La política ha sido, siempre, un mecanismo para regresar a los ciudadanos lo que ellos a través de sus impuestos otorgan.
Hoy, en medio del desorden provocado por las estridencias, asoman las acciones de un Gobierno de la República que toma decisiones y no espera atónito a que las tomen otros.
Apenas el martes el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, anunció una serie de acciones que van a permitir blindar a los mexicanos de los vaivenes económicos que atacan al mundo y al país.
México vive una democracia plena, robusta, que permite a los ciudadanos interactuar con sus gobernantes a través de las redes sociales, cuestionar, y con ello, fortalecer aún más el sistema político que hemos construido.
Es por ello que las políticas públicas, federales, estatales y municipales son, a diario, cuestionadas por mexicanos que desean, siempre, más y mejores resultados.
Lo anunciado por el presidente de la República es un ejemplo de lo que hoy vivimos en México. Una serie de medidas que sin duda van a beneficiar a los mexicanos son cuestionadas, a veces con argumentos, porque en México se puede hacerlo.
Pero, seamos sinceros: ¿quién hoy puede estar en desacuerdo con fortalecer nuestra economía? ¿Quién puede negarse a otorgar incentivos fiscales? ¿Quién puede estar en contra de apoyar a los que menos tienen?
Eso es lo que pretenden las medidas anunciadas.
El presidente Peña Nieto anunció decretos que buscan beneficiar a los mexicanos y que se complementarán con un esquema simplificado de cumplimiento fiscal para los pequeños negocios.
El primer decreto es para la deducción inmediata para las micro y pequeñas empresas que va a permitir a los contribuyentes que hayan obtenido ingresos propios de su actividad empresarial en el ejercicio inmediato anterior de hasta 100 mdp, podrán optar por efectuar la deducción inmediata de la inversión de bienes nuevos de activo fijo.
Deberán deducir, en el ejercicio en el que se adquieran los bienes, la cantidad que resulte de aplicar al monto original de la inversión, por los porcentajes establecidos en el Decreto.
Si al final del ejercicio exceden el límite, deberán cubrir el impuesto correspondiente por la diferencia entre el monto deducido y el monto que se debió deducir en cada ejercicio.
En el caso de que el contribuyente se dedique a dos o más actividades de las establecidas en el Decreto, se aplicará el porcentaje que le corresponda a la actividad en la que obtuvo la mayor parte de sus ingresos en el ejercicio inmediato anterior.
La deducción no podrá ejercerse cuando se trate de automóviles, equipo de blindaje de automóviles, o cualquier bien de activo fijo no identificable individualmente ni tratándose de aviones (exceptos los de aerofumigación agrícola).
Quienes apliquen este estímulo podrán restar, de la utilidad fiscal, el monto de la deducción inmediata efectuada en el mismo ejercicio.
El monto de la deducción inmediata se deberá restar, por partes iguales, en los pagos provisionales correspondientes al ejercicio fiscal de que se trate, a partir del mes en que se realice la inversión.
Este esquema comenzará a operar en febrero de este año y podrán participar 97 % de los negocios del país, que son los que cuentan con ingresos de hasta cinco millones de pesos.
Este esquema simplificará la carga administrativa asociada al pago de impuestos, se establecerán reglas contables simplificadas, y el SAT desarrollará una aplicación electrónica que permitirá calcular y pagar los impuestos de forma sencilla.
El otro decreto anunciado por el presidente Peña es para la repatriación de capitales.
Con esto se espera que el Programa de Repatriación de Capitales genere una inversión de 10 mil millones de dólares, de acuerdo a estimaciones del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
El decreto señala que los ingresos que se retornen al país, se inviertan y permanezcan en territorio nacional por un plazo de al menos dos años, podrán gozar de un impuesto preferencial de 8 %, que se deberá pagar dentro de los 15 días siguientes a la fecha de retorno.
En 2014, la tasa aplicable era de 30 % para personas morales y 35 % para personas físicas.
Tendrá una vigencia temporal de 6 meses, que iniciarán a partir de la entrada en vigor del decreto y aplica para los recursos que retornen y que se hubiesen mantenido en el extranjero con anterioridad al 1 de enero de 2017.
Estas son medidas que, sin duda, permitirán fortalecer la economía de México que, en 2016, por poner sólo algunos ejemplos tuvo una tasa de inflación anual de 3.36 %. Es el año con la tercera tasa de inflación anual más baja, a partir de 1970.
En 2016, se registraron 732 mil 591 nuevos empleos formales. Es la mayor generación anual de empleos formales, a partir de 1997.
En lo que va de la administración del presidente Peña se han registrado 2 millones 321 mil 688 nuevos trabajadores en el IMSS.
Esos datos a guisa de ejemplo, nos permiten concluir que se avanza y se llegará, sin duda, a puerto seguro a pesar de la tormenta.