Viernes, 26 de Abril del 2024
Lunes, 02 Octubre 2017 21:27

¿Qué nos falta?

¿Qué nos falta? Escrito Por :   Irma Sánchez

Inundaciones, terremotos, robos, asaltos, secuestros, violaciones, de todo hemos enfrentado los poblanos los últimos meses, por lo que surge una pregunta ¿qué nos falta?


Alguien con un gran sentido del humor añadió: construir el tan cacareado muro del señor Trump, para evitar que los locos como Stephen Paddock –autor de la balacera en Las Vegas donde murieron 58 personas– intenten venir a nuestro país.

 

Pero, debo cesar en esto que parece ‘el muro de las lamentaciones’.

 

La vida nos da cosas, aspectos y situaciones extraordinarias que ante las desgracias, las olvidamos y nos vamos por lo más fácil. Analicemos por ejemplo de lo publicado recientemente: la semana pasada una foto del Papa Francisco con un hombre que sufre una enfermedad conocido vulgarmente como elefantiasis.

 

Se trata de un hombre como usted o como yo que lamentablemente es víctima de miradas curiosas, inquisitoriales y hasta de burlas. En la gráfica de la semana pasada descubrimos al papa abrazando con bondad y ternura a este ser humano víctima de un mal raro y rechazado por todos que con morbo acuden a verlo.

 

También debo recordar las imágenes que apreciamos en televisión, periódicos, revistas y portales, de las personas de todas las edades, desde niños hasta la tercera edad, que dieron horas de trabajo en los puntos donde las casas se vinieron abajo el 19 de septiembre.

 

Si bien somos proclives a enjuiciar a los jóvenes que los sentimos tan distantes, ahora doblados ante la pantalla de un dispositivo electrónico, debemos de reconocer que muchos tomaron la decisión de cambiar el antro y lo que gastan en éste, en la compra de comestibles y fueron a entregar su esfuerzo a faenas en favor de quienes lo perdieron todo.

 

Convencidos de la dimensión de la tragedia y de la necesidad de la solidaridad, acudieron a compartir con mucho amor lo que hoy tienen a su alcance, compraron alimentos, artículos de higiene, medicamentos, cobertores y sobre todo entregaron su tiempo a aquellas personas que de su pobreza fueron reducidos a ‘los sin hogar’.

 

Agradable fue también observar a pequeños que llevaron también juguetes a los niños que quedaron en la orfandad, a personas de la tercera edad, hombres y mujeres que primero cayeron en la tristeza absoluta y después en depresión.

 

Hay que destacar la solidaridad con la que reaccionaron adultos mayores que sin pensarlo cedieron parte de su escasa jubilación, para lo que acudieron primero a una institución bancaria a retirar lo posible y ceder algunos pesos a los ancianos desprotegidos que sufren.

 

Luego de repasar las imágenes de estos hechos, podemos afirmar que México y por lo mismo Puebla, lejos de toda frase y campaña política son más grandes que estos terremotos.

 

 

Los afectados han sido más de los que creemos, tanto en la salud como en el patrimonio, pero tenemos vida; salud y deseos de seguir en la lucha y estamos convencidos de que lo mejor para México y los mexicanos apenas está por comenzar, canalizando la energía y la suma de la solidaridad que se observó tras el fenómeno telúrico.

 

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