Desde el Cereso de San Miguel donde está preso desde hace cinco meses por el presunto homicidio de Paulina Camargo, José María Sosa Álvarez confirmó la investigación hecha por CAMBIO y aseguró que no sostenía una relación de noviazgo con la joven desaparecida y que sólo en una ocasión sostuvieron relaciones sexuales.
A través de una serie de reportajes publicados por este rotativo el pasado 13 de octubre, se develó que “Chema” Sosa sólo era el free de la joven de 19 años de edad, según las declaraciones de la madre, María del Roció Limón ante la entonces Procuraduría General de Justicia (PGJ); hechos que fueron confirmados por el joven desde la prisión donde permanece acusado de homicidio, aborto y falsedad de declaraciones.
“Solamente tuvimos una vez relaciones y pues el condón se rompió. A los diez días ella me dijo que estaba embarazada y que el bebé era mío. Yo admití que me haría cargo del bebé desde un principio. Nunca me negué (…) No éramos novios, yo la conocí desde que estaba en la prepa”, detalló “Chema” en entrevista para Central.
Las declaraciones del imputado coinciden plenamente con las realizadas por la mamá de Paulina ante la autoridad ministerial, donde dice que “José María Sosa Álvarez, quien era su amigo y con quien tenía una relación free de amistad y esa vez fue la primera vez que tuvo relaciones con él. También comentándome mi hija que ese día, se les rompió el condón”.
Sí aceptó hacerse cargo del bebé
Del mismo modo, José María ratificó que nunca se negó a hacerse cargo del bebé que Paulina esperaba, tal y como la señora María del Rocío Limón declaró en documentos oficiales en poder de CAMBIO, agregando que incluso conoció al otro pretendiente de la joven que también quería adoptar el rol de paternidad, Arturo Villegas Valencia.
“Yo no sabía ni quién era, ya después me explicaron, pero ahí él me vio burlonamente. Yo lo tiraba de a loco porque ni sabía quién era, ahí nos conocimos”, detalló respectó de Arturo Villegas, con quien compartió celda antes de que a este último le fuera otorgada la libertad bajo fianza, fijada en 65 mil pesos.
Los Camargo revisaron la escena del supuesto crimen
Sobre las horas posteriores a la desaparición de Paulina Camargo, la noche del 25 de agosto, José María reveló que un grupo de familiares lo mantuvo “secuestrado” en casa del tío, Víctor Camargo Muñoz, donde pudo escuchar deducciones en las que la familia mencionaban “si no habría desaparecido por un jale”, aunque sin saber a qué se referían con eso.
Al día siguiente, la madrugada del 26 de agosto, los hermanos Víctor, Néstor y Rolando Camargo junto con otros familiares, lo llevaron hasta su departamento en La Margarita, donde comenzaron a revolver toda la casa aún antes de que la Policía se presentara en la supuesta escena del crimen, de la cual no se respetó la cadena de custodia y tuvo que ser devuelta a la familia.