Por enésima vez, vecinos de esta localidad piden al Ayuntamiento que regulen los bares y centros nocturnos que hay en el municipio, pues acusan que constantemente se suscitan riñas, además de que los establecimientos operan más de 12 horas diarias.
En entrevista, Guadalupe E. una de las vecinas inconformes, acusó que desde hace casi dos años ha solicitado al alcalde, Miguel Hernández, que se cierren los negocios de ese tipo, pues consideran que dan muchos problemas a los que transitan por esa zona.
“Lamentablemente el problema va más allá del ruido, la verdad, no nos dejan dormir. En esos establecimientos hay constantemente riñas, vemos entrar y salir a niñas, que creemos que son usadas para la prostitución”, expresó una vecina de uno de los giros negros ubicado en la calle Ignacio Zaragoza.
A decir de Cándida R. hace casi dos años que los vecinos de la zona, se juntaron y solicitaron al edil que intervenga, pero a la fecha no ha procedido, “no sabemos si él esté recibiendo moches de los bares, o cual es a razón para hacerse el que no ve nada”.