Hoy, México necesita proyectos más que personalidades, los cuales trascienden, se alimentan de lo que los ciudadanos anhelan y construyen el futuro. Los mexicanos no queremos más confrontaciones, divisiones y enfrentamientos, por eso requerimos de proyectos que vayan más allá de las personas, de partidos políticos, de periodos de gobierno.
Los mexicanos deben tener la posibilidad de contrastar ideas y propuestas para tomar decisiones informadas, México requiere de políticas y políticos que privilegien el diálogo, la concertación y el acuerdo, porque sólo así podremos tener un país que haga a un lado las divisiones, a nadie conviene un país polarizado, y a todos nos conviene un México informado, capaz de distinguir entre proyectos y ofertas, de impulsar a aquellos que ofrecen viabilidad y certeza. Un proyecto requiere de ciudadanos antes que cualquier otra cosa, porque la democracia se nutre de ellos, y son ellos los que dan viabilidad a los políticos y a los partidos.
En democracia, son los ciudadanos los que deciden, impulsan o desechan, los que construyen, los que creen y, al final, los que eligen. Por eso es imprescindible que en esta época electoral se contrasten proyectos, se hurgue en las alforjas que cada partido trae cargando y se tome una decisión informada. Hablar de proyectos pareciera ser una utopía en momentos en los que la mercadotecnia manda en las campañas electorales, en donde es ella la que busca votos a través de frases ingeniosas o imágenes exitosas.
Los ciudadanos merecemos más que eso. México necesita contrastar proyectos, escoger políticas, definir posturas, y eso sólo se logrará en democracia y atendiendo, siempre, a los ciudadanos.