Como no hay crimen perfecto, el PRI y Enrique Peña Nieto pueden perder todo lo que ganaron la noche del domingo con el triunfo de Alfredo del Mazo en el Estado de México, y la culpa será de Los Moreira que por sus pistolas decidieron robarse la elección de Coahuila e incumplir el acuerdo con Ricardo Anaya para entregarle ese estado y Nayarit, a cambio de colocar a Josefina Vázquez Mota como rival de Delfina.

 

Una vez que la distancia entre Alfredo del Mazo y Delfina en el Edomex es menor que la cantidad de votos nulos, la legislación se pone del lado de Morena para hacer del conflicto poselectoral un lío largo y tortuoso que se traduzca en la apertura de paquetes electorales hasta el infinito. Y dado que la distancia es menor al cinco por ciento, también existe la posibilidad de que el TEPJF, eventualmente, pudiera declarar nula la elección.

 

Sin embargo, el conflicto poselectoral es manejable para el PRI dado que sólo tienen un Frente, el de López Obrador y Morena. El PRD y su candidato Zepeda no han expresado intenciones de impugnar o desconocer el resultado, al igual que el PAN y Josefina Vázquez Mota que en su última comparecencia dio todas las señales de esperar su senaduría plurinominal en 2018.

 

Pero la batalla de Coahuila puede modificar el escenario poselectoral del Estado de México y provocar una voltereta impensable, debido a que lo peor que le puede ocurrir a Peña Nieto y al PRI, es la creación de un frente PAN-Morena para apoyarse mutuamente en la defensa del voto: Anaya en el caso de Coahuila y López Obrador en el Edomex.

 

Toda la culpa la tienen Los Moreira que de última hora se robaron la elección de Coahuila que estaba pactada en favor del panista Memo Anaya, como parte del acuerdo con el dirigente nacional del albiazul. Hasta las 8 pm del domingo todo iba bien, ya que el conteo rápido del Instituto Electoral de ese estado dio dos puntos de desventaja al priista Riquelme. Pero el PREP se detuvo abruptamente cuando apenas se habían contabilizado 71 % de las casillas. ‘La tortilla se volteó’ y ahora los dos puntos de ventaja eran para el heredero de Los Moreira.

 

El robo descarado de la elección de Coahuila está llevando a Peña Nieto a escenarios imprevistos que suponen traicionar los acuerdos con Anaya, y para el queretano de ahí depende su candidatura presidencial. Si el dirigente nacional recupera Coahuila, podrá declararse triunfador del 2017 al ganar dos de las tres gubernaturas en juego. De lo contrario, sufrirá los embates de Margarita Zavala y Moreno Valle.

 

Armando Guadiana, candidato de Morena a la gubernatura de Coahuila, declaró su apoyo para defender la victoria del PAN en ese estado mediante la constitución de un Frente. Hábilmente, López Obrador ya se montó a la defensa de ese estado ofreciendo su apoyo a Ricardo Anaya y al albiazul, considerando que eso puede provocar una convergencia semejante en el Estado de México, ya que con menos de tres puntos la victoria de Alfredo del Mazo puede caerse.

 

Tampoco Peña Nieto puede entregar Coahuila tan fácilmente y socavar la rebelión de Los Moreira. Si se quedan con ese estado, más el Estado de México, el PRI llegará a la elección del 2018 gobernando apenas 14 entidades federativas, su momentum de mayor debilidad regional: Campeche, Coahuila, Colima, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Edomex, Oaxaca, San Luis, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala, Yucatán y Zacatecas.

 

Coahuila desequilibra la batalla regional del 2018. Si Peña lo entrega a Anaya, el PRI se queda sólo con 13 entidades, mientras que el PAN gobernaría 13: Aguascalientes, Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Coahuila, Durango, Guanajuato, Nayarit, Puebla, Querétaro, Quintana Roo, Tamaulipas y Veracruz.

 

Así que Peña Nieto tiene que empezar a hacer cuentas. Si pone en orden a Los Moreira para cumplirle a Ricardo Anaya, el PRI llegará a 2018 gobernando sólo 13 entidades federativas, misma cantidad que Acción Nacional. Pero si el presidente apuntala el robo en Coahuila, el 2018 arrancará con el PRI gobernando en 14 entidades y el PAN sólo en 12. Y en lo que se prevé una elección cerradísima, todos los apoyos y estructuras territoriales.

 

Lo que ocurra en Coahuila, además, determina el futuro de la lucha presidencial en el PAN, ya que si Ricardo Anaya consigue que le devuelvan ese estado, tranquilamente se declarará triunfador del 2017, más su racha del 2016 lo harán imparable frente a ‘Margarita Duende’ y Rafael Moreno Valle.

 

En Coahuila, donde parecía que no pasaba nada, está pasando todo.