El grupo de responsables de la derrota priista en las elecciones 2016 realizaron ayer un cónclave mañanero con la finalidad de cubrirse las espaldas y apuntalar a Jorge Estefan Chidiac en la dirigencia estatal, a pesar de que su dirigencia provocó la peor votación en 30 años para su partido. La gran ausente de la reunión fue la candidata perdedora, Blanca Alcalá, quien ya suma 5 días sin dar la cara a sus militantes.

La defensa al gran perdedor de la contienda fue encabezada por Rogelio Cerda, delegado del CEN tricolor, quien incluso tuvo la ocurrencia de nombrar a Alcalá Ruiz, como “líder moral” de los priistas hasta el 2018.

En la primera reunión de priistas donde realizaron una “evaluación muy primaria” del fracaso histórico que protagonizaron los asistentes, acordaron como premio de consolación la permanencia de Jorge Estefan hasta el 2018.

“Aprovecho para enviar un gran reconocimiento al priismo poblano por la valentía, en la parte formal hay otro ganador, pero la campaña la ganó inequívocamente Blanca Alcalá porque tiene la calidad de decir que peleó limpiamente la elección”, aseguró el delegado Rogelio Cerda.

Entre quienes llegaron a un restaurante del Centro Histórico de Puebla donde se realizó el cónclave, además del propio Cerda Pérez y Jorge Estefan Chidiac, destacaron el coordinador general de la campaña, Alejandro Armenta; Javier López Zavala quien estuvo a cargo de promover el voto; el diputado federal Víctor Giorgana, la secretaria general del CDE, Rocío García Olmedo y el ex delegado de Sagarpa, Alberto Jiménez Merino.

También participó la coordinadora de la bancada del PRI en el Congreso local, Silvia Tanús; el legislador federal Lorenzo Rivera; Pablo Fernández del Campo, Maritza Marín, Javier Cacique, el regidor Iván Galindo; la suplente de Blanca Alcalá en el Senado, María del Carmen Izaguirre, así como el líder de la CTM, Leobardo Soto, las diputadas federales Xitlalic Ceja y Graciela Palomares, así como el líder de los electricistas, Víctor Manuel Carreto.

Los grandes ausentes fueron además de Alcalá, los miembros de la dirigencia del PRI en la capital, donde la malograda candidata priista obtuvo peores resultados, José Chedraui y Mónica Barrientos.

Blanca Alcalá, de candidata a líder moral del PRI

Rogelio Cerda dijo que a pesar de que formalmente Puebla tendrá un nuevo gobernador, Blanca Alcalá ganó la campaña, reduciendo las aspiraciones de la senadora al nombramiento simbólico de “líder moral” de su partido.

“Por acuerdo general y unánime (la) reconocemos como la líder moral del priismo en Puebla y será quien encabezará moralmente a todo el priismo en este año y medio, antes de que tengamos candidato a gobernador en enero de 2018. Esa es la conclusión unánime de sectores y organizaciones de todos aquellos que representamos un capital político en el estado”, informó el líder estatal del PRI, Jorge Estefan Chidiac.

La senadora será la encargada de fomentar la unidad del tricolor de cara a la contienda de 2018 que iniciaron con las mesas de trabajo ayer en un restaurante de la capital, donde durante 5 horas debatieron a puerta cerrada los errores cometidos en la contienda.

Rogelio Cerda, el encargado de la operación cicatriz

Ante el derrumbe del tricolor en la entidad Rogelio Cerda, es el encargado de la operación cicatriz, después de haber perdido por 12 puntos la gubernatura ante Antonio Gali.

El priista no sólo dio el espaldarazo a Jorge Estefan, sino que será el mediador entre el dirigente estatal, el subdirector de Sedatu, Juan Carlos Lastiri y el delegado de Sedesol, Juan Manuel Vega Rayet, quien le pidió interceder para pactar una reunión con su correligionario, mientras que el funcionario federal requirió hacerle llegar a Jorge Estefan su respaldo.

“Por supuesto que no va a haber cambios en la dirigencia estatal, punto”, acotó Rogelio Cerda.

Aunque el diputado local y líder de la CTM, Leobardo Soto se sumó al grupo de los que pidieron la cabeza Estefan Chidiac, acudió a la reunión priista para ratificar el puesto del legislador federal de su partido.

“El gobierno federal no pactó la elección”

En tanto que el coordinador de la campaña, Alejandro Armenta, aseguró a sus colaboradores que “los habían entregado”, el delegado priista rechazó tales versiones.

“No veo cómo el secretario de Gobernación pueda entregar una gubernatura, si en sus manos estuviera, hubiera recuperado Veracruz, Chihuahua y todas las gubernaturas; el secretario no tiene ninguna injerencia electoral”, concluyó el enviado del CEN del PRI.