Como ningún otro medio DIARIO CAMBIO y PERIÓDICO CENTRAL se han adentrado en una zona bélica en la que los periodistas Viridiana Lozano, Arturo Rueda, Edmundo Velázquez están exponiendo sus vidas. Para el lector que circula en las calles de la Angelópolis es difícil de entender que en esa zona de Palmar de Bravo se vive la ley de la selva. No hay orden, ni control, ni gobierno. Solo impera la ley de las balas de uno u otro bando.

 

El video que ya es del dominio público presenta evidencias de incuestionables excesos y la ejecución de, por lo menos, un civil.

 

En las horas siguientes a la serie de enfrentamientos que se dieron en Palmarito Tochapan el periodista Jorge Carrasco Araizaga publicó una dura entrega para la revista Proceso intitulada “Derrota del general Cienfuegos en Puebla” donde abunda sobre una Policía Militar carente de preparación para ese tipo de situaciones altamente volátiles. Carrasco asevera: “Sin mayor entrenamiento en operaciones militares ni armamento y, desde luego, ajenos a la seguridad pública han sido enviados por el general secretario como mero refuerzo disuasivo…”

 

Esto es lo que quedó de manifiesto en los videos presentados por DIARIO CAMBIO. No existió una estrategia, ni un orden en el operativo militar desplegado en Palmarito. Se entró a sangre y fuego, contra todo y contra todos.

 

Estos son los hechos crudos, la nueva realidad que vive Puebla. Lo publicamos hace unos días “El efecto Facundo tiene a Puebla en estado de guerra”.

 

La pregunta toral en estos momentos es: ¿Habrá más hechos y más notas periodísticas de este tipo? Lamentablemente debemos responder que sí.

 

Esto es una guerra. Habrá caídas de uno y otro bando. Y lamentablemente la propia población civil se ha colocado en medio de una confrontación bélica. Ahora aparecen presuntos “campesinos” que conducen camionetas Audi o Lobo que son propias de empresarios acaudalados. Vehículos imposibles de adquirir para un auténtico agricultor.

 

La opinión pública se habrá de polarizar. Algunas voces, principalmente las interesadas en politizar estos temas, embestirán al Ejército Mexicano y sus excesos. Empero como lo señalamos hace unos días, no existe otra vía, ni otro camino.

 

En la pasada entrega apuntamos: El gobernador Tony Gali Fayad recurre al Ejecutivo Federal y solicita que se refuerce la presencia castrense en Puebla porque es el único camino, la única ruta y solución posible.

 

Si hoy se permite que la industria del huachicol siga creciendo el día de mañana se van a extender a otras áreas y ramas. El crimen organizado es como un holding empresarial y entonces se diseminarán a la extorsión, el cobro de piso, el secuestro, la trata de personas, el narcomenudeo, la piratería, hasta llegar a extremos inconcebibles como ocurre en la Ciudad de México donde el cártel chilango de “La Unión” se apoderó de la taquería “El Borrego Viudo”. A ese grado de quedarse con una taquería, sólo porque les gustó el negocio; esto ante la mirada indolente e inoperante del Jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera. 

 

Por supuesto que la operatividad del Ejército Mexicano causará y desatará ámpula social en las comunidades que ya son parte de la industria del huachicol.

 

Pero a estas alturas de la crisis no hay otra vía. Permanece el Ejército en el Triángulo Rojo o se entrega el estado al crimen organizado.

 

Como siempre quedo a sus órdenes en Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo., sin mx.