Es verdad. Hemos visto en los últimos años que la evolución de la sociedad mexicana, en general, y la poblana, en particular, ha sido acelerada y conforme a sus intereses y anhelos.

Hoy, los partidos y los políticos, así como los representantes populares, los servidores públicos y las burocracias partidistas debemos estar atentos a lo que la sociedad quiere, demanda y se interesa.

Escuchar a la sociedad debe ser la prioridad número uno para todos los que nos dedicamos a la vida pública.

En Puebla tenemos hoy la posibilidad de escuchar a los ciudadanos, de conocer sus problemas, de palpar sus deseos.

Aquí podemos ver y sentir la necesidad de los ciudadanos por expresarse, por ser escuchados, por plantear sus problemas, por buscar soluciones.

Por eso es importante crear espacios que permitan la expresión poblana, pero debemos tener claro para qué queremos que Puebla exprese sus ideas.

Puebla debe moverse, debe expresarse, debe buscar su futuro, debe encontrar las razones para construir el andamiaje que le permita saltar hacia adelante.

Todos aquellos que queremos pensar a Puebla debemos estar preparados para escuchar a Puebla y, sobre todo, para encontrar soluciones para Puebla.

De nada valdría escuchar a los poblanos si no somos capaces de articular una propuesta, un programa, una serie de soluciones a los problemas que a diario vemos en nuestro estado.

Los que queremos a Puebla tenemos claro que nuestro pasado es el futuro de nuestros padres, y nuestro futuro es el presente de nuestros hijos.

Los tiempos no son para sentarnos a escuchar, hoy se requiere atender, responder y construir.

Puebla merece propuestas, soluciones, respuestas.

Estos son los son tiempos que requieren de la participación de todos que, respaldados por un proyecto, busquen resolver los problemas concretos de los poblanos.