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Nadie lo hubiera definido mejor: dice Manuel Jáuregui en el diario Reforma —seudónimo con el que escribe su dueño, Alejandro Junco de la Vega— que en las condiciones actuales del PAN, la probable reelección de Gustavo Madero al frente de Acción Nacional lo harían convertirse en el capitán del Titánic. Con tal metáfora, el propietario del mejor periódico nacional presagia el derrumbe total de esa organización política en las elecciones de 2015 y 2018. En esa lógica, cualquier proyecto de construcción de una candidatura presidencial panista nacería muerta en caso de continuar la línea propeñanietista hacia afuera, y corrupta y pragmática hacia adentro.
Una nueva encuesta, ahora de Parametría, le viene a dar la razón a aquellos que afirman que Madero está sostenido por la voluntad de una facción, pero no por el consenso de la base panista. La empresa favorita de Casa Puebla da favorito al senador Ernesto Cordero con dos metodologías diferentes. En una encuesta telefónica, el ex secretario de Hacienda le saca 36 puntos de preferencia efectiva a Madero, y 12 puntos en encuesta domiciliaria. De momento, y por lo menos en los números, los militantes activos no desean la reelección del dirigente nacional con licencia.
Dice Paco Abundis “en ambos ejercicios (encuesta telefónica y vivienda) Ernesto Cordero tiene una ventaja en las preferencias electorales —tanto bruta como efectiva—. En la preferencia electoral bruta, 46 por ciento de los militantes entrevistados en vivienda por Parametría, dijo que si hoy fuera la elección para renovar la dirigencia nacional del PAN votarían por Ernesto Cordero como presidente y Juan Manuel Oliva como secretario, en tanto que 36 por ciento dijo que otorgaría su voto a Gustavo Madero como presidente y a Ricardo Anaya como secretario.
“En el ejercicio telefónico, 59 por ciento de las preferencias electorales se inclinaron por la fórmula Cordero-Oliva, mientras que 27 por ciento lo hizo por Madero-Anaya, un 12 por ciento de los entrevistados en vivienda se dijo indeciso y ese porcentaje en la encuesta telefónica llegó a 8 por ciento.
”En cuanto a la preferencia electoral efectiva, la cual no contempla las categorías de “otro”, “ninguno”, “no sabe” y “no contesta”, en el ejercicio en vivienda, la fórmula de Ernesto Cordero y Manuel Oliva llegó al 56 por ciento de la preferencia, mientras que Gustavo Madero y Ricardo Anaya obtuvieron el 44 por ciento. En la encuesta realizada telefónicamente, Cordero y Oliva obtienen el 68 por ciento de las preferencias, mientras que Madero y Anaya llegan al 32 por ciento”.
¿Pero por qué una mayoría de panistas —por lo menos en encuesta— no quieren que Madero se reelija?
Un 56 por ciento de los militantes activos considera que el PAN, durante la administración de Peña Nieto, ha actuado más como un partido colaboracionista del gobierno federal, mientras que apenas un 27 por ciento cree que sí ha actuado como oposición.
Dice Parametría “una de las características más importantes del PAN, es que desde su formación fue un partido de oposición, que se manifestó en repetidas ocasiones en contra del régimen poco democrático que tenía México, llegando incluso a no presentar candidatos a la Presidencia de la República; los militantes que fueron entrevistados en vivienda dijeron que durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, Acción Nacional se ha comportado más como un partido que colabora con el gobierno, así lo señaló más de la mitad de los encuestados (56 por ciento), únicamente tres de cada 10 creen que el PAN ha desempeñado un papel más como partido de oposición durante la actual administración”.
La diferencia entre ambos candidatos a la dirigencia nacional del PAN está en sus atributos y la opinión que tiene de ellos la militancia. Ahí, Cordero arrasa con Gustavo Madero, pues el senador tiene una opinión efectiva del 88 por ciento mientras que el dirigente con licencia sólo 55 puntos. Madero tiene un altísimo 19 puntos de percepción negativa, producto del desgaste de su gestión y su acercamiento a Peña Nieto.
La encuesta de Parametría fue levantada del 11 al 15 de marzo entre militantes activos del PAN con antigüedad mínima de 12 meses con base al Registro Nacional de Militantes. 405 entrevistas en el sondeo domiciliario y 800 en el telefónico.
Ernesto Cordero ha ganado la batalla discursiva y de la imagen. Por mucha estructura que tengan, si la militancia sale a votar, Gustavo Madero puede perder. Por donde se vea, no hay una batalla decidida todavía.