Mientras las principales vías que conectan a la cabecera municipal y a las juntas auxiliares se han vuelto prácticamente intransitables desde hace dos años, la alcaldesa Hermelinda Macoto Chapuli ha aplicado los recursos que tiene, en obras absurdas que sólo son consideradas por sus gobernados como “adorno”.
Obras como la remodelación del palacio municipal que costó 5.5 millones de pesos, así como la construcción de arcos de bienvenida en las juntas auxiliares San Francisco Ocotlán y San Antonio Mihuacán, una barda con el letrero de “bienvenido a Coronango” en la cabecera municipal, entre otras, son las obras absurdas de la priista, mientras que uno de cada dos habitantes se encuentra en pobreza extrema, según datos de la propia alcaldesa.
Las obras antes mencionadas, incluso han sido señaladas anteriormente por el regidor de Desarrollo Urbano y Obras Públicas, José Toxqui Coyotecatl, como obras de “adorno”, las cuales ejecutó en completa opacidad, ya que a poco más de un año de haberlas realizado, se desconoce la inversión que se ejecutó en la mayoría de éstas.
A unos metros del arco de “bienvenida” que construyó en el acceso a la junta auxiliar San Francisco Ocotlán, ubicado en la Avenida Benito Juárez o Los Ángeles, se encuentran las vialidades más dañadas de esta comunidad, calles de terracería, y otras con sólo restos de pavimento, que están llenas de baches.
El regidor de Desarrollo Urbano y Obras Públicas, comentó que esta obra, de la cual desconoce el monto, no es la única, ya que –aseguró- en todo Coronango se hacen obras de ese tipo, “la presidenta toma decisiones unilaterales, ejecuta obras sin consultarlas en cabildo, obras que son absurdas y no son necesarias”.
Toxqui Coyotecatl comentó que ni el monto del arco de Ocotlán ni el de ninguna obra es conocido para él, dado que -dijo- al igual que al resto de los regidores, se les mantiene al margen de la información financiera y la aplicación de recursos.
El regidor de Desarrollo Urbano, comentó que ante la necesidad de la población por hacer transitables las calles dañadas, ellos mismos han tenido que ocupar y adquirir, material o escombros, para tapar los enormes baches.
“La gente rellena los hoyos con escombro o material, ya que tienen la necesidad de transitar y esa necesidad hace que ellos mismos busquen la manera de tapar los baches”, explicó.