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Al PAN le ha llovido en su milpita




Escrito por  Gabriel Sánchez Andraca
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El Partido Acción Nacional está sufriendo críticas duras y hasta agresiones de militantes, todo porque con el proceso de renovación de su dirigencia nacional se han desatado las ambiciones de los grupos que se mueven en su interior y que, a decir de su ex candidata presidencial Josefina Vázquez Mota, esos grupos se han radicalizado y no por ideales, sino por razones netamente personales.

 

Doña Josefina al declinar su participación como candidata a dirigir nacionalmente a su partido, habló de estructuras corporativas que alterarían el resultado de una elección.

 

 

El corporativismo fue siempre uno de los temas de ataque del PAN al PRI, desde su fundación hasta su arribo al poder federal.

 

 

Pero unos días antes que doña Josefina, un ex gobernador de Nuevo León, que también fue secretario de Energía y senador de la república, de apellido Elizondo Barragán, se lanzó duro contra el partido de la derecha, al anunciar su renuncia a dicha organización.

 

 

Dijo que la corrupción, la opacidad, el acarreo, la afiliación masiva, la compra y coacción del voto, el uso de recursos públicos para fines partidistas, el clientelismo, los puestos públicos como botín, el cinismo, la mentira y la subordinación del bien común al beneficio personal, privan en ese partido.

 

 

El licenciado Elizondo se mandó. Tenía sólo 11 años de militancia, pero hay panistas con mucho más tiempo que también han renunciado como José Paoli Bolio, Ana Rosa Payán, Fernando Gómez Mont, Tatiana Clouthier y otros.

 

 

El problema de los panistas es que de ser un partido de “la gente decente”, así se le conoció en sus inicios, pasó a ser un partido del populacho. Ganaron el poder y perdieron el partido. Ya no son como antes.

 

 

En los 40 50 y hasta mediados de los 70, los panistas eran los “apóstoles del voto”, entre sus divisas tenían frases como: “por una patria ordenada y generosa”, “por el bien común”, etcétera.

 

 

Eran gente respetable y respetada que cooperaba según sus posibilidades para el sostenimiento de su partido y que una y otra vez lanzaban candidatos pese a la seguridad que tenían de que iban a perder, de que les iban a hacer trampa en caso de que ganaran.

 

 

Así conocimos al PAN de Puebla, con don José de la Luz León, un hombre entregado a la causa panista de tiempo completo, al licenciado Miguel López y González Pacheco, que fue el primer diputado que tuvo el PAN en Puebla; a don Teodoro Ortega, que fue el segundo diputado federal del partido; a la maestra Rosalía Ramírez, que fue también diputada federal plurinominal y regidora del ayuntamiento, a Alejandro Cañedo, a Jesús y David Bravo y Cid de León, ex diputados federales también, a don Pedro de la Torre y su esposa, y a muchos otros panistas que semanalmente visitaban pueblos del estado para organizar a los ciudadanos y predicarles la doctrina partidista.

 

 

Todo eso se acabó cuando el partido blanquiazul fue invadido por la ola empresarial llevada por el ex dirigente nacional de la Coparmex, Manuel J. Clouthier, que fue candidato a la presidencia de la república contra Carlos Salinas de Gortari, del PRI, y Cuauhtémoc Cárdenas, del PRD.

 

 

Los grupos empresariales disgustados con el PRI a raíz de que López Portillo nacionalizó la banca, se vengaron adueñándose del PAN y llevándolo al poder con Vicente Fox, que dijo que su gobierno era un gobierno de empresarios y para empresarios. Y luego con Felipe Calderón.

 

 

Entre los dos siguiendo el camino marcado por Salinas de Gortari, llevaron al país al despeñadero.

 

 

El Banco Mundial acaba de decir que México y Centroamérica son las regiones de América Latina en las que la pobreza ha aumentado en vez de disminuir, del 2000 al 2012. Curiosamente el tiempo en que gobernaron a nuestro país los panistas. La pobreza era del 30 por ciento y ahora anda en 41 por ciento.

 

 

Bueno, pero estábamos en que al PAN le ha llovido en su milpita por la decepción de muchos de sus militantes, que tal vez ingresaron al partido buscando sinceramente la salvación del país y se encontraron con una mala copia del PRI, partido al que tanto atacaban y del que acabaron siendo una pésima imitación.

 

 

Es una lástima, pues tanto Acción Nacional como el PRI representan, ideológicamente, las dos corrientes políticas que han privado en esta nación desde la guerra de Independencia: los priistas se han considerado siempre herederos de la corriente liberal y los panistas, aunque no lo dicen, son herederos de la corriente conservadora. La izquierda es nueva en la historia de nuestro país. Llegó a México en los albores del siglo XX, pero empezó a tener presencia real en la vida política hasta mediados de ese siglo.

 

 

Solicita licencia la diputada Luna Porquillo

 

 

Sorpresiva fue la licencia para separarse temporalmente de la curul que ocupa en el Congreso federal, de parte de la diputada perredista Roxana Luna Porquillo.

 

 

Ayer había preocupación entre los perredistas poblanos, pues no sabían de qué se trataba.

 

 

Puede ser que a la dirigencia nacional, decían, le hayan exigido su retiro, pues es una de las legisladoras más aguerridas o puede ser que su retiro sea realmente temporal, para buscar alguna posición en la dirigencia nacional de su partido.

 

 

Por lo pronto deberá ser llamada su suplente, Aída Ramírez Torres, para que ocupe su curul.

 

 

La licencia fue presentada al inicio de la sesión de ayer y cuando se supo la noticia en Puebla, causó conmoción en algunos círculos perredistas.

 

 

 

 

 

 

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