De acuerdo a MedioTiempo y ESPN, el cuerpo médico de Lobos BUAP en varias ocasiones le requirió a Quiñones que acudiera a rehabilitación por su lesión, y el futbolista los dejaba plantados.
De acuerdo a dichos medios, se le citó a sesiones dobles de rehabilitación, para atender el desgarre muscular y que de esta manera su recuperación fuera pronta. Pero el jugador se limitó ha comentar que a él sólo le pagaban por ir a entrenar en la mañana.
No asistió ni un sólo día a terapia, después de lesionarse contra Atlas.
Prefirió dejarle esos problemas a su representante, quien tampoco cooperó con la situación, Fabio Marín quien también es representante de Julián, le pidió a este último a que no asistiera a los entrenamientos y de esta manera presionar a la directiva de Lobos.
Pero ni Rafa Puente y mucho menos la directiva cedieron a está situación, los estatutos de la BUAP son claros y de no respetarse nadie es indispensable en el conjunto licántropo.