Iniciamos un nuevo año, en el que será trascendente para la vida democrática de nuestra Nación, pues en este año tendremos elecciones Federales, Locales y Municipales; y apropósito de elecciones no he escuchado a aspirantes a cargos de elección popular que se quieran postular tocar un tema tan importante en esta época como lo es hablar del medio ambiente, específicamente de qué políticas públicas se deban implementar para por ejemplo, tratar el tema sobre la basura electrónica, los desechos voluminosos de basura electrónica que existen actualmente a raíz de que el Gobierno Federal adecuándose a los lineamientos de los Organismos Internacionales para la transición de la Televisión Analógica a la Televisión Digital Terrestre (TDT), y en el que se repartieron millones de pantallas a los ciudadanos mexicanos para hacer efectiva dicha transición, se ha generado muchísima basura electrónica, porque al ya no poder transmitir la señal los equipos analógicos, salvo por medio de un convertidor analógico, es que se ha generado mucha basura de este tipo; pero no sólo es por las televisiones viejas, sino, también por muchos aparatos electrónicos que ya no se usan y que son hoy en día un problema ambiental si no se toman cartas en el asunto. Ejemplo también de ello son los equipos telefónicos viejos o celulares anteriores a la generación de los Smartphone que tiene componentes radiactivos que deben ser tratados con mesura y reciclados o desechados adecuadamente para evitar la contaminación del medio ambiente. Para darnos una idea una pila chica contamina 6 millones de litros de agua, si esta es tirada a un río. Según estudios y cálculos matemáticos se estima que alrededor de 50 millones de toneladas a nivel mundial son las que se desperdician al año en este tipo de desechos electrónicos y tan sólo en México son cerca de 300 mil toneladas al año. Imaginémonos el impacto ambiental que ocasiona este tipo de basura electrónica, por eso es indispensable que se incrementen políticas públicas para el adecuado desecho o reciclaje de estos aparatos, como es el caso de la separación de basura, clasificando la electrónica de otro tipo de desechos, como se hace en otros países de Europa y América del Norte. También otra medida es llevar nuestros desechos electrónicos a los centros de acopio ya sean del gobierno o de empresas privadas como por ejemplo Remsa ubicada en Querétaro y Ecorecikla en Chihuahua, que reciben todo este material en el que lo desintegran o reciclan de acuerdo a la normatividad internacional aplicada para cada caso.

Los riesgos a la salud generados por esta basura electrónica pueden producir intoxicaciones agudas, daños neurológicos, daños en las vías respiratorias, afecciones cardiovasculares, daño hepático y renal, osteoporosis, deformación de huesos y hasta el cáncer, por la radiación que emiten los componentes que contienen, tal es el caso del plomo y mercurio principalmente, entre otras sustancias nocivas.

Por eso hoy que empezamos un nuevo año y mirando a las nuevas tendencias mundiales de políticas públicas a incrementar en los países en vías de desarrollo, es importante proponernos como mexicanos, crear una cultura de la prevención a la contaminación ambiental con este tipo de medidas que poco se han hecho en México, crear una cultura de responsabilidad hacia el medio ambiente, educándonos como en otros países del primer mundo, que aman la ecología y respetan el medio ambiente. Como Mexicana preocupada por el medio ambiente, te exhorto a que si tienes basura electrónica en tu casa u oficina como lo es celulares, tarjetas electrónicas, televisores analógicos, CD’s, monitores, cableado de cualquier tipo, CPU’s, refrigeradores, planchas, pilas, etc. Los lleves a los centros de reciclado que encuentres en tu ciudad y si no los hay, a instituciones públicas de gobierno en materia de energía, para que tomen cartas en el asunto y acopien todo este tipo de material; tengo entendido que por ejemplo, cuando fue lo del apagón analógico las televisiones analógicas se llevaban a la delegación Federal de la SEMARNAT en Puebla capital y en las oficinas regionales al interior del Estado.