El Arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa presidió la misa en la Basílica de Guadalupe como una forma de agradecer la mejoría que ha tenido en su estado de salud, luego que sufriera un infarto el mes pasado y fuera hospitalizado urgentemente.

Después de ser dado de alta el 19 de enero, el líder de la grey católica en Puebla retomó sus actividades religiosas y públicas hasta el día de ayer cuando la arquidiócesis poblana ofreció el sermón en la Basílica de Guadalupe por el marco de la 126 Peregrinación Anual.

Dentro de su homilía, el obispo auxiliar de Puebla, Felipe Pozos Lorenzini, lamentó el robo de combustible que causa incertidumbre en el estado de Puebla, donde habló de los “malos tiempos” que se viven en cuanto a seguridad y corrupción.

Sánchez Espinosa evitó pronunciarse sobre el tema, sólo dijo estar agradecido con Dios por darle más vida, pues a mediados de enero sufrió un infarto que lo llevó al hospital.