Jueves, 25 de Abril del 2024
Miércoles, 15 Febrero 2017 03:07

Banck: un año de legitimidad de resultados

Banck: un año de legitimidad de resultados Escrito Por :   Arturo Rueda

De acuerdo con los testimonios de los actores, sólo hubo dos candidatos reales: Luis Banck Serrato y David Villanueva Lomelí. Ambos personajes talentosos, con capacidad administrativa y de gestión, además de un amplio abanico de relaciones políticas y mediáticas, fueron los finalistas de un sprint con sólo dos corredores reales


Si la política es la ciencia de la coyuntura e incluso de la fortuna, no hay mejor ejemplo de ello que Luis Banck Serrato, quien hoy cumple un año al frente de la alcaldía. Su llegada a Palacio Municipal, en aparente calma, desvela las convulsiones que provocó al interior del grupo morenovallista. La guerra de ‘puros’ que al mismo tiempo que le disputaban a Antonio Gali Fayad la candidatura a Casa Puebla, con la otra mano querían cobrar, como cuota de peaje para dejarlo pasar, apropiarse de la silla de la presidencia municipal dada su importancia estratégica en la construcción de proyectos electorales.

 

El grupo de los morenovallistas puros —como ellos mismos se hacían llamar en referencia al acompañamiento que hicieron a Moreno Valle desde los años en la secretaría de Finanzas— se opuso a que un oportunista —dada su incorporación tardía al proyecto— como Antonio Gali se hiciera de la candidatura a Casa Puebla. Batallaron con todo para impedirle al paso, pero la decisión del Jefe Máximo en ese famoso viaje a Vail, Colorado, cambió el curso de la historia.

 

Decidida la candidatura a favor del ‘oportunista’ Gali, quedaba otra decisión trascendental no sólo para al futuro del grupo morenovallista, sino mantener la operación electoral en la ciudad, además de cuidar la calidad del gobierno municipal para evitar un derrumbe en los tres meses previos a la elección.

 

Por supuesto, Gali Fayad vetó a los morenovallistas puros para llegar a Charlie Hall —Aguilar Chedraui, Paty Leal o Eukid—. Alguien vinculado al Yunque como Pablo Rodríguez Regordosa no era confiable. Y figuras emergentes favoritas por el ex gobernador como Ángel Trauwitz o Cabalán Macari quienes fueron derrotados en 2015.

 

La sucesión de Gali Fayad en el Ayuntamiento, de acuerdo con la tipología histórica fue absolutamente por descarte: no a éstos, tampoco a esos. No hubo favoritismo, sino opciones escasas.

 

De acuerdo con los testimonios de los actores, sólo hubo dos candidatos reales: Luis Banck Serrato y David Villanueva Lomelí. Ambos personajes talentosos, con capacidad administrativa y de gestión, además de un amplio abanico de relaciones políticas y mediáticas, fueron los finalistas de un sprint con sólo dos corredores reales.

 

Las complicaciones de sacar a Villanueva Lomelí de la Auditoría Superior del Estado (ASE), el complejo proceso que se iba a vivir en el cabildo tras la salida de Gali y la decisiva intervención de Moreno Valle inclinaron la balanza por Banck que, de golpe y porrazo, se subió al tren del poder que avanzaba a 300 kilómetros por hora

 

Banck llegó a un cargo de elección popular sin haber sido electo por la ciudadanía y se le impusieron varias obligaciones: mantener la estabilidad en materia de seguridad pública, respetar el equipo de Gali hasta que terminara el proceso electoral, colaborar en el mapeo electoral, contener a los Yunques del cabildo, no competir en términos mediáticos ni con el gobernador ni con el candidato a gobernador, cumplir compromisos económicos y sobre todo, ayudar al triunfo.

 

Increíblemente, a un año de subirse a un gobierno en movimiento, Luis Banck pudo lograr casi todas las tareas que le impusieron, por no decir todas, además de generar un estilo propio que le otorgue la legitimidad que no obtuvo en las urnas y además, lo posicione para el 2018, aunque todavía no se sabe para qué. Una legitimidad de resultados. La ciudad no se descompuso en ningún aspecto: ni en seguridad ni en servicios públicos. El cambio de alcalde, y de equipo, prácticamente no se notó.

 

Por supuesto, Banck ha tenido la inteligencia para eludir la multitud de grillas a su alrededor, y sin duda, con su estilo negociador pudo frenar más aceleres en las últimas semanas de Moreno Valle al frente de Casa Puebla.

 

Todo político poblano anhela llegar al Ayuntamiento capitalino porque es el trampolín para llegar a la gubernatura, como demuestran las encuestas y la evolución de varias figuras políticas como Mario Marín, Enrique Doger, Blanca Alcalá, Eduardo Rivera Pérez y Antonio Gali Fayad. Banck está subido al trampolín, pero nadie sabe a dónde se dirige.

 

 

Quizá lo sabremos en el informe de gobierno que rendirá hoy en Bosques de San Sebastián. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

comments powered by Disqus