Esto es muy fácil de entender. El cártel del crimen organizado que entró a Puebla con la complacencia y el apoyo de Facundo creó, generó nuevas bandas delictivas. Hoy se habla de “El Bukanas” y “La Negra” como las figuras líderes del crimen organizado en territorio poblano; pero bien podemos decir que estos personajes vienen siendo los “nietos” de Facundo, sus hechuras, el resultado de su política criminal.
Ya una vez que las organizaciones tienen grupos de sicarios, armas, camionetas, casas de seguridad, bodegas, lo que sigue es extenderse a otras ramas delictivas. Y el estado de Puebla, pese a la grave crisis nacional, tiene una pujante industria.
Esta actividad económica se refleja en los cientos de trailers y camiones pesados que cada día parten de sus ciudades. Desde Tehuacán, Izúcar de Matamoros o Teziutlán hay un incesante tráfico de vehículos pesados que se mueve a otras entidades. Esto fue lo primero que detectó la delincuencia organizada. Y hoy más que nunca necesitan esos tráileres y camiones torton para mover los enormes tanques con gasolina robada; ya de paso se llevan la mercancía que puedan obtener de esos vehículos.
Con esto Puebla obtiene un vergonzoso primer lugar en robo en carreteras. ¡Vaya! Le ganamos a Veracruz, a Guerrero, a Tamaulipas, lo cual nos da un parámetro de la gravedad de la situación. Esto, repetimos, es otra herencia de Facundo; un efecto secundario de su gestión pública.
Esta es la entidad que recibe Tony Gali Fayad quien no se ha rajado. Le está entrando de manera frontal contra los grupos delictivos.
Lo hemos apuntado, de todos los gobernadores electos en 2016 el único, subrayamos el único que le está entrando con todo a combatir al crimen es Gali Fayad. En las otras entidades donde se renovó la gubernatura hay desastres superlativos. Chihuahua, Sinaloa, Aguascalientes, Quintana Roo están registrando alarmantes y graves aumentos en los índices delictivos, principalmente homicidios.
Y hay otro estado que no recibe tanta atención mediática como Sinaloa o Guerrero, pero que tiene una situación aún más crítica; nos referimos concretamente a Guanajuato que el pasado mes de febrero se llevó el primer lugar en ejecuciones relacionadas con la delincuencia organizada.
Puebla aún no llega a esos niveles, y esperamos que el gobernador Gali Fayad siga haciendo todo lo posible para evitar esos sótanos del inframundo mexicano.
El robo en carreteras obliga a reforzar los operativos de la Policía Estatal; a dotarla de mejores y mayores instrumentos; a tener una coordinación permanente con corporaciones federales. Solo así, con la voluntad política mostrada por Gali, el estado de Puebla podrá salir de ese vergonzoso primer lugar de robo en carreteras. Esperemos que así sea.
Como siempre quedo a sus órdenes en Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo., sin mx.