El 2016 definitivamente fue el año del huachicol en Puebla, dado que no sólo aumentó el número de tomas clandestinas en un 74.2 por ciento, al registrar mil 321 ‘ordeñas’ al corte de noviembre pasado, ante los 758 que se registraron durante todo el 2015, sino que además dejó una treintena de calcinados, una cumbia y hasta la aparición del Santo Niño Huachicolero que, según versiones recopiladas por CAMBIO, es la imagen religiosa a la que se encomiendan los ladrones de gasolina para no ser capturados por la policía.
A lo largo de este año que culmina, esta casa editorial informó puntualmente sobre cada uno de los sucesos relacionados con la mafia de chupaductos que ha ubicado a la entidad en la esfera nacional por la crueldad y cinismo con la que operan los grupos delincuenciales, los cuales sometieron en al menos 12 ocasiones a militares, elementos de la Gendarmería Nacional y a policías estatales con el apoyo de habitantes de los municipios, principalmente los que conforman el Triángulo Rojo: Palmar de Bravo, Tepeaca, Quecholac, Acajete y Acatzingo.
A continuación, CAMBIO realiza un recuento de los hechos más relevantes en la guerra que han desatado los chupaductos en la entidad.
Puebla, primer lugar en tomas clandestinas
Hasta 2015, la entidad se ubicaba en el tercer lugar en registrar un mayor número de robos a los ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex), después de Tamaulipas y Guanajuato, pero la extracción del llamado ‘oro negro’ se disparó a partir de marzo del 2016, cuando se ubicó en el primer lugar a nivel nacional. Hasta noviembre, el número de tomas clandestinas sumaba mil 321 casos, un 74.2 por ciento más en comparación con los hechos del año pasado cuando se registraron 758.
Como ya se preveía, Puebla cerró el año liderando la lista de entidades con mayor incidencia de este ilícito, según el fiscal, Víctor Carrancá Bourget, detrás de estos hechos están los Zetas, quienes operan en complicidad con los campesinos.
Surge La Cumbia del Huachicol
Es imposible no hablar de los huachicoleros, sobre todo si se vive en uno de los municipios del Triángulo Rojo, reconoció la cantante regional Tamara Alcántara en una entrevista con CAMBIO en agosto pasado, cuando este medio dio a conocer el surgimiento de La Cumbia del Huachicol que desde entonces, se ha convertido en una de las canciones favoritas en las fiestas patronales.
A raíz que este medio de comunicación difundiera la noticia, fue retomada a través de reportajes a nivel nacional, principalmente en las dos cadenas nacionales más importantes de México: Televisa y TV Azteca.
Santo Niño Huachicolero, ¿mito o realidad?
El mito alrededor de esta imagen ha dividido a los pobladores, ya que mientras algunos creen que es real y venerada por los chupaductos para que los proteja en su actividad ilícita, otros afirman que sólo es una sátira de Jesús Malverde –el santo de los narcotraficantes.
Cualquiera que sea su origen, entre los pobladores de los municipios del Triángulo Rojo circula una imagen del llamado Santo Niño Huachicolero al que presuntamente ruegan los ladrones de combustible para que les permita seguir obteniendo ganancias de al menos mil 200 millones de pesos al año, además de caer en las manos de la policía.
La imagen guarda semejanza con el Niño de Atocha, sólo que en lugar de tener un báculo y flores, porta bidones y una manguera.
Los calcinados de la guerra
Quemar vivos a chupaductos de bandas contrarias fue una constante en 2016 durante la disputa que existe entre estas las mafias por el control del robo de gasolina, ya que en un recuento realizado por CAMBIO sumaron al menos 25 casos.
Esto, sin contar los asesinatos producto de la guerra que azota cinco municipios de la entidad por el control de los ductos y ante la lucha que mantiene el gobierno federal, estatal y municipal al respecto.
Explosiones en ductos que duran hasta 42 horas
Son incontables las megafugas de gasolina que se registraron a lo largo del 2016, algunos eventos aterrorizaron más que otros por las explosiones que provocaron, tal es el caso de un ducto en Quecholac en marzo pasado cuando las llamas alcanzaron hasta 30 metros de altura y fue necesario el desalojo de más de 60 familias de las inmediaciones del kilómetro 188 de la Autopista Puebla-Orizaba.
En esa ocasión tuvo que intervenir Protección Civil nacional que logró sofocar el fuego después de 42 horas. Casos similares se replicaron en municipios como Palmar de Bravo y Tepeaca pero fueron controlados en 24 horas.
Ocho alcaldes bajo el yugo de los ladrones de gasolina
Un total de ocho alcaldes fueron sometidos al yugo de las bandas de chupaductos, quienes les han exigido hacerse de la vista gorda cuando crucen por sus municipios con bidones de gasolina robada o de lo contrario, se los cobrarán con sus familiares.
Se trata de Marcos Pérez de Tochtepec, Néstor Camarillo de Quecholac, Gaspar Rojas Torres de Cañada Morelos, Joel Díaz Ramírez de Santa Rita Tlahuapan, Óscar Anguiano Martínez de San Matías Tlalancaleca, David Huerta de Tepeaca, por mencionar algunos.
Quien más ha hecho ruido y que incluso ha amenazado con renunciar al cargo si no le ofrecen un seguro millonario es el perredista Marcos Pérez, aunque tanto el gobierno federal como estatal no han tomado en serio su denuncia.
Desarman a militares con apoyo de pobladores
Las bandas de chupaductos en los municipios que conforman el llamado Triángulo Rojo gobiernan de facto en la zona, ya que tan sólo en este 2016, en al menos 12 ocasiones han desarmado y golpeado, tanto a militares como a policías estatales y de la Gendarmería.
Tan sólo el 1 de diciembre pasado se registraron dos hechos en la región: mientras en Palmar de Bravo un grupo de los también llamados huachicoleros golpearon a personal de Seguridad Física de Pemex a quienes les robaron siete armas, en Tepeaca se dio un enfrentamiento entre un grupo de ladrones de combustible y militares, luego que los uniformados realizaran un operativo.
Con información de Javier Rodríguez y Augusto Simón