quintana Roo y Chiapas, la alianza le permitió un repunte respecto a los comicios de 2007. El PAN, por ejemplo, el año pasado en las elecciones presidenciales fue el único partido que participó solo, sin alianzas, y perdió. Por lo tanto, se confirma que las alianzas también han demostrado ser una de las opciones para derrotar al priismo en algunos estados. Gracias a la alianza entre panistas y perredistas, esos partidos llegaron a las gubernaturas de Sinaloa, Puebla y Oaxaca en 2010. El mejor ejemplo fue Oaxaca donde la alianza PRD-PAN-Convergencia obtuvo la gubernatura con 45.02 por ciento de los votos, más de 15 por ciento de las preferencias que se tuvieron en las elecciones de 2007. En el caso de Puebla y Sinaloa, el Poder Ejecutivo estatal se obtuvo con un crecimiento de casi 5 por ciento y de 2.9 por ciento, respectivamente. Durango, Hidalgo, Quintana Roo y Chiapas no corrieron con la misma suerte y la alianza de izquierda con el partido de centro-derecha no obtuvo la victoria, mientras que en las entidades donde el PRD se postuló solo perdió las elecciones y en algunos casos cayó en las preferencias como sucedió en Baja California y Aguascalientes. El PRD aprendió la fórmula y precisamente en Baja California, donde cayó de 6.8 por ciento de los votos en 2007 a 4.88 por ciento en 2010, ahora le apuesta a la alianza con el PAN para ganar la gubernatura. Armando Contreras señaló que este año buscarán ganar municipios y mantener los que ya se tienen ganados, pues en 2010 colocó a 83 de sus candidatos y el PAN 198. Actualmente el PRD gobierna 340 ayuntamientos (alrededor de 15 por ciento del total).

 

 

Beneficios y contradicciones

 

 

Aunque las alianzas están probadas electoralmente como una estrategia para ganar territorio, existen especialistas y políticos que sostienen opiniones encontradas en torno a lo benéficas que resultan. Para María Xelhuantzi, investigadora de la Academia de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el único beneficio de una alianza entre estos dos partidos es formar un frente común en contra del PRI. Sin embargo, esta unión confunde al electorado y a los militantes que se identifican con la ideología de uno u otro. Dentro del PRD existe diferencia de opiniones en torno de las alianzas, como el caso de la diputada federal Aleida Alavez Ruiz y el coordinador de la bancada perredista en la Cámara de Diputados. “No nos podemos desfigurar en alianzas con partidos que nada tienen que ver con nuestros principios. Hay que estarlo diciendo siempre, nuestras alianzas tienen que ser con los partidos de izquierda; las alianzas con la derecha nos desdibujan como fuerza política y a nivel ideológico”, opinó Aleida. Mientras, para Silvano Aureoles, coordinador del PRD en San Lázaro, la unión entre partidos para ganar una elección es una estrategia probada. “Son estrategias electorales que se dan en todo el mundo. Los partidos políticos en las contiendas quieren ganar el poder. Hemos visto alianzas extrañas como en Inglaterra donde la derecha se une con la izquierda. Estoy de acuerdo que los partidos políticos en el marco de sus estatutos hagan sus alianzas, no importa que sus plataformas no coincidan”.

 

 

Saldos para el PAN

 

 

Estas alianzas también dejaron saldos. El entonces secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, expresó de manera pública su molestia por dichos acuerdos y renunció a su militancia. Para los 14 procesos electorales de este año, el PAN tiene la intención de asistir en alianza con el PRD en 13 entidades, por lo menos así lo adelantó el exgobernador panista de Guanajuato Juan Manuel Oliva (un ultraderechista) el fin de semana pasado en la reunión de estructuras municipales del PAN. El secretario general adjunto de elecciones del Comité Ejecutivo del PAN expresó que los estados donde van más adelantadas las negociaciones son Sinaloa, Veracruz, Zacatecas, Aguascalientes, Quintana Roo y su principal bastión, Baja California, donde llegaron al poder desde hace 24 años y no han perdido desde entonces. La propuesta aliancista sólo está cancelada en Tamaulipas. El tema de las alianzas de panistas con otros partidos forma parte del problemario analizado en el documento de revisión del partido llamado “Contenido y alcance de la reforma estatutaria de Acción Nacional”, elaborado por la comisión de evaluación y mejora. Dicho documento forma parte de las propuestas de revisión de estatutos que está planeado para marzo de este año. Contiene una encuesta realizada entre panistas donde se les pregunta si están de acuerdo con las alianzas, a lo que 42 por ciento dijeron estar de acuerdo y 58 por ciento en desacuerdo. Pero al ser cuestionados con quién estarían de acuerdo en hacer alianza, 48 por ciento dijeron que con el PRD y la menos aprobada, con el Partido del Trabajo, “un partido pequeño y de izquierda”, según se lee en el documento. Para el panista lo que pesará será que el candidato sea de su partido. De acuerdo con el documento, 67 por ciento apoya la alianza si el candidato es panista, y 59 por ciento estaría de acuerdo si es ciudadano. “Por el contrario, se mostraron en contra de una alianza si el candidato fuera de otro partido, 56 por ciento y si hubiera renunciado a otro partido con anterioridad (57 por ciento contra 43 por cientio)”, se lee en el documento. Es decir que las alianzas deberán pasar por la aprobación de los candidatos por parte de los panistas.

 

 

Este contenido ha sido publicado originalmente por Sin Embargo en la siguiente dirección: http://www.sinembargo.mx/31-01-2013/511216. Si está pensando en usarlo, debe considerar que está protegido por la ley. Si lo cita, diga la fuente y haga un enlace hacia la nota original.

 

 

Es un buen trabajo que debería ser conocido por todos para entender lo que está pasando en los partidos políticos nacionales, que tan desprestigiados han estado en los últimos años.

 

 

¿Usted cree realmente que una alianza PAN-PRD pueda repetir en la presidencia municipal de Puebla, capital del estado, en las elecciones de julio próximo?

 

 

En las elecciones presidenciales, el triunfo en Puebla, tanto en la capital como en el resto del estado, fue de Andrés Manuel López Obrador, pero eso de ninguna manera indica que la izquierda sea una corriente política fuerte. De lo que no hay duda es de que López Obrador tiene carisma y poder de convencimiento, capaz de hacer ganar a un partido débil, dividido y desorganizado, como lo ha sido desde hace años el de la Revolución Democrática.

 

 

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