Los inversionistas que hasta hoy no han podido recuperar un solo peso de su capital invertido en dos tantos, con el señuelo de dar a Puebla y los poblanos un hospital particular de primera, a la altura de los más avanzados en los Estados Unidos, hoy aguardan a recuperar sus capitales invertidos, una vez que el Seguro Social pague la compra del inmueble en el que se reubicarán los servicios que ofrecía en el Hospital de San Alejandro que quedó inservible con el impacto del terremoto del 19 de septiembre pasado.

El hospital CIMA que quedó abandonado hace más de 20 años cuenta con una superficie de 60 mil metros cuadrados, que  serán  aprovechados de la mejor manera. El proyecto incluye la construcción  de dos torres, una para pediatría y otra para ginecología.

La idea de aprovechar el elefante blanco en que se había  convertido lo que pudo haber sido el hospital CIMA, fue del delegado Enrique Doger Guerrero que ya estudiaba varias propuestas de construcción de nuevos espacios para mejorar la atención a los derechohabientes.

Tras el sismo el proyecto se apresuró y  representa una inversión de 2 mil millones de pesos. Está enfocado a crear un  Centro Médico Nacional para mejorar su capacidad de atención a los servicios que demandan los asegurados que han aumentado.

De acuerdo a las características del inmueble abandonado en la etapa de obra negra, se estima que quede listo en un plazo no mayor de ocho meses su primera torre. Y se da dos años más para completar el proyecto con la segunda.

Con esta obra el Seguro Social supera el estancamiento que ha tenido por espacio de dos décadas, en las que la población derechohabiente ha seguido creciendo, y la institución no ha podido mejorar sus espacios y servicios.

La última obra que erigió fue la unidad de la Margarita, a donde hoy fueron trasladados parte de los servicios que se ofrecían en San Alejandro.

En ésta etapa de crisis incluso se está canalizando a algunos  pacientes al hospital de Metepec en Atlixco.