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Jueves, 16 Noviembre 2017 03:03

Cártel Jalisco: la mayor amenaza que Puebla haya enfrentado

Cártel Jalisco: la mayor amenaza que Puebla haya enfrentado Escrito Por :   Javier Arellano Ramírez

Corría el primer año del desgobierno de Felipe Calderón. El presidente del ‘haiga sido como haiga sido’ abría la puerta a una falsa guerra contra del crimen organizado. En ese momento se daban las primeras extradiciones hacia Estados Unidos. Osiel Cárdenas Guillén, el líder del Cártel del Golfo era subido a un avión de la Fuerza Aérea Mexicana que lo llevaría a enfrentar múltiples cargos en una Corte de Houston. Esa era la primera acción oficial que vendría a desatar el desbordamiento de la delincuencia organizada.


Ciro Gómez Leyva conducía su programa en Radio Fórmula al mediodía y ahí reflexionaba: ‘Frente a estos hechos habría que ver las imágenes de lo que sucedió en Colombia en la época de los extraditables’. El periodista se refería a la espiral de violencia extrema que se desató en el país sudamericano bajo el yugo de los cárteles de Cali y Medellín. Aquellos capos vivían bajo una máxima: ‘Vale más una tumba en Colombia que una celda en los Estados Unidos’. La gran mayoría de aquellos narcos murieron como lo deseaban: en las calles, porque nunca permitieron ser extraditados.

 

Aquella reflexión de Gómez Leyva fue el anticipo de lo que vendría: el mayor derramamiento de sangre en la historia del México de las instituciones.

 

Una noche de 2009 la periodista Carmen Aristegui entrevistó al analista internacional Edgardo Buscaglia quien pronunció por primera vez aquel término:

 

- ‘Hoy ya se habla de un Estado Fallido’

 

- ¿Qué es un Estado Fallido?, preguntó Aristegui.

 

- ‘Es un Estado que ya no garantiza la defensa de la vida y propiedad de sus gobernados…’

 

Desde que Calderón abrió la puerta a esa falsa guerra, México cayó en una vorágine de violencia extrema. Cientos de miles de mexicanos ultimados y otros tantos miles en calidad de desaparecidos.

 

Sí, Calderón abrió la puerta, pero Peña Nieto se sentó a ver como arde el país en llamas.

 

Estamos ante una generación que sobrevive en medio de un genocidio. Son los tiempos de los cárteles La Línea, La Familia Michoacana, Los Zetas, el Cártel del Golfo, el Cártel de Sinaloa, Los Beltrán Leyva, Guerreros Unidos, Los Ardillos, Los Rojos y un largo e interminable etcétera…

 

Pero de todas esas organizaciones criminales hay una que destaca de manera especial. Y es que mientras otros cárteles sufren embates, éste prácticamente no deja de crecer. Como un pulpo de magnitudes nacionales extiende sus tentáculos por toda la geografía mexicana.

 

Pelea ciudades y regiones enteras en Sinaloa; extiende su influencia en Durango, Guanajuato, San Luis Potosí y Zacatecas. Toma el control de municipios enteros en el Estado de México y recientemente ha llegado al estado de Veracruz para pelear plazas a los Zetas.

 

Es el Cártel Jalisco Nueva Generación; más cruel, sanguinario y violento que Los Zetas; con mayores brazos financieros que el Cártel de Sinaloa; con una logística que no tiene organización alguna. Es el emporio criminal que más ha crecido en los últimos años.

 

Y hoy ha llegado a Puebla. Está peleando toma por toma, ducto por ducto, ciudad por ciudad a los huachicoleros tradicionales. Vienen por el negocio de los hidrocarburos, pero no tardarán en extenderse y abarcar otras actividades criminales.

 

En una investigación propia del periodismo que hace DIARIO CAMBIO se revela que en los últimos días Puebla ha sido el escenario bélico de una confrontación entre células de huachicoleros y el Cártel Jalisco Nueva Generación. Un enfrentamiento que en tan sólo unos días ya dejó decenas de muertos.

 

Puebla está en la mira del Cártel jalisciense y esto puede ser el mayor infierno que haya visto la entidad. La sola llegada de la organización puede colocar al estado en condiciones similares a Morelos o Veracruz.

 

Estamos ante la mayor amenaza que Puebla haya enfrentado.

 

El gobernador Antonio Gali Fayad aún tiene los meses suficientes para maniobrar un esquema de seguridad. El ejecutivo ha mostrado una absoluta voluntad política para enfrentar al crimen organizado.

 

Pero la lucha contra la delincuencia no será de meses, sino de años. Y en este contexto esta Cúpula se declara abiertamente pesimista. Y es que de todas las figuras que se mencionan para la próxima gubernatura, absolutamente de todas, ya sean panistas, priistas o morenistas ninguna ha mostrado tener la vocación o la agudeza para enfrentar al crimen. Ni siquiera en sus propuestas. Es un tema que desconocen completamente; es un territorio ajeno para esos agentes políticos.

 

Puebla está entrando a una guerra y no tiene generales para cuidar sus ciudades. No debemos olvidar que los últimos comandantes que trajeron para hacer esa labor se llaman Facundo Rosas, Víctor Carrancá y Diódoro Carrasco.

 

Quisiéramos tener elementos para una perspectiva optimista, pero por el momento no los tenemos.

 

Como siempre quedo a sus órdenes en Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo., sin mx.

 

 

  

   

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