José Hanan en su calidad de miembro del Patronato de Lobos BUAP ventiló la verdadera razón del pleito entre Palacios y Quiñones, de acuerdo al también periodista Deportivo, no fue una gresca entre borrachos sino un conflicto intrafamiliar por parte de William que intentó golpear a su esposa, y el goleador del equipo salió en defensa de la mujer.

Después de manejarse la versión de que los futbolistas participaron en una riña en un bar la madrugada del domingo, el periodista deportivo Pepe Hanan reveló que ambos jugadores colombianos son vecinos en una zona exclusiva de Puebla, y que el pleito fue porque Palacios llegó alcoholizado a su casa e intentó agredir a su mujer, en respuesta Quiñones salió en defensa de la esposa del futbolista.

La verdadera razón

Pepe Hanan dice cómo fueron los hechos, y descarta un pleito entre borrachos “la verdad de las cosas es que William Palacios se fue de fiesta, llegó a su casa durante la noche y la esposa no le abría la puerta. El vecino es Julián Quiñones, entonces cuando oyó el escándalo le dijo quédate a dormir en mi departamento y ya mañana te pasas”.

El miembro del Patronato de Lobos BUAP dice que William fue el culpable “Palacios insistió en tocar y tocar hasta que la esposa abre la puerta y la comienza a insultar”.

Asegura que Quiñones defendió a la esposa de William “es ahí donde Quiñones defiende a la esposa y se desata una batalla brutal que termina en una golpiza”.

La decisión de separar a Palacios del equipo es definitiva por parte de la directiva, aunque el cuerpo técnico encabezado por Rafael Puente abogó por él, siendo inútil el intento, ya que la directiva no piensa darle una oportunidad al colombiano. Por su parte, Quiñones será sancionado por tomar parte en una pelea marital.

La directiva: no hay vuelta atrás

Rafael Fernández, director deportivo de Lobos BUAP, expresó su sentir respecto a la problemática de ambos jugadores, donde explicó que nadie está por encima de los valores de la institución y que si bien encuentra una desagradable noticia en lo sucedido, no hay marcha atrás.

“Con todo el foco y la ilusión de todo lo deportivo, esta institución es de seriedad donde compartimos los valores y estoy totalmente de acuerdo con la decisión y creo fortalecer el código de ética del equipo. Encontrarse una situación así es triste, más porque son personas antes que jugadores”, declaró.

Por último, Rafael agregó que a pesar que los jugadores son jóvenes y entendiendo que pueden caer en equivocaciones, se deben tomar este tipo de decisiones con contundencia, pues se rebasaron los límites.

“Con base a lo sucedido no podíamos dar marcha atrás a esta decisión, son jóvenes y se pueden equivocar pero hay límites y en esta situación tuvimos que ser contundentes con la sanción”, finalizó.