Jueves, 25 de Abril del 2024
Martes, 10 Octubre 2017 11:26

Las horas terribles de Osorio Chong

Las horas terribles de Osorio Chong Escrito Por :   Arturo Rueda

Total, el titular de Segob encabeza las encuestas. Pero es muy político, muy priista, y sobre todo, muy peñanietista. No ha sido saltimbanqui, siempre le ha sido leal a su partido, nunca ha colaborado con el PAN ni ha sido colaboracionista con la oposición. Pero nada de eso es suficiente.


No debe ser sencillo para Miguel Ángel Osorio Chong acudir en calidad de testigo a la ola de destapes a favor de José Antonio Meade como candidato presidencial del PRI. Los tricolores ya lo han asumido pero también la oposición. El último ocurrió ayer cuando Ricardo Anaya reveló la trama diseñada en Los Pinos para fortalecer a los panistas identificados con el dos veces secretario de Hacienda. Hace casi dos meses también lo había destapado López Obrador.

 

La carrera sucesoria de Peña Nieto se definió con la apertura de los candados estatutarios, y desde entonces, el titular de Gobernación es un muerto viviente que acude cada minuto a su entierro. Se trata de una derrota injusta porque, de acuerdo con las encuestas, Osorio Chong es el priista mejor posicionado al interior y exterior del partido.

 

Es decir, el instrumento demoscópico que hizo candidato a Enrique Peña Nieto y evitó una interna contra Manlio Fabio en 2011, es el mismo que condena al ex gobernador de Hidalgo en 2017. La decisión la tiene ahora el Presidente, ya no las encuestas.

 

Meade viene muy abajo en los sondeos, aunque gracias al aliento presidencial sube artificialmente en conocimiento. Pese a llevar dos sexenios en el primer nivel de la política, haber ocupado cinco carteras en el gabinete de dos presidentes de distinto partido, el titular de SHCP es virtualmente un desconocido para las mayorías. Un pizarrón en blanco.

 

No es especialmente carismático y su tipo físico se ajusta al estereotipo del matadito del salón de clases. Nunca ha ganado un cargo de elección popular, ni siquiera por la vía plurinominal y mucho menos ha estado en campaña electoral. Su perfil es el del clásico tecnócrata advenedizo, esos de los que quisieron deshacerse a finales de los noventa.

 

En otro sentido, Meade es una rara avis: tantos años en el servicio público de alto nivel y no acumula ni un escándalo de corrupción. Ni uno grandote, ni uno chiquito, y eso que dos veces ya se hizo cargo de las finanzas nacionales. ¿Cómo puede ocurrir eso en una clase política esencialmente corrupta?

 

La condenación de Osorio Chong parece ser la fidelidad a su esencia priista, así como al equipo de Peña Nieto.  Su forma de hablar, moverse, operar, es la típica de cualquier priista. Electoralmente tiene un perfil curtido pues ha recorrido todo el escalafón incluida la gubernatura de Hidalgo. Desde esa posición se vinculó al proyecto de Peña Nieto y operó tan bien que se ganó la secretaría de Gobernación.

 

Pero a diferencia de Meade, Osorio sí ha sido vinculado a temas de corrupción, aunque ninguno de ellos contundente. El tema de la seguridad hace tiempo que se le escapó de las manos y sin duda su peor momento político fue la fuga del ‘Chapo’ Guzmán, error que quedó enmendado con la recaptura del capo.

 

Total, el titular de Segob encabeza las encuestas. Pero es muy político, muy priista, y sobre todo, muy peñanietista. No ha sido saltimbanqui, siempre le ha sido leal a su partido, nunca ha colaborado con el PAN ni ha sido colaboracionista con la oposición. Pero nada de eso es suficiente.

 

A ojos del Presidente, ser muy leal a su proyecto y ser muy priista es un defecto. Por ello prefiere a Meade: un saltimbanqui, tecnócrata, colaboracionista con el PAN, poco peñanietista y muy poco priista.

 

¡Qué horas tan duras las de Osorio Chong al acudir a esa injusticia!

 

¿Qué harán con él tras el destape?

 

 

 

 

 

 

 

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