De acuerdo con los reportes, los delincuentes no paran, y ahora ‘trabajan’ en serie, eligen una calle, observan los movimientos de quienes viven en ésta y lo mismo de día que de noche se las ingenian para robar.

 

Hay calles en las que en una sola semana han saqueado hasta cuatro domicilios, llevándose pantallas, computadoras, alhajas, relojes, dinero, hornos, muebles y hasta los muebles de forja de jardín, lo que hace suponer que llegan con el transporte indicado.

 

Lo interesante es que mientras una familia asiste a la iglesia o a desayunar, los delincuentes apresuran su trabajo y barren rápidamente con lo que encuentran, sin que el vecindario se dé cuenta.

 

¿Qué está pasando?

 

Nadie sabe, nadie ve, nadie se da cuenta hasta que regresa la familia víctima y arma el escándalo.

 

Ya sabemos que el robo está a la orden del día.

 

Pero cómo un robo de esta magnitud resulta imperceptible para el vecindario.

 

¿Y los vecinos vigilantes que indican en lonas y todo tipo de letreros que ‘están organizados’ ante la presencia de delincuentes?

 

El fenómeno ha obligado a las familias a recurrir a todo tipo de equipos de seguridad, de acuerdo a sus posibilidades y condiciones de domicilio. Desde la alambrada eléctrica, los alambres con púas y la instalación de equipos electrónicos digitalizados para detectar a los ladrones enviando al mismo tiempo señales a la policía y activando alarmas, para obligar a que se retire el asaltante.

 

En algunos casos el vecindario se ha armado de valor y detecta al ladrón callejero que arrebata bolsa, mochila, celular; ya es detenido, exhibido y entregado a la policía.

 

Pero… lamentablemente los robos no paran, por el contrario, van en aumento, usted en cualquier parte lo comprueba.

 

Y ante la aparente nula intervención policiaca se está dando el fenómeno de la vida enjaulada de los poblanos que recurren a instalar barrotes en sus ventanas y puertas, al igual que muchos negocios para los que resulta una inversión onerosa la medida.

 

Disfrute las fiestas patrias y póngase de acuerdo con sus ‘vecinos vigilantes’. No por el riesgo del robo vamos a llevar en adelante una vida conventual entre los muros de su domicilio.

 

Mínimo un silbato potente puede resultar efectivo cuando los delincuentes ahora operan por calle. 

 

Reconocimiento a los emprendedores

 

Ex estudiantes del Tecnológico de Monterrey de Puebla que lanzaron al mercado un sustituto endulzante con la marca Liviana, serán reconocidos con el primer premio en el marco de la Semana Nacional del Emprendedor.

 

Se trata de Moisés Medina quien egresa de la carrera de ingeniería industrial y Pedro Magaña de la carrera de biotecnología, quienes sumaron esfuerzos y en equipo lograron este sustituto de la azúcar que ya está al alcance del mercado en tiendas de autoservicio como La Comer y Soriana, tras un largo proceso de presentación y pruebas.

 

En menos de dos años, en el mercado los jóvenes emprendedores también consiguieron convertirse en proveedores de los Hospitales Ángeles para endulzar bebidas y alimentos de sus internados.

 

Moisés Medina y Pedro Magaña con este endulzante con cero índice glucémico y sin calorías, han sido objeto de otros reconocimientos como el de la juventud, que extiende el Gobierno del Estado de Veracruz, entre otros.

 

Hoy al ser reconocidos con el Premio Nacional del Emprendedor conseguirán posicionarse desde otro nivel y multiplicar las posibilidades de expansión de su empresa que nació dentro del Tec de Monterrey.

 

La Puebla faraónica

 

Una sátira fina con un recuento de lo que ha ocurrido en Puebla los últimos años, han logrado el cuadro de actores Rubén Reyna, Jorge Vértíz y Geovanny Magaña que cada martes desde la 7 Norte número 8 presentan la obra ‘Los Poblanos También Lloran’.

 

Se trata de una obra que con adecuaciones e improvisaciones permanentes contrasta a la Puebla de las obras faraónicas con la Puebla muy pobre que come de los tiraderos y en los comedores de caridad.

 

‘Los Poblanos También Lloran’ con su crítica al derroche de los programas de gobierno que procura obras innecesarias, logra hacer reír a rienda suelta a los espectadores y lleva al terreo de la reflexión vísperas de un año político electoral.

 

A comer mole

 

70 mil paisanos que radican en la zona de California se darán cita el próximo domingo en Los Ángeles para dar rienda suelta a su nostalgia y celebrar las fiestas patrias.

 

Todas las organizaciones de paisanos en la zona coordinan esfuerzos y con mucho entusiasmo organizan su fiesta mexicana a la que llegan alrededor de 70 mil personas entre paisanos y latinos que disfrutan la algarabía mexicana.

 

Esta ocasión la estrella de la reunión será el mano a mano de los moles poblano y oaxaqueño.

 

¿Se imagina usted mole para 70 mil?