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Moreno Valle es un peligro para Puebla




Escrito por  Arturo Rueda
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Aunque en Puebla los liderazgos políticos, empresariales y académicos todavía le tienen miedo, así como los medios oficiales, el buen periodismo de los medios locales críticos, así como la intervención de los nacionales, han generado un repudio absoluto hacia la figura del gobernador poblano al grado de que el hashtag #MorenoValleAsesino fue trending topic durante varias horas del fin de semana. Asesino es un apellido más que ya no lo abandonará, así como “el precioso” que ya nunca abandonó a Marín

La muerte del niño José Alberto Tehuatlie ha manchado de sangre las manos de Rafael Moreno Valle y su grupo político. El régimen ha perdido legitimidad, y por tanto, cualquier expectativa de mantenerse en el poder en Puebla o de trascender a nivel nacional. Nunca nadie ha ganado una elección perseguido por la fotografía de un niño ensangrentado, tocándose compulsivamente el agujero que dejó en su cabeza uno de los proyectiles disparado por la Policía estatal al amparo de la #LeyBala durante el desalojo de la autopista a Atlixco. Con el recuerdo de esta muerte injusta, el morenovallismo dirá adiós al 2016, al 2018 y la condena social será mayor que la que recibió Mario Marín.

 

 

La muerte del niño de Chalchihuapan, además de injusta, tiene todos los tintes de un crimen de Estadoque debe ser investigado por todos los organismos nacionales e internaciones de defensa de los derechos humanos. Crimen de Estado porque, desde el primer día, el gobierno buscó tergiversar los hechos para hacer creer que fueron los propios pobladores quienes dispararon e hirieron al muchachito con un cohetón. Incluso, aprovechándose del dolor y la ignorancia de la madre, quisieron obligarla a firmar una declaración incriminatoria contra sus paisanos.

 

 

Una y otra vez, el morenovallismo se ha aferrado a la versión de los “peligrosos” manifestantes armados con “piedras de gran calibre”,para defender a los dos funcionarios responsables de los fallos operativos y políticos del desalojo, Facundo Rosas Rosas y Luis Maldonado Venegas. Las evidencias, videos y fotografías demuestran que los policías dispararon sus proyectiles a quemarropa, de forma descontrolada, en contra de la población que solamente pedía Registro Civil en su junta auxiliar para no tener que viajar a la cabecera municipal a realizar los trámites básicos.

 

 

Los culpables del fracaso operativo del desalojo son Facundo Rosas Rosas y Luis Maldonado Venegas. El primero por carecer de protocolos para aplicar la #LeyBala, así como la deficiente capacitación en el uso de armas “no letales”, que sí resultaron serlo. El titular de la SGG por retirar el servicio del Registro Civil con una reforma que no garantizó la prestación y generó un reclamo social en las más de 600 juntas auxiliares de todo el país. El día del operativo en la autopista a Atlixco, ni siquiera se dignó a enviar un negociador o delegado de la dependencia. Todo quedó a criterio de los policías, sin capacitación ni con criterio para apaciguar a una población enardecida.

 

 

La renuncia de ambos funcionarios hubiera sido una respuesta capaz de apaciguar los ánimos, pero fiel a su naturaleza bélica, Moreno Valle decidió que no iba a dar un paso atrás, no iba a entregar ninguna cabeza y la #LeyBala no será derogada. Quizá, en su realidad distorsionada, se exonera a sí mismo creyendo que actuó correctamente al desalojar a los peligrosos manifestantes de Chalchihuapan que osaron llevar escudos humanos como si estuvieran en Gaza. Los funcionarios repiten que el niño José Alberto Tehuatlie sí estaba en la manifestación y es mentira que sólo pasara por ahí, como si eso les diera derecho a matarlo.

 

 

Pero la sociedad mexicana ya dictó sentencia. Aunque en Puebla los liderazgos políticos, empresariales y académicos todavía le tienen miedo, así como los medios oficiales, el buen periodismo de los medios locales críticos, así como la intervención de los nacionales, han generado un repudio absoluto hacia la figura del gobernador poblano al grado de que el hashtag #MorenoValleAsesino fue trending topic durante varias horas del fin de semana. Asesino es un apellido más que ya no lo abandonará, así como “el precioso” que ya nunca abandonó a Marín.

 

 

José Luis Alberto Tehuatlie es la primera víctima mortal de la #LeyBala, pero nadie asegura que sea la última. Otra vez, fiel a su estilo dictatorial, Moreno Valle quiere mantenerse en el poder los dos años que le restan endureciendo cada vez más la respuesta represiva ante las demandas sociales. Su propia legitimidad fracturada a ojos del electorado que lo encumbró para castigar al marinismo lo hará incrementar sus instintos dictatoriales.Sin aspiraciones presidenciales, canceladas por la muerte injusta de un niño, sin contrapesos locales, será ahora sí el sátrapa que se veía venir desde el segundo año de su gobierno.

 

 

Moreno Valle es un peligro para Puebla. Aunque es un político-zombi, un muerto que camina, le quedan dos años de gobierno para continuar aplicando la #LeyBala para continuar machacando a los poblanos que tengan la osadía de salir a reclamar sus políticas dictatoriales. Espera contar con la tradicional apatía de los poblanos, con su renuncia a participar de marchas, con los millones que tiene, ablandar la conciencia de empresarios, medios de comunicación, universidades.

 

 

Pero la Historia juzgará a quien se ponga de su lado, sean políticos, dirigentes nacionales, empresarios, periodistas. Compartirán su mancha de ilegitimidad los calificativos de asesino. Como les ocurrió a los marinistas, se volverán impresentables en público. Y todavía peor, porque a Mario Marín nadie lo acusó de asesino y a Moreno Valle así.

 

 

La batalla por recuperar la convivencia democrática de Puebla inicia hoy. ¿De qué lado quieres estar?

 

 

 

 

 

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