La actitud del mandatario casi paternal fue oportuna.

 

Esta vez sus asesores trabajaron bien el tema, sólo que hay que recordar que el regreso de compatriotas ha sido permanente. Es más, en el gobierno del presidente Obama devolvieron a muchos.

 

Lo interesante del caso es que muchos paisanos no es la primera ocasión que son devueltos a suelo mexicano, lo que les lleva a reunir la experiencia suficiente para retornar a territorio norteamericano como se pueda.

 

Y pese a los ofrecimientos y promesas del presidente Peña, de este grupo de deportados muchos no tuvieron empacho en anunciar que regresarán “aún con muro”, porque ya desde este momento están trazando una ruta para burlarlo.

 

¡Qué la vamos a hacer!

 

Hay que entender que en algunos casos estos deportados dejaron a su familia en Estados Unidos, donde ya suman muchos años de residencia y trabajo.

 

Los perdimos y no los vamos a recuperar, es un hecho, con todo y las decisiones y bombardeos del señor Trump.

 

Volver a lo nuestro

 

Ahora que paulatinamente vamos rescatando las riquezas de nuestro país, y tenemos la intención de hinchar nuestro orgullo mexicano, le voy a platicar de la batería de cocina azteca, o la de la familia “picapiedra”.

 

La intención es ir remplazando productos de importación por productos mexicanos para cortar dependencias y dejar la utilidad de cada peso ganado “con el sudor de nuestra frente” en nuestro país.

 

‘La batería azteca’ se trata de una serie de productos que don Eugenio Ochoa ha logrado a partir del aprovechamiento de la piedra volcánica que arroja el Popocatépetl.

 

De ésta hoy ofrece accesorios que como dijeran los ambulantes, “para que se la talle, se la unte, caliente y enfríe”.

 

Las piedras además de ofrecer el metate con su meclapil y el molcajete con su tejolote que fueron reemplazados por la licuadora, proponen para reemplazar cacerolas y sartenes de teflón, unas planchas muy bien talladas en las que se pueden cocinar desde huevos, hot cakes, carnes, verduras, y lo que necesite. Pero además resultan térmicas, conservan los alimentos calientes 40 minutos.

 

Para sus bebidas frías tienen muy bien probados unos cubitos de la misma piedra, que se colocan en el congelador y congelados los coloca en el recipiente para disfrutar de su bebida, sin la molestia del hielo que al deshacerse se convierte en agua y adultera su bebida.

 

Otro accesorio es una esfera de la piedra que se introduce al recipiente donde pone a cocer carne, garbanzas, frijoles y carnes. En este caso la piedra acelera el proceso de cocción. Y en el caso de los nopales además logra cortarles la baba y los deja verdes.

 

Esta colección de artículos elaborados con la piedra volcánica del Popocatépetl, no son muy conocidos entre nosotros los poblanos, en tanto ya tienen demanda en algunos países europeos como España, hacia donde se han enviado varios contenedores que tienen una gran demanda.

 

Pruebe, no resultan caros, y altamente recomendables por encima de teflones y otros preparados que van produciendo sustancias toxicas dañinas y riesgosas para la salud.

 

Y si de hinchar el orgullo se trata

 

La guía especializada “Open Table”, tras un proceso de investigación entre especialistas, publicó la lista de los 10 restaurantes mejor calificados de Puebla.

 

Éstos, sin pretender un orden ni puntaje son La Estancia Argentina, establecimiento consolidado desde hace más de 12 años.

 

El Mural de los Poblanos, que resalta por su ubicación en el corazón del Centro Histórico con lo mejor de la cocina urbana de Puebla.

 

La Textilería también con una carta de comida urbana que ha cautivado a todo tipo de comensal que disfruta de las recetas tradicionales de la cocina poblana.

 

Casa Reyna, que ha trabajado intensamente en el rescate de la comida tradicional de Puebla, de acuerdo con la variada cosecha de los productos que se dan en tierras poblanas.

 

La Noria, cocina urbana de Puebla que junto con Resatauro Comedor, abierto hace unos cuantos meses en el corazón del barrio de los Sapos, deleita a los comensales que a cualquier hora pueden disfrutar de la tradicional comida urbana de Puebla.

 

El Parrillaje de los señores Allegue, especializado en cortes que comensales de todas las generaciones disfrutarán.

 

Kampai, comida japonesa que se posiciona como uno de los mejores establecimientos de su especialidad.

 

Refectorio, el restaurante del hotel Quinta Real en el centro histórico; excelente comida mexicana en un ambiente de hace más de tres siglos, lo convierte en el punto ideal para comensales muy exigentes.

 

La Encomienda, restaurante también de cortes propiedad de Emilio Maurer; con tres establecimientos gana su posicionamiento con el ambiente que generan los restaurantes del polémico empresario.

 

Se trata de los 10 mejor calificados por Open Table, y seguramente usted conoce y disfruta otros tantos dentro de las zonas gastronómicas de Puebla: Centro Histórico, Angelópolis, Val'Quirico, Sonata, la Juárez, la 31 Oriente y la 43 Poniente.