El triunfo de Donald Trump tiene en vilo a la planta de Volkswagen en México ante los posibles cambios a las políticas públicas de intercambio comercial con Estados Unidos que el republicano anunció en campaña, aceptó el vicepresidente de Relaciones Corporativas y Estrategias de la firma en México, Thomas Karig.
Entrevistado en el noticiero de Cinco Radio, el ejecutivo consideró ‘prematuro’ hablar sobre los efectos que las nuevas reglas de comercio implicarían para la armadora de Cuautlancingo, aunque reconoció que por sí sola la elección presidencial ya impactó en sus ventas ya que en octubre pasado se reportó una caída del 6 por ciento en la comercialización de unidades.
“Las ventas de Volkswagen en Estados Unidos antes de las elecciones cayeron 6 por ciento, sí, vimos un fenómeno de desaceleración incluso en México, donde las ventas en octubre crecieron 14 por ciento cuando era de 18. Todavía es buena cifra pero indica que este periodo de crecimiento acelerado se va a terminar, no es un indicador de crisis pero hace ver que se acabó la fiesta”, confesó.
Ante este escenario, Thomas Karig propuso esperar a que el presidente electo de Estados Unidos ‘concrete’ los planteamientos que realizó en campaña como imponer un arancel para la importación de mercancía –incluidos vehículos– a su país, ya que estos ajustes también representarían un impacto para la economía estadunidense.
“Hay que esperar a que esto se concrete, yo digo que no hay que perder de vista que los cambios no impacta sólo a Volkswagen y a la industria automotriz sino a toda la industria mexicana, incluso a su propia industria por ello sería irresponsable caer en especulaciones o entrar en pánico, habrá que esperar”, convocó.
Subrayó que la armadora de Volkswagen de México seguirá trabajando como hasta ahora, incluso se volverá más competitiva y eficiente para cuidar la calidad de sus productos. Cabe señalar que a partir del 2017, la planta de Cuautlancingo fabricará cinco modelos ya que al Beetle, Golf y Jetta se incorporará la Tiguan.